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Accionistas del BBVA claman contra FG: "Esperemos que el alejamiento sea definitivo"
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piden celeridad a Torres a la hora de adoptar decisiones

Accionistas del BBVA claman contra FG: "Esperemos que el alejamiento sea definitivo"

La decisión de Francisco González de abandonar sus cargos honorarios en la víspera ha desactivado la guerra prevista en la Junta, pero no el cabreo y la indignación general de los accionistas

Foto: Carlos Torres preside la Junta de Accionistas del BBVA este viernes en Bilbao. (EFE)
Carlos Torres preside la Junta de Accionistas del BBVA este viernes en Bilbao. (EFE)

Ha habido reproches a Carlos Torres por su demora en actuar: "No se escude en las investigaciones abiertas para retrasar la actuación", se ha criticado

"Nos preocupa que se cierre en falso. La demora está afectando a la imagen de la reputación y la credibilidad y, por ende, al de la plantilla", ha 'disparado' en primer lugar Francisco Anastasio Ejea, en representación de la mayoría sindical del banco, y que ha pedido "tolerancia cero, rigor, contundencia y celeridad" a la hora de adoptar decisiones. Su intervención ha sido recibida por los aplausos generalizados de una sala que ha parecido estar 'anestesiada' por la decisión de Francisco González de abandonar la presidencia honorífica del banco y la fundación, y también por el discurso de Torres previo a las intervenciones de los accionistas garantizando una actuación "honesta" con "rigor y rapidez".

Foto: Montaje: EC.

Foto: Francisco González. (EC)

Los prolegómenos de la Junta

El nombre de Francisco González no es el único protagonista de la actualidad informativa vasca del 15 de marzo. La casualidad hace que el banquero gallego comparta titulares con el consejero vasco de Salud, Jon Darpón, que el jueves dejó su cargo acorralado por la polémica Oferta Pública de Empleo de Osakidetza que se encuentra en los tribunales, que han abierto una investigación para depurar las responsabilidades penales después de que la Fiscalía haya apreciado indicios de revelación de secretos por filtraciones de exámenes en diversas especialidades médicas para beneficiar a determinados opositores. Se trata del primer consejero de un Gobierno vasco que dimite por una investigación judicial en curso. Salvando las distancias entre ambos casos, las reacciones de los perjudicados son similares. Porque ambas decisiones, las de González y Darpón, "llegan tarde", según se coincide en denunciar. "El daño ya está hecho", clama un accionista "de toda la vida" en declaraciones a El Confidencial. Porque, como constata, el BBVA "es más que una cuenta de resultados".

¿Qué le parece la decisión de Francisco González de dimitir temporalmente de sus cargos? La pregunta le pilla por sorpresa, con el pie cambiado, a un veterano accionista que, sentado en su asiento desde una hora y media antes del inicio de la Junta, devora lo que la prensa del día dice sobre la renuncia del expresidente del banco. "No tengo ninguna opinión", despacha al percatarse de la acreditación de prensa. En verdad, cuando dice "no tengo opinión" quiere decir "no quiero responder". Es su manera de zanjar el asunto. De hecho, deja de ojear las páginas económicas y no vuelve hasta ellas hasta que es consciente de que no es observado nuevamente.

No es el único que guarda silencio en los prolegómenos de la Junta. Todavía falta mucho para el comienzo de la Junta y, en previsión de lo que pueda ocurrir en la sala, pocos quieren significarse. Al menos, de inicio. "No contesto a nada", asevera un asistente a la Junta que, por no querer responder, ni siquiera dice si es accionista o no. El sector más joven es el más madrugador en acudir al Euskalduna, mientras que los más veteranos, vinculados al banco desde sus iniciales siglas de BBV, apuran antes de ocupar un asiento. "Lo siento, que hable quien tiene que hablar", se disculpa un joven empleado del banco que ni siquiera había alcanzado la mayoría de edad cuando FG inició su relación con la entidad. Y los que tienen que hablar -o quieren hablar- se hacen notar. Se les ve en el rostro que tienen ganas de 'largar'. Y lo que dicen -más bien denuncian- es, a grandes rasgos, similar. El perjuicio reputacional es un hecho. Como también lo es que la salida temporal de González debe ser definitiva. A la espera de que, en su caso, se depuren todas las responsabilidades -"si es que algún día se depuran", apostilla un escéptico accionista-, el paso dado por FG de apartarse momentáneamente es un "primer paso". "Y esperemos que no sea el último", se coincide en señalar. Porque, como deja constancia Antonio Fragua, lo que rodea al banco en los últimos tiempos parece más propio de una película de espías de la Guerra Fría.

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