Telefónica renuncia a alquilar parte de su sede y destinará el espacio libre a formación
La operadora, que hace dos años decidió alquilar los edificios que se han ido quedando vacíos en su sede, ha enterrado este plan y ha decidido destinar el espacio excedente a programas de formación
Estaba llamada a ser la primera gran operación inmobiliaria de la era Pallete, pero ha terminado siendo retirada del mercado. El plan que puso en marcha Telefónica hace dos años, cuando decidió encontrar un nuevo inquilino para el Edificio Norte 3, inmueble que había quedado vacío junto al vecino número 2, ha sido enterrado.
El pasado verano, la compañía comunicó a Cushman & Wakefield, la consultora que fichó para hacer este trabajo, que no quería renovar la exclusiva, decisión que refrendó hace pocas semanas, cuando la firma le presentó la oferta de una empresa interesada en ocupar todo el inmueble que fue rechazada por la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete.
La decisión de Telefónica es firme, según reconocen desde la operadora, y con esta postura da un giro estratégico de 180 grados en su visión de qué debe hacer con la sede, un complejo con una superficie total de 370.000 metros cuadrados construidos. Más de la mitad, 180.000 metros cuadrados, se dividen entre los 13 edificios de oficinas existentes.
La compañía ha preferido dedicar Norte 3 a un proyecto de Fundación Telefónica, Campus42, una revolucionaria y exitosa metodología de aprendizaje, que la operadora ha decidido importar a nuestro país. El campus madrileño se ha instalado ya en el inmueble inicialmente llamado a ser alquilado, donde la empresa ha reservado 5.000 metros cuadrados para acoger hasta 900 alumnos.
Estos números suponen algo menos de la mitad de los 11.112 metros cuadrados que suma el inmueble, distribuidos en 1.776 metros cuadrados la planta baja, 1.764 la primera, 2.561 metros la segunda y la tercera, mientras que la cuarta cuenta con 2.450 metros cuadrados. A estas cifras se unen 180 plazas de aparcamiento.
Las fuentes consultadas aseguran que los planes de la operadora para el resto del espacio también van dirigidos a diferentes iniciativas formativas del grupo, a la apuesta por los espacios abiertos para las dinámicas de trabajo y posibles nuevos proyectos, pero siempre internos. Filosofía que también alcanza al Edificio Norte 2.
Durante los dos años que ha tenido sobre la mesa la opción del alquiler, C&W ha presentado todo tipo de ofertas multiinquilino, según afirman fuentes inmobiliarias, opción que la operadora nunca terminó de ver con buenos ojos, ya que estaba más interesada en alquilar a una única empresa. Pero, cuando se planteó esta posibilidad, Telefónica ya había tomado la decisión de implantar el proyecto de formación.
Desde que concibió la construcción de su sede, ubicada en el madrileño barrio de Las Tablas y obra del arquitecto Rafael de la Hoz, la operadora tuvo en cuenta la posibilidad de que fueran quedándose espacios vacíos, y por ese motivo apostó por una concepción horizontal, frente a la posibilidad de haber levantado una gran torre.
Esta misma visión fue la que llevó a dividir su cuartel general en varios edificios independientes, pero perfectamente conectados entre sí, de ahí que popularmente se conozca este complejo como Distrito C —Distrito de las Comunicaciones—, aunque desde hace ocho años su nombre oficial es Distrito Telefónica.
Cuatro de los inmuebles, los situados en los extremos, cuentan con 10 alturas; otros cuatro constan de cuatro plantas; cuatro más se limitan a tres alturas; mientras que el principal es el central y tiene 16.480 metros cuadrados.
Estaba llamada a ser la primera gran operación inmobiliaria de la era Pallete, pero ha terminado siendo retirada del mercado. El plan que puso en marcha Telefónica hace dos años, cuando decidió encontrar un nuevo inquilino para el Edificio Norte 3, inmueble que había quedado vacío junto al vecino número 2, ha sido enterrado.