Telefónica anuncia en la COP que será neutra en CO2 para 2050

La cumbre del clima (COP25) está sirviendo para que muchas empresas de nuestro país, en consonancia con el evento, asuman y anuncien nuevos compromisos relacionados con el cuidado del medioambiente y el desarrollo sostenible. En un momento en que la lucha contra el cambio climático es indiscutible, el sector privado también está aportando sus propias acciones.

En este contexto, Ángel Vilá, consejero delegado de Telefónica, anunció el pasado miércoles los nuevos objetivos de reducción de energía y emisiones de CO2 de la compañía, unos compromisos que ayudarán a contener el aumento de la temperatura global en 1,5ºC y que le permitirán ser neutra en dióxido de carbono en 2050. “En Telefónica, somos conscientes de la urgencia de reducir las emisiones de CO2, y por esta razón reforzamos nuestros compromisos”, explicó Vilá, para quien “las empresas que no asuman su responsabilidad en este nuevo mundo dejarán de ser relevantes a corto plazo”.

Los cinco nuevos objetivos

Las nuevas metas a alcanzar llegan después de que Telefónica haya cumplido con dos años de antelación los retos que se había fijado para 2020 en materia de eficiencia energética, electricidad renovable y emisiones de CO2. Los próximos retos que se ha marcado la compañía son:

1. Reducir en un 85% el consumo de energía por unidad de tráfico de datos en 2025.
2. Lograr que el 85% del consumo de electricidad sea renovable en 2025 y el 100% en 2030.
3. Disminuir a la mitad las emisiones en 2025 y un 70% en 2030 para conseguir ser neutra en carbono en 2050.
4. Reducir en un 30% por euro comprado las emisiones de CO2 de su cadena de suministro en 2025.
5. Evitar 10 toneladas de CO2 por cada tonelada que emita en 2025.

“Nuestro modelo de negocio sostenible pasa por transformar nuestras redes, por incrementar su capacidad de modo eficiente y ofrecer los mejores servicios con el menor impacto ambiental”, explicó el consejero delegado durante la presentación, donde también recordó la decisión de vincular parte de la remuneración variable de sus empleados a la reducción de emisiones contaminantes.

La digitalización frente al cambio climático

Ángel Vilá señaló también que Europa tiene que capitalizar la digitalización de la economía, apostando por que la agenda climática y digital estén alineadas. “Es necesario promover una regulación que favorezca una mayor digitalización de la economía que impulse la transformación que deben emprender diversos sectores. Esto ayudará en el objetivo de limitar el calentamiento global, para que no aumente por encima de 1,5ºC”.

En este sentido, el directivo destacó cómo “gracias a la transformación de nuestras redes y a la inversión en tecnologías de vanguardia, el consumo de energía por unidad de tráfico ha disminuido significativamente: ha caído a un tercio en un periodo de tres años, a pesar de que nuestras redes transportan un tráfico de datos tres veces mayor”.

"El consumo de energía por unidad de tráfico ha disminuido significativamente: ha caído a un tercio en un periodo de tres años"

La contribución al medioambiente de la compañía viene, por tanto, de la mano de la digitalización, de reducir su impacto ayudando a otros sectores y acompañando a sus clientes en el proceso de descarbonización. El teletrabajo entre los empleados, los servicios de gestión de flotas o soluciones como Smart Agro, Smart Lighting o Smart Waste contribuyen positivamente a frenar el cambio climático en al menos un 15%, una cifra que puede llegar hasta el 85%. Además, Telefónica ya está trabajando con sus proveedores para reducir las emisiones de CO2 en su cadena de suministro un 30% por euro comprado en 2025 respecto a 2016, ya que ellos son los aliados clave para disminuir la huella de carbono e impulsar la economía circular.

La consecución de la neutralidad en emisiones de CO2 ha sido un tema recurrente a lo largo de toda la cumbre del clima. Durante las dos semanas que dura el evento, han sido varios los sectores que han promulgado la necesidad de que la mayoría de países desarrollados alcance estas cuotas.

Así pues, muchas empresas de diferentes núcleos de actividad han propuesto, para empezar, que toda Europa consiga ser neutra en CO2 para el año 2050. Esto se conseguiría, entre otras cosas, añadiendo nuevos gravámenes a la producción de emisiones de gases de efecto invernadero.