Galán (Iberdrola) y Bogas (Endesa) escoltan a Pedro Sánchez en plena carrera electoral
El presidente del Gobierno aprovecha sus últimas intervenciones como máximo responsable en la Moncloa para afinar su discurso verde y tejer alianzas de provecho
A dos meses de que se celebren las elecciones generales, convocadas por Pedro Sánchez hace menos de una semana, el presidente del Gobierno ha presentado las líneas maestras del Plan de Energía y Clima ante la mirada atenta en primera fila de los presidentes de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y de Endesa, José Bogas, las dos mayores eléctricas de España.
Ambos lucían en la solapa de sus trajes el círculo multicolor que identifica los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y que han sido adoptados por Moncloa para la Agenda 2030. La sintonía entre Gobierno y eléctricas dista mucho de los rifirrafes que mantuvieron hace menos de un año estas compañías con el anterior ministro de Energía del PP, Álvaro Nadal, hoy completamente fuera de la vida política.
La bandera verde que se ha arrogado Pedro Sánchez es un filón para las 'utilities' españolas, que quieren aprovechar el papel de la electrificación en el proceso de descarbonización energética. El plan que esbozó a grandes rasgos Sánchez este miércoles ante la opinión pública es conocido por las empresas con todo tipo de detalle desde hace tiempo, apuntan fuentes próximas al Gobierno.
Lejos quedan las intenciones del Ejecutivo socialista de recortar la retribución de las hidráulicas y las nucleares, que se pierden en lontananza como algo a tratar en el futuro, cuando se aborde la reforma del mercado eléctrico.
La fuerte penetración de renovables anunciada por Pedro Sánchez, que prevé un 42% de generación verde total y hasta el 70% de fuentes limpias del 'mix' eléctrico global, es un acicate y apuesta de inversión segura para unas Iberdrola y Endesa lanzadas ya a por desarrollos y activos fotovoltaicos y eólicos en la península Ibérica.
Hay incluso quien va más allá y ve como un apoyo político 'de facto' el buen encaje para Iberdrola del Plan de Energía y Clima y en el anteproyecto de Ley de Cambio Climático, que llegará al Consejo de Ministros este viernes. La eléctrica con sede en Bilbao, que goza de una fuerte ascendencia sobre el PNV, puede servir para decantar unos cuantos apoyos parlamentarios clave en una hipotética investidura que, 'a priori', se presenta muy abierta. Sobre todo con el actual distanciamiento de los partidos nacionalistas catalanes.
A nadie en el sector energético se le escapa que en la caída de Mariano Rajoy, donde el PNV fue clave, también estuvo presente la mala relación entre el exministro Nadal e Iberdrola.
La buena onda de las eléctricas contrasta con la frialdad, si no enfado, de otros importantes actores. A diferencia de Iberdrola y Endesa, al acto de Pedro Sánchez no acudieron los primeros espadas de grandes empresas energéticas como Repsol, Cepsa, Naturgy o EDP. Aunque algunas sí han mandado a altos directivos, todas han esgrimido diferentes argumentos para excusar su ausencia del acto al que estaban invitadas.
Se sienten más agraviados desde la oposición. El portavoz de la comisión de Energía en el Congreso de los Diputados por el Partido Popular, Guillermo Mariscal, asegura que el principal grupo parlamentario en España no ha sido invitado a la presentación del Plan de Energía y Clima, cuando hay que tenerlo listo a finales de este año y creen que puede ser otro Gobierno quien tenga que finalizar el trabajo para la Comisión Europea.
Uno de los principales mensajes que recalcó el presidente es el del fin de los vehículos de combustión en 2040. Un polémico apartado que ha traído de cabeza no solo al sector petrolero sino también al automovilístico y al gasístico, aunque a este último en menor medida.
Habrá que ver cómo se posicionan estos fuertes 'lobbies' durante la campaña electoral que ya está lanzada. Pedro Sánchez quiso destacar los 300.000 empleos que puede crear el sector de la energía en su conjunto en el proceso de descarbonización y cambio climático durante la próxima década. Quizás una cifra para tratar de contrarrestar la destrucción de empleo que sus detractores van a echarle en cara. No hay que olvidar que el sector del automóvil, que pese a todo trata de seguir la estela de la transición ecológica, está sufriendo descensos de ventas y matriculaciones por las dudas cada vez más altas del consumidor.
Empresas como Mercedes empiezan a temer un ERE en una calma tensa. La patronal Anfac pidió moderación en el mensaje, pero hoy Pedro Sánchez ha querido sacar a relucir de nuevo el fin del vehículo de combustión en 2040. Desde el ministerio, consideran que se está generando un debate irreal y con fines partidistas, ya que la fecha es aún muy lejana: restan 21 años, más que la vida útil de un automóvil.
Sea como fuere, se trata de una industria que en España mueve un 10% del PIB y miles de empleos en las ciudades donde se ensamblan automóviles. Las baronías socialistas lo saben, de ahí algunas discrepancias con Moncloa aireadas en los últimos meses. Hay 17 fábricas en España a las que se invita a transformarse. La pregunta es si el cambio no es traumático y se puede llevar a término. También se comenta que a Iván Redondo, el gurú que trata de mantener a Pedro Sánchez en la Moncloa, no le salen las cuentas en este asunto: en la lucha contra el motor de combustion ve más posibilidades de perder votos que de ganarlos. El partido entre partidos sigue abierto y los poderosos juegan sus cartas.
A dos meses de que se celebren las elecciones generales, convocadas por Pedro Sánchez hace menos de una semana, el presidente del Gobierno ha presentado las líneas maestras del Plan de Energía y Clima ante la mirada atenta en primera fila de los presidentes de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y de Endesa, José Bogas, las dos mayores eléctricas de España.