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Los Guillén (Acesur), como Sovena: alquilan sus aceitunas a IAN y se centran en el aceite
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los dueños de la española salen del sector aceitunero

Los Guillén (Acesur), como Sovena: alquilan sus aceitunas a IAN y se centran en el aceite

La familia de aceiteros suma más de tres años de alianza con Industrias Alimentarias de Navarra, controlada por Portobello. El grupo foral suma la planta de Sevilla a las de Cáceres y Valencia

Foto: Planta de envasado de Acesur en Dos Hermanas. (Fernando Ruso)
Planta de envasado de Acesur en Dos Hermanas. (Fernando Ruso)

Los grandes grupos familiares aceiteros, españoles o no, están concentrando cada vez más su foco en este producto, el aceite de oliva, dejando de lado actividades tradicionalmente unidas como el aderezo y envasado de aceituna de mesa. Tras vender el gigante familiar portugués Sovena una de sus dos únicas plantas a Aceitunas Guadalquivir (la de Badajoz, mantiene otra en Cáceres), ahora El Confidencial ha podido saber que una estrategia muy similar han seguido los Guillén, propietarios de las marcas de aceite La Española y Coosur.

La familia, a través de su sociedad Aceitera del Guadalquivir ubicada en La Roda de Andalucía (Sevilla), ha salido del negocio de la aceituna alquilando las instalaciones y maquinaria que poseía a Industrias Alimentarias de Navarra (IAN, controlada por el fondo de capital riesgo Portobello). En concreto, según se recoge en las últimas cuentas anuales de esa sociedad, los Guillén alquilan por 265.000 euros al año (el primer ejercicio fue en 2016, pero las cuentas donde se recoge se entregaron hace pocos meses al registro). El contrato inicial es por 6 años, que vencerían en 2022.

Foto: Aceitunas negras en una acción de protesta de los agricultores españoles. (EFE)

Otra lectura es que las compañías aceituneras están a su vez especializándose cada vez más en ese producto. IAN, que es muy conocida por la marca de espárragos Carretilla, tiene además una potente filial (Comaro) de aceituna de mesa con fábricas en Cáceres y Valencia. Vende en más de 50 países, con muy poca presencia en España, y las dos plantas de Comaro tienen capacidad para 24.000 toneladas. Produce tanto aceituna verde como negra, precisamente la afectada por los aranceles de Trump. Las instalaciones que tiene alquiladas a los propietarios de Acesur iban a ser clausuradas.

Un arancel que impactó de manera muy concreta en la citada Aceitunas Guadalquivir (familia Escalante), una de las tres empresas sobre las que se basó el expediente del Gobierno de EEUU para imponer esos aranceles medios del 35% a todo el sector en España. Guadalquivir se ha reforzado ante ello y en 2017, cuando se inició el proceso que acabó aprobando esos impuestos a la aceituna negra española o procesada en España. tomó la planta de Sovena en Almendralejo. Otras empresas como Dcoop o Ángel Camacho están comprando participaciones en empresas de Portugal, Marruecos o EEUU para mantener el pulso tras el varapalo del arancel.

Líder en oliva en España

En paralelo, tras alquilar esas instalaciones, Acesur ha impulsado la producción de aceite en la almazara anexa situada en La Roda. De 40.000 toneladas anuales de producción de aceite ha pasado, en estos tres años, hasta las 80.000 toneladas. Hace justo un año, la compañía que preside Juan Ramón Guillén y dirige como CEO su hijo, Gonzalo Guillén, comunicó que es la primera empresa de venta de aceite de oliva (en todas sus categoría, extra, oliva y orujo) de España con una cuota del 21% en 2017.

Esto supuso 65 millones de litros comercializados en España. A ellos se sumaron otros 52 millones de litros exportados envasados, el 80% de oliva y el resto de aceites de semillas (girasol). También comercializó fuera de nuestras fronteras 13.000 toneladas a granel. Todo ello le situó ese año 2017 (último del que Acesur ha facilitado cifras) con una cuota del 15,2% en exportación de aceite español.

Acesur factura anualmente en torno a 600 millones y opera también en el sector energético mediante plantas de biodiésel, biomasa y cogeneración asociadas a sus propias instalaciones industriales en Sevilla, Jaén y Toledo. Los Guillén dieron un vuelco a su estrategia no sólo arrendando esas instalaciones en La Roda, sino deshaciendo su alianza en aceituna con el grupo cordobés De Prado. Ambos crearon en 2015 una empresa al 50% para exportar sobre todo a EEUU, sociedad que se liquidó sólo un año después. Porteriormente, en enero de 2017, De Prado pasó a formar parte del grupo Dcoop mientras Acesur ha abandonado ya al completo el mercado de la aceituna de mesa.

Los grandes grupos familiares aceiteros, españoles o no, están concentrando cada vez más su foco en este producto, el aceite de oliva, dejando de lado actividades tradicionalmente unidas como el aderezo y envasado de aceituna de mesa. Tras vender el gigante familiar portugués Sovena una de sus dos únicas plantas a Aceitunas Guadalquivir (la de Badajoz, mantiene otra en Cáceres), ahora El Confidencial ha podido saber que una estrategia muy similar han seguido los Guillén, propietarios de las marcas de aceite La Española y Coosur.

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