Santander aviva los contactos con accionistas justo antes de la reelección de Botín

Santander se vuelca en la próxima junta de accionistas, clave para la entidad, que tendrá lugar el próximo 3 de abril. Tras la de 2019, en la que hubo algún toque de atención de los inversores en la reelección del vicepresidente y consejero coordinador, Bruce Carnegie-Brown, el grupo español no quiere sobresaltos en la votación para que Ana Botín siga siendo su presidenta hasta 2023.

Así se refleja en el informe de gobierno corporativo de la entidad, hecho público el pasado viernes, en el que Santander anuncia "una revisión de la política de comunicación e implicación con accionistas e inversores", y aprobado por el consejo de administración la semana pasada. "Los objetivos del banco son garantizar la alineación de sus intereses con los de nuestros accionistas, la creación de valor a largo plazo para la acción y retener la confianza a largo plazo de nuestros inversores y de la sociedad en general", añade.

TE PUEDE INTERESAR

Ana Botín ganó 10 millones en 2019, un 10% menos, tras bajarse el bonus

J. Zuloaga

Este nuevo plan coincide con una intensificación de los contactos con inversores en los últimos meses. Carnegie-Brown se ha visto con 38 inversores representativos del 30% del capital del banco entre 2019 y principios de 2020. Esto supone un incremento sustancial frente a 2018, cuando se vio con 30 accionistas con el 22% del capital.

El vicepresidente y consejero coordinador fue uno de los señalados por los inversores por el fichaje frustrado de Andrea Orcel, ya que también ocupa la presidencia de las comisiones de Nombramientos y Retribuciones. Su reelección el año pasado fue apoyada por un 78% de los accionistas y contó con un 14,4% de votos en contra, uno de los peores porcentajes de la última década.

Remuneraciones en el foco

Junto al conflicto con Orcel, a Carnegie-Brown también le pesó que algunos inversores llevan quejándose tiempo de que la política de remuneraciones no esté más vinculada a la evolución de la acción. De hecho, el informe anual de remuneraciones fue el tercer punto con más votos en contra de 2019 —un 5,38%—, tras la reelección del vicepresidente y la emisión de instrumentos convertibles en acciones. Por ello, la entidad también anunció el pasado viernes una rebaja en el bonus de los dos principales ejecutivos: Botín y el consejero delegado, José Antonio Álvarez, del 12%.

Santander explicó que lo hizo "con el fin de alinearla de la mejor manera posible con un entorno complejo y las consecuencias que el mismo ha tenido sobre el beneficio estatutario y la rentabilidad para los accionistas".

Entre los puntos que Santander lleva ante sus accionistas este año, junto a la reelección de Botín, está el de Sergio Rial como tercer ejecutivo del grupo. Botín consiguió un 96,8% de votaciones a favor en 2017, su primera reelección.

El banco reconoce en su informe anual la mala evolución de su acción frente a sus índices comparables, y lo achaca a "algunas incertidumbres en geografías en las que Santander está presente como Argentina, Chile, Reino Unido y Polonia".

Otra de las novedades del documento es que los inversores institucionales (planes de pensiones, fondos y aseguradoras) han superado el 60% del capital del banco —60,39%—, frente al 38,53% de minoristas y el 1,08% que tienen los consejeros. Por ello, la entidad ha intensificado en los últimos meses los contactos con grandes inversores: con 3.507 reuniones (1.134 en 2018) con accionistas que representan el 41,1% del capital (33,6% en 2018).