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La economía circular no es negociable: "No podemos vivir como hace 70 años"
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nicola cerantola, fundador de ecologing

La economía circular no es negociable: "No podemos vivir como hace 70 años"

Si la sociedad cada vez es más sostenible, las empresas deben ir en la misma dirección. Esa es la apuesta de Cosentino en la presentación de su informe de RSC

Foto: Nicola Cerantola, experto en economía circular y fundador de Ecologing. (Carmen Castellón)
Nicola Cerantola, experto en economía circular y fundador de Ecologing. (Carmen Castellón)

Hace 10 años, Nicola Cerantola se marcó un objetivo: que las empresas sean conscientes de los recursos que emplean en su producción y, sobre todo, que reduzcan su uso, los reciclen, reutilicen y minimicen su impacto ambiental. Fue entonces cuando fundó Ecologing, el proyecto con el que ayuda a otras compañías a abrazar una economía más sostenible.

En estos años se ha convertido en un apóstol de la economía circular, y así lo demostró este martes en el evento 'Negocio circular: la fórmula del éxito', organizado por Cosentino en el marco de presentación de su 'Informe de responsabilidad social corporativa 2018' en Cosentino City Madrid, 'showroom' de Cosentino en el paseo de la Castellana de Madrid. El evento contó con la presencia de Santiago Alfonso, vicepresidente de Marketing y Comunicación de Cosentino, y Antonio Urdiales, director de Medio Ambiente del grupo.

Las cifras que nos llevan a la economía circular

El mundo empresarial forma parte ineludible del cambio social hacia un ecosistema más sostenible. En este sentido, Cerantola recordó algunas de las cifras que, de cara a 2030, nos sitúan frente a los retos que todos debemos asumir. La población mundial superará los 8.000 millones de personas y el número de consumidores de clase media alcanzará los 2.800 millones. En 2030, aumentará un 50% la demanda de energía, un 40% la de agua y un 50% la demanda de alimentos.

Para el experto, las consecuencias son evidentes: "Estamos en una economía lineal que trae contaminación y pérdida de biodiversidad. Además, los productos se van acumulando o entrando en nuestra cadena trófica, como en el caso de los plásticos, y eso nos exige una nueva forma de hacer las cosas. Necesitamos un diseño regenerativo, y ahí entra la economía circular".

"Estamos en una economía lineal que trae contaminación y pérdida de biodiversidad, necesitamos un diseño regenerativo"

En su opinión, "debemos tener un sistema productivo donde los ciudadanos, las empresas y el ecosistema natural vivan de manera simbiótica. No podemos permitirnos seguir viviendo como vivíamos hace 60, 70 o 100 años. Al igual que los ciudadanos no podemos permitirnos tirar 20 litros de agua potable al usar el baño, las empresas tampoco pueden permitirse tener una cadena de valor basada en el consumo de recursos que nunca van a ser reutilizados".

Frente al habitual sistema de residuos, por tanto, Cerantola apuesta por un modelo que, desde el punto de vista tanto biológico como técnico, consiga que los recursos sean reutilizados para minimizar su huella y su impacto ambiental. Y esto no es solo un deseo, sino también una obligación: "Las empresas que no aporten nada al mundo acabarán desapareciendo. Esto no es fácil, queda mucho por hacer, pero tenemos que dirigirnos hacia una economía circular que alinee los intereses de las personas y las empresas. La economía lineal genera deseos insatisfechos, hay que apostar por la circulación y por consumir de manera diferente".

Cosentino, hacia un modelo circular

Antonio Urdiales y Santiago Alfonso por su parte, detallaron el contenido del 'Informe de responsabilidad social corporativa 2018' de Cosentino, que evidencia cómo la compañía está también apostando por un modelo de economía circular. Todo parte de una clave, "tener claro que, aunque nos cueste imaginarlo, las cosas en una compañía se pueden hacer de otra manera", apuntó Urdiales.

placeholder Santiago Alfonso, vicepresidente de Marketing y Comunicación de Cosentino. (Carmen Castellón)
Santiago Alfonso, vicepresidente de Marketing y Comunicación de Cosentino. (Carmen Castellón)

Dentro de esta apuesta, el grupo realiza un análisis del ciclo de vida de todos sus productos para asegurar la máxima sostenibilidad posible. De hecho, casi un 80% de la composición de uno de los productos más demandados, Dekton Trilium, ya incluye materiales que han sido reutilizados o recuperados. La compañía invirtió en 2018 hasta 25,3 millones de euros (un 11% más que en 2017) en el desarrollo de estos productos con una huella ambiental analizada de principio a fin: "Medimos todo el impacto desde que cogemos la materia prima hasta que el producto llega a casa del cliente", aseguró Urdiales.

Además, Cosentino ha seguido aumentando la inversión y el gasto ambiental en el polígono industrial de Cantoria (España): en los últimos tres años ha llegado a los 18 millones de euros y el incremento del gasto en control y mejora ambiental el año pasado ha sido de un 10%. También ha aumentado en un 53% el agua reutilizada respecto a 2017 y, desde el punto de vista energético, emplea energía eléctrica de origen 100% renovable. Por otro lado, el grupo ha generado ya 100.000 metros cuadrados de zonas verdes y este año empezará a construir el parque solar de autoconsumo más grande de España.

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Antonio Urdiales, director de Medio Ambiente de Cosentino. (Carmen Castellón)

"Para comprender nuestros tiempos, es necesario entender la función social de las compañías como algo inserto en su propia identidad", afirmó Santiago Alfonso, vicepresidente de Marketing y Comunicación, y eso es lo que la compañía ha querido aplicar a su propio funcionamiento interno. Así, en 2018 ha aumentado sus proyectos de investigación y desarrollo para impulsar la circularidad de sus residuos e incrementar el porcentaje de residuos valorizados de la compañía.

Además, también ha implementado la movilidad sostenible para la descarbonización del transporte de sus empleados, fomentando el 'car sharing', y, en total, ha evitado la emisión de 130 toneladas de CO2. Y es que "hace tiempo que empezamos a pensar en la economía circular como algo imprescindible", recordó Urdiales, de modo que "cada acción que llevamos a cabo en el grupo nos lleva a un camino más sostenible".

Hace 10 años, Nicola Cerantola se marcó un objetivo: que las empresas sean conscientes de los recursos que emplean en su producción y, sobre todo, que reduzcan su uso, los reciclen, reutilicen y minimicen su impacto ambiental. Fue entonces cuando fundó Ecologing, el proyecto con el que ayuda a otras compañías a abrazar una economía más sostenible.

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