Un informe condena la actuación de Boeing y la FAA en la certificación de los aviones
Boeing no habría dado las explicaciones necesarias a las autoridades federales sobre la importancia del buen funcionamiento de su nuevo programa de software en las aeronaves
Problemas en las leyes regulatorias y determinados "fallos" de comunicación por parte de la empresa Boeing comprometieron la seguridad de su aeronave 737 Max antes de que se produjeran los dos accidentes en cinco meses que ocasionaron la muerte de 346 personas, según un informe condenatorio que se dio a conocer este viernes y del que se ha hecho eco el diario estadiunidense The New York Times.
Según este informe, Boeing no habría dado las explicaciones necesarias a las autoridades federales sobre la importancia del buen funcionamiento de su nuevo programa de software en las aeronaves. Ese software que habría originado el fallo jugó un papel importante en los accidentes de Indonesia del pasado mes de octubre y también en el que tuvo lugar en Etiopía en marzo.
"Este informe confirma nuestros peores miedos sobre la existencia de un fallo en el sistema legal", señaló el senador demócrata Richard Blumenthal en una entrevista. "Colocar al zorro al frente de la granja nunca ha tenido sentido y ahora estamos siendo conscientes de las dramáticas consecuencias", remató.
En este sentido, la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) también está siendo criticada por su papel en la certificación de los aviones, enfrentándose a acusaciones de que su relación con Boeing era demasiado amistosa.
Los investigadores de los siniestros implicaron una pieza de software de control de vuelo que falló, lo que llevaba a empujar la nariz del avión hacia abajo repetidamente en ambos desastres aéreos.
Retirada de su CEO
La junta de Boeing retiró a su consejero delegado (CEO), Dennis Muilenburg, las atribuciones de presidente ejecutivo para que pueda concentrarse en administrar la compañía después de la crisis del 737 Max, informó la firma este viernes.
Boeing se enfrenta a numerosas investigaciones y críticas sobre sus aviones 737 Max tras los dos accidentes en cinco meses que ocasionaron la muerte de 346 personas.
El fabricante está luchando para que los reguladores permitan que sus aviones 737 Max vuelvan a volar, lo que se está prolongando más de lo esperado.
Han estado en tierra en todo el mundo desde mediados de marzo, después del segundo de los dos accidentes, un vuelo de Ethiopian Airlines con 157 personas a bordo. Un Lion Air 737 Max cayó en Indonesia poco después del despegue el 29 de octubre de 2018, accidente en el que murieron 189 personas.
Boeing dijo que la separación de los dos roles le permitirá a Muilenburg concentrarse en hacer que Max vuelva al servicio y que el director David Calhoun será ahora el presidente no ejecutivo.
"La junta tiene plena confianza en Dennis como CEO y cree que esta división del trabajo permitirá un enfoque máximo en la gestión del negocio con la junta desempeñando un papel de supervisión activa", dijo Calhoun en el comunicado. Muilenburg dijo que apoya totalmente la decisión de la junta.
Problemas en las leyes regulatorias y determinados "fallos" de comunicación por parte de la empresa Boeing comprometieron la seguridad de su aeronave 737 Max antes de que se produjeran los dos accidentes en cinco meses que ocasionaron la muerte de 346 personas, según un informe condenatorio que se dio a conocer este viernes y del que se ha hecho eco el diario estadiunidense The New York Times.