Citroën, Peugeot, Mercedes... Las grandes fábricas de coches sufren el bajón exportador
La Citroën de Vigo, Mercedes en Vitoria, las fábricas de Nissan y Seat en Barcelona, Renault en Palencia y Valladolid y Peugeot en Madrid caen a doble dígito interanual en este 2019.
El sector del automóvil en España, generador de más del 10% del PIB, está perdiendo fuelle. Gran parte de la actividad se debe a la producción de las grandes fábricas situadas en territorio nacional. No en vano, España cuenta con 10 factorías de ensamblaje de las principales marcas mundiales de vehículos repartidas en grandes capitales del país.
En el primer semestre de 2019, las exportaciones del sector cayeron en global un 5,7%, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Se trata de un descenso significativo para la actividad de las plantas, dado que más del 80% de su producción de automóviles se vende en el extranjero.
Sin embargo, la venta de automóviles fuera de España ha evolucionado de manera dispar entre las principales marcas. Según los datos desagregados por provincias que recopila la Secretaría de Estado de Comercio, hay significativas diferencias entre las fábricas.
Las fábricas donde más baja la exportación
De esta manera, la Citroën de Vigo, una de las fábricas que más produce, ha reducido sus exportaciones en un 24% en el primer semestre de 2019, según las cifras del Gobierno. Dentro del grupo francés PSA, la caída también ha sido fuerte para la planta madrileña de Peugeot, cuyo retroceso asciende al 18%. Esta caída se compensa con un fuerte repunte de las exportaciones de Opel en Zaragoza (+32,5%), que desde el pasado ejercicio pertenece al grupo galo.
Otra fuerte caída de exportación en el sector del automóvil se produce en Barcelona. Seat y Nissan han retrocedido las ventas al exterior en un 18% de media entre las dos, lo que supone un retroceso en la facturación de más de 800 millones de euros.
Tampoco pasa por su mejor momento la Mercedes-Benz de Vitoria. Los datos del primer semestre de 2019 reflejan que exporta un 16,8% menos que en el mismo periodo de 2018. También desciende alrededor del 10% la exportación de las plantas de Renault en Palencia y Valladolid, tractoras de la economía y el empleo en toda la región.
Mejor tendencia registra Volkswagen en Pamplona. La planta del gigante alemán aumenta sus exportaciones en un 16,1% en la primera mitad de este año. Otro que aguanta el tipo, según los datos del Gobierno, es Ford. Las exportaciones de la factoría de Almussafes (Valencia) repuntan un 5% con respecto al primer semestre de 2018.
Preocupación macroeconómica
La bajada de las exportaciones en la mayoría de las grandes factorías del automóvil en España se da además en un contexto en el que las ventas domésticas también están cayendo con fuerza y superando los dos dígitos en el caso de los turismos. Todo ello ya ha hecho saltar las alarmas. Instituciones como el Banco de España puso el acento en su último informe trimestral de coyuntura económica en el empeoramiento de este vector industrial. "Una rama que está contribuyendo de modo significativo a lastrar las ventas al resto del mundo es la del automóvil", sentenciaba el supervisor bancario.
"Mientras que una eventual imposición de aranceles a la importación de automóviles europeos por parte de Estados Unidos afectaría más que proporcionalmente a Alemania y a Italia, la economía española podría verse especialmente perjudicada por los efectos derivados de un Brexit desordenado o, en general, por perturbaciones negativas sobre la demanda de automóviles en los países de la UE", reflexionaba la institución dirigida por Pablo Hernández de Cos.
El Banco de España advierte de que un Brexit desordenado tendría consecuencias sobre la demanda de vehículos en los países de la UE
Otro dato que evidencia la pérdida de tracción del sector de automóvil es el menor consumo eléctrico de las fábricas. Según los últimos datos publicados por Red Eléctrica, el sector de vehículos acumula 11 meses consecutivos de fuertes bajadas de consumo eléctrico, un termómetro que habla bien a las claras de la menor actividad. En ocho de esos meses las caídas han sido de más del 10% interanual. Se trata de uno de los sectores económicos con el mayor descenso de consumo eléctrico.
Aunque aún es pronto, a nadie dentro del sector se le escapa que de alargarse mucho esta situación acabará teniendo repercusión sobre el empleo, como ya sucedió en Renault en 2018 con la suspensión del tercer turno. Nissan ha activado un ERE en Barcelona para 600 trabajadores y Ford está inmerso en un programa de paros parciales para adecuarse a la producción. Por su parte, diferentes miembros de Mercedes Vitoria creen que pueden llegar medidas más traumáticas ya que están al borde de terminar las medidas de flexibilidad contempladas en los convenios.
A todo lo anterior hay que sumar la incertidumbre tecnológica que vive el sector, que está provocando que el consumidor retrase la decisión de compra de un nuevo automóvil. La lucha contra el cambio climático está obligando a los fabricantes a adaptarse a marchas forzadas a las nuevas exigencias impuestas por las diversas administraciones, que tratan de fomentar vehículos bajos en emisiones para frenar la contaminación y el CO2. Esto pasa por focalizarse en ensamblar vehículos con combustibles alternativos como el gas o el hidrógeno o los nuevo automóviles eléctricos e híbridos, que están experimentando un gran crecimiento, aunque aún suponen una parte residual del parque móvil.
El sector del automóvil en España, generador de más del 10% del PIB, está perdiendo fuelle. Gran parte de la actividad se debe a la producción de las grandes fábricas situadas en territorio nacional. No en vano, España cuenta con 10 factorías de ensamblaje de las principales marcas mundiales de vehículos repartidas en grandes capitales del país.