Las cooperativas aceituneras de jornaleros y señoritos se unen tras 60 años en Sevilla

Han tenido un noviazgo de seis décadas, en el que ha habido momentos para todo, pero finalmente se ha producido la boda entre las cooperativas aceituneras San José y Las Virtudes en La Puebla de Cazalla (Sevilla). Es decir, las sociedades ligadas históricamente a los señoritos y los jornaleros, respectivamente, de la comarca. Ha sido más fácil que se integraran en una cooperativa de segundo grado, Manzanilla Olive, que unirse entre sí pese a haberlo intentado en varias ocasiones en las últimas décadas. Finalmente, las asambleas de ambas compañías han aprobado esta semana su integración en la nueva Oleand rompiendo los recelos históricos y de clase entre los 3.000 socios de Virtudes y los 1.800 de San José.

Los dueños de Virtudes dieron luz verde ayer miércoles (85% de respaldo) y los de San José, el martes. La nueva cooperativa aceitera y aceitunera de primer grado, que seguirá integrada en Manzanilla Olive y será su socio más relevante, echará a andar el 1 de septiembre coincidiendo con el arranque de la campaña. Será la más grande de primer grado, en el sector del olivar, de la provincia de Sevilla. Competirá cara a cara, con los 66 millones de euros previstos en 2020, con el otro gran referente cooperativo olivarero sevillano: Oleoestepa. Pero, ¿por qué esa fusión se ha producido justamente ahora?

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Carlos Pizá. Sevilla

"No tienen más remedio, se estaban haciendo la competencia entre sí mientras los industriales se hacen cada vez más fuertes. Tradicionalmente, en La Puebla de Cazalla se entendía que era positivo que hubiera dos cooperativas para que ambas estuvieran despiertas. Eso valía cuando el mercado era local o provincial, ahora es global", explica una fuente empresarial involucrada en las conversaciones. Los problemas en cooperativas de municipios vecinos como Morón de la Frontera u Osuna ha hecho que muchos olivareros se dirijan a las cooperativas de la Puebla, en especial Las Virtudes que ha modernizado sus instalaciones y gestión interna y ha lanzado su propia marca de aceite, Soberbio. Fruto de esa capacidad de atracción, Oleand prevé sumar unos mil socios más en el próximo lustro, hasta rozar los 6.000.

Cosas del destino. Virtudes, nacida en 1961 como reacción de los jornaleros que no pudieron adherirse a San José (1959) al establecer esta un límite de número de hectáreas para acceder como socio, es hoy la cooperativa más grande y moderna. Para evitar agravios mutuos, el nuevo presidente de Oleand será el actual de Virtudes (Antonio Candil) y el de Manzanilla Olive, la cooperativa de segundo grado en la que ambas se integraron hace años, el de San José (Diego Gallego). En la operación han asesorado como abogados independientes de ambas partes Lucas Fernández de Bobadilla y Manuel Guardiola, de MA Abogados.

La nueva Oleand pesará un 80% dentro de Manzanilla Olive, el grupo especializado en aceituna de mesa que se ha consolidado como una alternativa a las dos grandes cooperativas de este sector: Agro Sevilla y Dcoop. Manzanilla es proveedor de esos grupos o también de otras aceituneras como Ángel Camacho (aceitunas Fragata), implantado justamente en Morón.

Manzanilla ha abierto filial en EEUU, en Miami, justamente en 2017 en medio de las tensiones comerciales por el arancel a la aceituna negra española. Y donde la amenaza a otro arancel a toda la aceituna verde europea complicaría aún más las cosas, algo que se conocerá de forma definitiva en agosto. La compañía, cuyo gerente es Antonio Jiménez, produce unos 30.000 toneladas de aceitunas de mesa al año, y más de 50.000 toneladas de aceite de oliva.