Más problemas en Deoleo: Ibarrola deja la presidencia por temas de salud tras un mes

Miguel Ibarrola, presidente y consejero delegado de Deoleo desde hacía apenas un mes, ha dimitido este lunes "por razones de salud", según ha matizado la compañía en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En su lugar, se colocará de momento al vicepresidente del consejo, Manuel Atencia.

Ibarrola, que antes y de forma muy breve había sido consejero dominical, fue nombrado consejero delegado de Deoleo a finales de febrero, en sustitución de Pierluigi Tosato —como adelantó entonces El Confidencial—. Este ejecutivo había sido elegido por su condición de máxima confianza para el accionista de referencia, el fondo de capital riesgo CVC. Y es que Ibarrola ya había estado vinculado al vehículo británico en otras de sus millonarias operaciones, como la firma de moda Tendam o el grupo de restauración Zena. Tosato, a su vez, sigue vinculado a la empresa como inversor.

TE PUEDE INTERESAR

Deoleo registra una pérdida récord de 300 M por el deterioro de sus marcas

Carla Raffin

"La dimisión es efectiva con efectos desde el día de hoy, fecha en la que ha recibido la comunicación", explica Deoleo en el hecho relevante, enviado tras haber reunido este lunes al consejo de administración.

La compañía de aceite, propietaria de marcas como Carbonell, Koipe, Hojiblanca o Elosúa, cerró 2018 con unas pérdidas récord de 291 millones de euros, debido al ajuste contable asumido por el deterioro del valor de sus marcas, enredadas en la guerra de precios a que está sometido el sector. Con todo, Deoleo también sufrió una caída aguda de las ventas (-12,5%), por culpa del menor consumo que registró en Italia y en EEUU.

Ya en su presentación de resultados, Deoleo echaba la culpa a las marcas blancas de su descalabro contable. Según zanjó entonces el grupo de aceite, "Deoleo mantiene su apuesta por la calidad", criticando la falta de visión de futuro que guarda la reducción de precios que practican sus competidores. Unos precios, sin embargo, contra los cuales Deoleo también ha admitido en el pasado que no puede competir.