Es noticia
Botín rechaza el pacto de Fridman con la banca y dinamita el futuro inmediato de DIA
  1. Empresas
A CUATRO DÍAS PARA EL FINAL DE LA OPA

Botín rechaza el pacto de Fridman con la banca y dinamita el futuro inmediato de DIA

El primer acreedor de la cadena de supermercados ha decidido no firmar el pacto que LetterOne había alcanzado con el resto de bancos a cuatro días hábiles del final de la opa

Foto: La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante la última junta general de accionistas de la entidad. (EFE)
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante la última junta general de accionistas de la entidad. (EFE)

MientrasLetterOne ha acelerado su campaña para captar accionistas que aseguren el éxito de la oferta pública de adquisición (opa) sobre DIA, el agresivo plan del fondo de capital riesgo dirigido por Mikhail Fridman ha chocado de frente con Banco Santander apenas a cinco días de que se resuelva si la compañía se salva o entra en concurso de acreedores. Según varias fuentes próximas a las negociaciones, la entidad dirigida por Ana Botín ha rechazado de pleno el principio de acuerdo que el inversor había alcanzado hace unos días con el resto de los 13 acreedores principales de la empresa de supermercados.

Las mismas fuentes explican que LetterOne convenció la semana pasada a casi todos los tenedores de los 900 millones de deuda puramente bancaria para refinanciar este pasivo por cuatro años. Como es sabido, las condiciones incluían una carencia en la amortización del principal hasta 2023, la eliminación de cualquier tipo de cláusula de obligaciones de cumplimiento o ‘covenants’ y la concesión de 340 millones de euros adicionales para hacer frente a las necesidades de circulante de DIA.

Foto: La presidenta del banco Santander, Ana Botín. (Reuters)

Como a esta última exigencia se habían negado la mayoría para no asumir más riesgo con DIA, LetterOne acordó con la banca que le autorizase a conseguir ese dinero extraordinario a través de nuevos acreedores. Otros bancos internacionales o ‘hedge funds’ especializados en empresas en dificultades que prestan a tipos de interés mínimos del 8%, precio que el fondo de Fridman estaba dispuesto a pagar siempre y cuando los acreedores actuales concedieran a los nuevos una categoría especial en el orden de prelación de cobro en caso de que, pese a todo, la empresa quebrase a futuro.

Todos rubricaron este acuerdo, menos el Santander, el mayor acreedor, con cerca de 350 millones del importe a repagar. Fuentes próximas a la entidad han confirmado este extremo, al considerar inaceptables las citadas condiciones. Otras fuentes cercanas a las conversaciones agregan que el banco presidido por Ana Botín ha exigido recuperar el planteamiento realizado por el consejo de administración, que contemplaba destinar al menos 100 millones a amortizar deuda con la venta inmediata de las filiales Clarel y Max Descuento y un calendario de pago anual adicional.

Foto: La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín. (Reuters)

Para Santander, que ha declinado oficialmente hacer ningún comentario sobre esta información, acceder a las exigencias de LetterOne supondría hacer perder dinero a los accionistas del banco. La explicación es que debería de concederle dinero nuevo, no cobrar la deuda en al menos cuatro años y no tener capacidad de exigir obligación alguna al fondo de capital riesgo para facilitar que Fridman se quedara con la potencial revalorización de las acciones de la compañía a futuro. Con esas condiciones, el equipo de Ana Botín prefiere decir no y asumir el riesgo de tener que capitalizar la deuda y quedarse con parte de la empresa.

Santander tiene en su balance unos 350 millones de los 900 que debe DIA. Es decir, es el dueño de cerca del 35% de la deuda puramente bancaria (la compañía tiene otros 500 millones más en líneas de financiación como 'factoring' y descuentos de facturas). Por tanto, es el banco sin cuyo apoyo el acuerdo con el resto de los acreedores es en realidad papel mojado porque, aunque el pacto podría homologarse judicialmente, al tener el respaldo del 51% de los acreedores que exige la ley, la tramitación sería tan compleja que haría inviable llegar a tiempo para salvar la compañía.

Consecuencias y bonistas

Las consecuencias de esta oposición por parte del Santander son vitales para el plan de LetterOne, que está condicionado oficialmente al éxito de la opa voluntaria —ahora, apenas tiene la aceptación del 3,3% del capital— y a alcanzar un acuerdo de refinanciación con la banca. Sin uno u otro —los dos requisitos están ahora mismo en el aire—, el fondo del magnate de nacionalidad rusa e israelí declararía fracasado su rescate y dejaría de aportar los 500 millones a los que se ha comprometido mediante una ampliación de capital.

Decisión que tendría un impacto inmediato en los tenedores de los bonos que vencen en junio por 300 millones y los que expiran en 2021 y 2023 por la misma cantidad. Hasta ahora son los únicos que se han librado de cualquier pérdida al estar garantizado el pago si había acuerdo de refinanciación. Pero si finalmente no lo hubiera, se sentarían en la mesa de los acreedores junto con la banca, la compañía y LetterOne.

Foto: Supermercado DIA. (Reuters)

En ese caso, DIA se vería obligada a solicitar el preconcurso de acreedores de forma prácticamente inmediata, según ha confesado su todavía consejero delegado, Borja García de la Cierva. Aunque el primer ejecutivo de la cadena de supermercados se ha opuesto desde el primer minuto al plan de Fridman, ahora ha pedido a los accionistas que acudan a la opa a riesgo de perderlo todo. Una petición pública que ha sorprendido, porque los responsables de LetterOne ya han anunciado que le despedirán como al resto del equipo gestor.

Fuentes próximas a la operación interpretan que este viraje es una forma de protegerse ante potenciales demandas por parte de los accionistas, especialmente del propio LetterOne, por no haber sido capaz de advertir, cuando era responsable de auditoría, los graves problemas contables que han llevado a la empresa a esta situación de inviabilidad. Si DIA solicitara el llamado 5 bis a un juzgado para protegerse de los acreedores, el fondo con base en Luxemburgo pondría en marcha su maquinaria legal, al considerarse engañado por los gestores del grupo, lo que le ha provocado unas pérdidas de al menos 600 millones.

MientrasLetterOne ha acelerado su campaña para captar accionistas que aseguren el éxito de la oferta pública de adquisición (opa) sobre DIA, el agresivo plan del fondo de capital riesgo dirigido por Mikhail Fridman ha chocado de frente con Banco Santander apenas a cinco días de que se resuelva si la compañía se salva o entra en concurso de acreedores. Según varias fuentes próximas a las negociaciones, la entidad dirigida por Ana Botín ha rechazado de pleno el principio de acuerdo que el inversor había alcanzado hace unos días con el resto de los 13 acreedores principales de la empresa de supermercados.

Mikhail Fridman Ana Patricia Botín Concurso de acreedores Distribuidora Internacional de Alimentación (DIA)
El redactor recomienda