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Abengoa se atasca en el segundo rescate por la objeción de CaixaBank
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rechaza participar en las líneas de avales

Abengoa se atasca en el segundo rescate por la objeción de CaixaBank

La negociación con un puñado de entidades, entre las que están también Santander, HSBC o Crédit Agricole, es clave para renegociar 3.300 millones y pagar a bonistas para evitar el concurso

Foto: Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

El suspense, como ya es tradicional, rodea el nuevo proceso de refinanciación de Abengoa lanzado a final de septiembre. La negociación, que a diferencia de la cerrada en 2017 se produce con la empresa en funcionamiento y no en preconcurso, ha aflorado diferencias entre las distintas entidades financieras involucradas. Santander, HSBC, Bankia y Crédit Agricole se muestran a favor de participar en una nueva línea de avales de 70 millones. CaixaBank, por su parte, es la única gran entidad integrada en el 'pool' habitual de financiadores del grupo andaluz que ha dicho que no.

La consecución de esos 70 millones, mediante la firma formal de cada entidad, desencadena además la aportación de otros 70 millones por parte de la aseguradora semipública Cesce, quien ya ha dado su visto bueno. Estos avales de 140 millones son clave para que Abengoa siga pujando por contratos a nivel internacional, como los logrados este año en Abu Dabi en energía solar o desalación. Distintas fuentes consultadas señalan que lograr el visto bueno de todos los bancos es además la clave para cerrar a final de año la refinanciación total de 3.300 millones. Sin embargo, CaixaBank asegura que ya no forma parte del 'pool' bancario, ya que vendió la deuda que mantenía con la firma y no ha recibido ninguna propuesta para financiar avales.

Foto: Felipe Benjumea, expresidente de Abengoa (derecha). (EFE)

El quilombo financiero está, pues, servido. Con independencia del papel de mayor o menor relevancia que vaya a jugar el banco con sede en Valencia, lo cierto es que Caixa ya fue la entidad que más exigente se mostró en el primer proceso de refinanciación. Gracias a él, Abengoa salió del preconcurso en 2017. El proceso actual incluye los avales, la consecución de liquidez (100 millones) y fondos necesarios para pagar a acreedores contrarios al primer pacto que ganaron demandas en los tribunales por 140 millones. La compañía utiliza además la última central que construye en México —denominada A3T— como activo sobre el que apalancarse merced a su valoración de 576 millones.

Esos acreedores contrarios son grandes grupos como Zurich, la eléctrica americana Portland General Electric, un banco público de EEUU (Export-Import Bank) o firmas asiáticas, así como bonistas particulares atrapados por el preconcurso. Abordarlos con el pacto cerrado con las entidades financieras refuerza la opción de que la empresa logre su visto bueno al conjunto de la refinanciación. La amenaza de que las exigencias de pago a esos impugnantes pudiera llevar la empresa a concurso ha forzado en parte esta nueva refinanciación.

El reparto de los avales entre las entidades financieras deja a Santander como principal banco, con un 40% tras haber asumido la participación de Popular, que era otro de los tradicionales financiadores del grupo con sede en Sevilla. Bankia y CaixaBank aportarían otro 20% cada uno, Crédit Agricole otro 15%, y HSBC el 5% restante, según la propuesta enviada por la empresa.

Luces y sombras del año

Las dificultades en este proceso son solo el último escollo en un año 2018 que está siendo muy exigente para el grupo que preside Gonzalo Urquijo. Los problemas de Abengoa México, filial separada financieramente de la matriz española, para pagar a sus acreedores tras salir del concurso han sido otra sacudida tras el verano. A ello se suma la potencial multa que afronta de la Comisión Europea por una investigación ligada a su antiguo negocio de biocombustibles (etanol). Un tercer frente de relevancia es el de la central Waad Al Shamal de Arabia Saudí, por la que ha tenido que provisionar 120 millones ante potenciales pérdidas.

En la cara positiva, la compañía ha recuperado el pulso relativamente gracias a grandes contratos logrados o en ciernes en Abu Dabi. Este emirato está impulsando las que se consideran la mayor planta solar y la mayor desaladora del mundo. Abengoa participa en el primer proyecto (480 millones) y ha presentado en alianza con la saudí Acwa la mejor oferta para el segundo. También ha completado la venta del 41% de Abengoa Yield al grupo canadiense Algonquin, logrando repagar en torno a dos tercios de la nueva deuda (y más cara) contraída con los nuevos bonistas y fondos que respaldaron el rescate (casi 1.200 millones).

El suspense, como ya es tradicional, rodea el nuevo proceso de refinanciación de Abengoa lanzado a final de septiembre. La negociación, que a diferencia de la cerrada en 2017 se produce con la empresa en funcionamiento y no en preconcurso, ha aflorado diferencias entre las distintas entidades financieras involucradas. Santander, HSBC, Bankia y Crédit Agricole se muestran a favor de participar en una nueva línea de avales de 70 millones. CaixaBank, por su parte, es la única gran entidad integrada en el 'pool' habitual de financiadores del grupo andaluz que ha dicho que no.

Refinanciación HSBC
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