AENA rescata a Duran i Lleida para hacerle consejero en lugar de Piqué

Primera decisión controvertida que saca adelante Maurici Lucena como presidente de AENA. El gestor aeroportuario, cuyo máximo accionista es el Estado a través de la sociedad Enaire (Fomento), aprobará esta semana el nombramiento como consejero independiente del expolítico catalán Josep Antoni Duran i Lleida, según han confirmado a este diario fuentes próximas al máximo órgano de administración.

Duran i Lleida está retirado de la actividad pública desde 2016, después de que la formación Unió Democràtica se quedara fuera del Congreso de los Diputados, donde fue portavoz de CiU durante más de 10 años. Su nombramiento ocupará la vacante dejada por el también expolítico catalán Josep Piqué, que abandonó el cargo a principios de año por la “asunción de nuevas responsabilidades profesionales”.

TE PUEDE INTERESAR

Lucena aterriza en Aena: “Apostamos por mantener lo esencial y cambiar los acentos”

Carlos Hernanz Fotos: Patricia Seijas

A mediados de enero, el diario 'El Nacional' adelantó el plan que el presidente Maurici Lucena (exdirigente del PSC) se traía entre manos. A pesar de su rol de independiente, el abogado nacionalista tiene un perfil muy alejado del de su antecesor, que ha pasado por consejos de administración de compañías como ITP, Vueling o Airbus, además de Abengoa, Volkswagen u OHL, claramente vinculadas con el sector aéreo.

Entrar en el consejo de AENA, pese a ser una compañía cotizada, está lejos de los niveles de retribución que tiene la mayoría de compañías del Ibex. Su condición de empresa pública hace que las remuneraciones (vía dietas) de los consejeros estén limitadas a un máximo de 12.000 euros anuales, igual que para su primer ejecutivo, ahora Maurici Lucena, cuya salario estará en torno a los 130.000 euros.

Este nombramiento se produce poco después de que el empresario y expolítico Josep Sánchez Llibre, la otra cara visible de Unió Democràtica durante décadas, se hiciera a finales de 2018 con la presidencia de la patronal catalana Foment del Treball y con una de las vicepresidencias de CEOE. De esta manera, dos de los rostros del nacionalismo más moderado encuentran acomodo en organismos de claro peso institucional.