El espionaje a empleados, el sueldo de Torres y el pseudo 'forensic' tensan la junta de BBVA

Carlos Torres afronta el viernes que viene su segunda junta de accionistas como el presidente de BBVA más consolidado, pero con muchos frentes abiertos por el escándalo de Villarejo. El banquero salmantino someterá a juicio de sus accionistas la renovación del consejo y su subida de sueldo, entre otros puntos, con el caso Cenyt como telón de fondo. Todo pendiente de que el coronavirus no fuerce a la entidad a retrasar la junta, como está estudiando gran parte del Ibex 35.

El grado de tensión de esta junta apuntaba a una relajación frente a la olla a presión de 2019, cuando Francisco González (FG) tuvo que dejar la presidencia de honor días antes de la cita con los accionistas. Pero el levantamiento del secreto de sumario en la Audiencia ha puesto sobre la mesa que BBVA espió durante años a sus empleados en busca de topos de la prensa. Algo que ha tenido dos consecuencias: que los sindicatos siguen de cerca el asunto de cara a tomar medidas legales; y que se dispare la demanda de móviles personales por parte de la plantilla.

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J. Zuloaga

Aun así, los principales sindicatos son cautos y explican a este medio que dejarán el caso Villarejo a un lado. Tienen mayores quejas por la congelación de la aportación a las pensiones de la plantilla, en 540 euros al año desde 2007. Mientras, los dos principales ejecutivos, Torres y el CEO Onur Genç, elevaron su remuneración a 7,4 y 6,3 millones en 2019, en su primer año en esos puestos. Incluyendo en el caso del presidente una aportación de 1,6 millones a su sistema de ahorro a largo plazo, que ya acumula 21,6 millones, algo que también critican los 'proxy advisors', asesores de grandes inversores internacionales.

Aunque los sindicatos aparquen el tema Villarejo, este llegará por otros flancos. El año pasado ya intervino en la junta el expresidente de Sacyr, Luis del Rivero, uno de los espiados, que podría volver a cargar contra la entidad; y podría acudir el expresidente de Ausbanc, Luis Pineda, el año pasado en prisión.

Estrategia bajo sospecha

Torres tiene a su favor que la investigación que puso en marcha hace año y medio no le involucra. Lo dijo en la presentación de resultados: "No hay ninguna posibilidad de que me impliquen en este asunto [...] no tuve ninguna conexión con los hechos investigados". En su contra, tiene que esta investigación, liderada por Garrigues, está en tela de juicio, por parte de la Fiscalía Anticorrupción, la Audiencia, los reguladores y, de forma extraoficial, por otras compañías del Ibex.

Se critica que la socia del bufete encargada de liderar la investigación, Helena Prieto, ha conducido el trabajo con el objetivo de defender a BBVA en lugar de levantar alfombras. A Garrigues le han ayudado Uría y Menéndez, en la defensa del banco, y PwC, como firma encargada del 'forensic'. La auditora ha limitado su trabajo a lo que le iban pidiendo los bufetes, algo que extraña en el sector financiero. Así, la propia 'Big Four' fue fichada para hacer un informe de la relación de Iberdrola con Villarejo, pero sin intermediarios ni filtros. "Lo que ha hecho PwC con BBVA se puede llamar informe de parte o un informe de procedimientos acordados, no un 'forensic'", señalan fuentes financieras.

El recelo llega también a Fráncfort. Fuentes cercanas al BCE señalan que en la institución tienen muy pocas esperanzas en que, de haber irregularidades, estas se acaben descubriendo gracias al 'forensic' y ponen todas sus esperanzas en el proceso judicial.

Y en el sector también extraña que la investigación se encargara a alguien de fuera, en lugar de liderarse de forma interna. "BBVA ha cedido su estrategia con Villarejo a Garrigues, despreocupándose de la comunicación. ¿Qué puede costar la imputación? ¿20 millones? La reputación cuesta mucho más", señala un alto ejecutivo del Ibex.

Junto a Villarejo y los sueldos de la cúpula, otro de los temas que se esperan que retumben en el Palacio Euskalduna es la renovación del consejo, con la que Torres va dando pasos para alejarse de FG.

La sombra de FG

El banquero salmantino plasmó el alejamiento con su predecesor al no mantener sus palabras de 2019 —cuando puso la mano por él en el fuego— en la última rueda de prensa de resultados —"no hablo de personas"—. Un segundo paso fue el intento de personarse del banco en la Audiencia, alegando ser perjudicado de las prácticas de Villarejo en beneficio de FG. El tercer paso ha sido ir sacando a consejeros de la era de González. Esta semana lo hacen José Manuel González-Páramo, que seguirá como asesor externo; Tomás Alfaro Drake, que llevaba 14 años en el consejo; y de Carlos Loring Martínez de Irujo, que entró en 2004.

A pesar de ello, en el sector sorprende que la renovación no haya ido a más. Una de las consejeras que renuevan es Susana Rodríguez Vidarte, que FG promovió para el máximo órgano de gobierno del banco en 2002. En los últimos meses se rumoreó que al banco le estaba costando atraer consejeros por el caso Villarejo, y la entidad tenía el compromiso de llegar a un 30% de mujeres este año.

Pero, por encima de esta permanencia, la que más choca entre otros banqueros es la de Joaquín Gortari, exjefe de gabinete de FG y actual responsable de Auditoría Interna. Fue uno de los directivos señalados por el 'forensic' de PwC, junto a Antonio Béjar y Eduardo Arbizu. Al primero se le despidió, aunque el banco ha acabado pagándole 1,8 millones. Con Arbizu, se archivó el expediente sancionador pero se decidió cesarle por pérdida de idoneidad. Con Gortari también se archivó el expediente, argumentando que sus gestiones con Cenyt fueron orden de FG, y no se valoró pérdida de idoneidad. Aun así, un año después de su nombramiento seguía sin el visto bueno del BCE/Banco de España para ejercer su función, una de las más importantes dentro de cualquier cotizada.

En este entorno vuelve Torres al Palacio de Euskalduna. Tranquilo a nivel personal, con mayor control del consejo y un CEO que ha cogido bien las riendas del banco, pero con muchas dudas por resolver. Y que, salvo sorpresa, seguirán en el aire mientras la Audiencia investigue a BBVA.