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Banca y fondos congelan la compraventa de pisos en bloque por el nuevo Gobierno
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Incertidumbre por la coalición

Banca y fondos congelan la compraventa de pisos en bloque por el nuevo Gobierno

Los grandes fondos temen que el nuevo Gobierno replique medidas de Cataluña al sector inmobiliario, por lo que han decidido de momento congelar nuevas inversiones

Foto: Promoción inmobiliaria en Huesca. (EFE)
Promoción inmobiliaria en Huesca. (EFE)

El nuevo Gobierno PSOE-Unidas Podemos lleva apenas dos días en funcionamiento, pero sus mensajes electorales y su programa de gobierno ya han tocado los cimientos del sector inmobiliario y el financiero. La incertidumbre regulatoria ha hecho que los bancos frenen prácticamente en seco todas las grandes ventas de pisos, promociones y suelos que han lanzado en los últimos años.

Los grandes inversores tienen dos grandes preocupaciones: lo que está ocurriendo en Cataluña, por las decisiones tomadas por la alcaldesa Ada Colau y la Generalitat, y la posibilidad de que alguna de estas iniciativas se extienda a todo el país con la nueva coalición. Principalmente, es por el anuncio de medidas para fomentar el alquiler: los fondos no quieren comprar y construir pisos hasta que no estén convencidos de que la futura regulación va a impulsar este mercado, en lugar de perjudicar sus inversiones.

"El Gobierno tiene que entender que el mercado inmobiliario se mueve por la oferta y la demanda. Si no hay seguridad para los inversores internacionales, ¿quién va a hacer las casas para alquiler en España? La Administración Pública ya se demostró que lo hace pésimamente", apunta el directivo de uno de estos grandes fondos.

Foto: Panorámica de Barcelona. (Pixabay)

Junto al alquiler, hay otro gran temor: los okupas. Sobre todo tras la decisión de la Generalitat de Cataluña de que los inversores con más de 15 viviendas estén obligados a ofrecer alquileres sociales durante 7 años a los colectivos vulnerables, incluidos los ocupantes ilegales. Algo que para los fondos puede suponer una "línea roja" de su presencia en España. Para los inversores, es la primera vez que ven en Europa que se ponga en tela de juicio la propiedad privada, regularizando a los okupas.

En este contexto de incertidumbre, los inversores internacionales han puesto en cuarentena las grandes compras de suelos y pisos de la banca que dominaron el mercado español en 2017 y 2018. El año pasado, con el actual escenario político, BBVA tuvo que congelar una operación de 1.300 millones en pisos, como adelantó este medio, de la que gran parte de los activos estaban situados en Cataluña.

40.000 millones en la nevera

Más allá de la entidad presidida por Carlos Torres, solo un reducido número de bancos consiguió cerrar ventas de adjudicados en 2019: Unicaja, con una operación centrada en suelos para la promoción en Málaga, que se quedaron un fondo —Castlelake— y una inmobiliaria local —Urbania—, y Bankia, con el traspaso de 3.000 pisos en proceso de adjudicación. Además, un fondo socio de CaixaBank —Lone Star— vendió 2.500 viviendas a otro inversor internacional, Tilden Park.

Estas tres operaciones implican un volumen de algo más de 1.000 millones vendidos en este tipo de operaciones durante el año pasado, frente a los cerca de 30.000 millones que se intercambiaron en 2018.

Los fondos critican que se los demonice cuando han sido parte de la solución a la crisis financiera

Por suerte para grandes bancos como Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell, el cierre de esta ventana inversora ha llegado cuando ya han vendido gran parte de sus adjudicados. Aun así, todavía quedan por sacar del balance de las entidades cerca de 40.000 millones en pisos y suelos, según datos del Banco de España que excluyen los activos de Sareb, que suman al menos otros 13.000 millones.

Las entidades van a tener que vender estos activos en este peor entorno y con la presión del BCE, que quiere que el sector desagüe el ladrillo cuanto antes. Con esta ventana cerrada, las entidades llevan meses apostando por la venta de grandes carteras de hipotecas. Con ellas, los fondos esquivan el riesgo regulatorio, ya que, salvo casos extremos, no tienen por qué quedarse con el inmueble. Fuentes financieras creen que este tipo de operaciones seguirán en buena forma los próximos meses, salvo que empeore el cuadro macroeconómico.

Foto: Una profesional del sector inmobiliario durante una feria. (EFE) Opinión

Desde los fondos internacionales, critican la incertidumbre vertida por el PSOE y su socio, ya que se los demoniza sin tener en cuenta la ayuda que han supuesto para la recuperación del sector financiero, comprando gran parte de los activos tóxicos que han ido soltando las entidades.

Aun así, se muestran, dentro de la cautela, optimistas por tres motivos: las competencias de vivienda han escapado, 'a priori', de los ministros de Unidas Podemos; la falta de capacidad de maniobra parlamentaria del Gobierno, y que España sigue siendo un país atractivo a nivel europeo a pesar de las incertidumbres.

El nuevo Gobierno PSOE-Unidas Podemos lleva apenas dos días en funcionamiento, pero sus mensajes electorales y su programa de gobierno ya han tocado los cimientos del sector inmobiliario y el financiero. La incertidumbre regulatoria ha hecho que los bancos frenen prácticamente en seco todas las grandes ventas de pisos, promociones y suelos que han lanzado en los últimos años.

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