Abanca saca músculo: podría comprar Liberbank o Unicaja a golpe de talonario

Semana de resultados en la banca española. Tras las presentaciones de Bankia y Sabadell, estos días está siendo el turno de los bancos medianos, los llamados a una nueva ronda de fusiones en 2020. En dos días, han presentado cuentas Unicaja, Liberbank y Abanca, resaltando sus virtudes y capacidades de seguir adelante en solitario, aunque la posible consolidación esté en las agendas de todos los banqueros.

En este contexto, Abanca remarcó una vez más su exceso de capital en la presentación: 1.326 millones sobre su requisito de solvencia CET1 (el que miran el BCE y el mercado). La entidad presidida por Juan Carlos Escotet podría comprar el 100% de Liberbank (vale 873 millones) y de Unicaja (1.306 millones), los dos bancos que más cayeron este martes en la bolsa española.

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El banquero venezolano ya ha declarado en más de una ocasión su deseo de participar en una nueva ronda de consolidación, comprando alguno de sus rivales. Ya lo intentó en dos ocasiones con Liberbank, con una oferta por el 100% a 0,56 euros por título, un 93% por encima del precio de cierre de este martes. Su opa fue repelida por el consejo de Liberbank, liderado por Manuel Menéndez. Por ello, Escotet señaló recientemente que descarta totalmente una operación corporativa con esta entidad.

El beneficio presentado por Abanca en los nueve primeros meses de 2019 (401,9 millones) es de momento el tercer mayor presentado por una entidad española, por detrás de los 783 millones de Sabadell y los 575 millones de Bankia. Por su parte, Unicaja obtuvo un resultado de 159 millones y Liberbank, de 96 millones.

Fondos de comercio

Esta diferencia de resultado entre los grupos de antiguas cajas se explica en parte por los fondos de comercio negativo registrados por Abanca, de 250 millones durante este año, por las adquisiciones del negocio minorista en Portugal de Deutsche Bank y del español de Caixa Geral. La estrategia de crecer vía adquisiciones está dando un buen resultado a Escotet, de ahí que quiera extenderla en el tiempo.

Por su parte, tanto Liberbank como Unicaja están centradas en planes estratégicos para sobrevivir en solitario, tras el frustrado intento de fusión de la primera parte del año. Ambas entidades reconocen públicamente que podrían plantearse la operación de nuevo, pero niegan estar en ello.

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Mientras tanto, el grupo presidido por Menéndez ha comenzado a negociar con los sindicatos nuevos recortes de gastos y está pendiente del BCE para dar un nuevo salto en capital: está ya en el 13%, con un exceso de 776 millones.

Unicaja tampoco tiene problemas de capital —está en el 13,8%, con un exceso de 1.563 millones—. Su reto, como para el resto de entidades, está en mejorar la eficiencia con nuevas vías de ingresos, en un entorno complicado por los bajos tipos de interés.