El plan de Goiri en Bankia, en cuestión: el Gobierno elegirá a su nuevo jefe en 2020

El abrazo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias resquebrajó este martes la cotización de las grandes empresas del Ibex 35, en especial la de Bankia. La sombra de una posible nacionalización permanente de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri se asomó de nuevo con el pacto PSOE-Unidas Podemos (UP).

El sector financiero se muestra relativamente tranquilo al respecto, ya que Bankia tiene diversos muros de contención frente a injerencias políticas: un consejo independiente, accionistas privados, el Banco de España, el BCE y el Fondo de Reestructuración (Frob). Pero este último se renueva en los próximos ocho meses, lo que puede abrir una grieta de incertidumbre en torno a la entidad nacionalizada.

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Así, el actual presidente del fondo de rescate español, Jaime Ponce, deja su cargo en julio. Lo hace por ley, ya que la norma -Ley 11/2015, de 18 de junio de 2015- establece un mandato máximo no renovable de cinco años, que en el caso del actual presidente vence en julio de 2020. El Gobierno de Mariano Rajoy redactó esta ley para blindar el Frob, ya que es imposible cesar al presidente salvo en supuestos extremos -delito, incapacidad o renuncia aceptada por el Ejecutivo-. Aun así, el destino ha querido que este puesto quede en el aire en un momento como el actual, con posibilidades de que UP intente influir en el proceso.

Entre las funciones del presidente del Frob está la gestión del día del fondo, cuyas dos participadas son Bankia y Sareb, y cumplir con las líneas que marque su comisión rectora. En ella se sientan Ponce, cuatro representantes del Banco de España, tres del Ministerio de Economía, dos de Hacienda y la vicepresidenta de la CNMV.

El escudo de Calviño

A la espera de que, primero, llegue a buen puerto el pacto PSOE-UP; segundo, que consigan la investidura de Sánchez; y, tercero, ver las competencias en economía que reciben ministros de Podemos, el sector financiero confía en que Nadia Calviño forme otro muro de contención frente a la propuesta de renacionalizar Bankia. Por un lado, el Frob depende de su ministerio y ella tendrá, 'a priori', el mismo cargo de vicepresidenta que Iglesias. Y por otro, entre Economía y el Banco de España controlarían siempre la mayoría del Frob. Por ello, las fuentes consultadas ven más probable que Podemos intente conseguir puestos en la CNMV y el Banco de España.

Además, el sustituto de Ponce debe cumplir una serie de condiciones que hacen difícil que la elección sea a dedo: "Será nombrado y separado por real decreto del Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Economía y Competitividad, oídas las autoridades de supervisión, y previa comparecencia de la persona propuesta para el cargo ante la Comisión de Economía y Competitividad del Congreso de los Diputados, con el fin de dar cuenta de las condiciones de experiencia, formación y capacidad que la hacen adecuada para el cargo", según estipula la ley.

Según el plan estratégico, Bankia devolvería a día de hoy 7.900 millones de euros, un tercio del dinero que inyectó en su día el Estado

Ponce no tiene un asiento en el consejo de Bankia ni en el de su matriz, BFA, en la que el representante físico del Frob es el propio Goirigolzarri. El fondo y la entidad suscribieron hace unos meses un acuerdo de gestión por el que el Frob recibe información actualizada de lo que ocurre en el banco, pero deja libertad de movimientos al equipo gestor de Bankia. Todo con el fin último del organismo público de maximizar el valor de la entidad para reducir el coste de su rescate.

Bankia recibió ayudas públicas por valor de 22.424 millones, de las que ha devuelto 3.083 millones. La participación del Frob en la entidad vale casi 3.300 millones y Goirigolzarri se ha comprometido a devolver a sus accionistas vía dividendo 2.500 millones en los dos próximos años. De estos, al fondo público le tocarían 1.500 millones, por lo que su potencial recuperación a día de hoy sería de 7.900 millones, un tercio del dinero inyectado en 2012.

Freno a la venta y fusiones

Más allá de la renovación del Frob, el pacto PSOE-UP augura ruido negativo para la entidad. Podemos recoge en su programa "impedir la inminente privatización de Bankia" y "con carácter inmediato" elegir "una nueva presidencia de Bankia que sí sea capaz de entender el rol que debe desempeñar la banca pública en la mejora del país". Esta idea no es nueva, ya que el partido liderado por Iglesias ya defendió una fusión de la entidad con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), lo que provocó un choque entre Goirigolzarri y Alberto Montero, exresponsable de Economía de UP en el Congreso, hace poco más de un año.

Junto al ruido negativo, el mercado interpretó el pacto Sánchez-Iglesias como un freno para la privatización de Bankia: "Transformar Bankia en un banco público es parte del programa de Podemos, pero esperaríamos que el PSOE se opusiera. La otra cara podría ser que las posibles fusiones y la privatización podrían retrasarse", exponen desde Alantra.

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Así, el equipo de Goirigolzarri negoció en 2018 una posible fusión con Banco Sabadell, que saltó por los aires con la moción de censura. El sector espera que esta posible unión, u otra, se reactive con un Gobierno estable. Pero el hecho de que el socio sea Podemos lo dificulta.

De la posible venta de paquetes de acciones de Bankia en el mercado, algo que el Frob ya ha hecho en dos ocasiones, lleva tiempo sin hablarse, debido a la mala evolución en bolsa. Desde el entorno de la entidad temen que la sombra de Podemos no ayude a levantar la cotización.