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Endesa comunica al Gobierno el cierre inmediato de sus dos centrales de carbón
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la parada se iniciará a partir del 1 de enero

Endesa comunica al Gobierno el cierre inmediato de sus dos centrales de carbón

El consejo de administración de la eléctrica acaba de aprobar la medida, que ha sido trasmitida a Teresa Ribera y que entrará en vigor el próximo 1 de enero

Foto: Central térmica de Andorra. (R. M.)
Central térmica de Andorra. (R. M.)

Las centrales térmicas de Andorra (Teruel) y de Cubillos del Sil (León), propiedad de Endesa, tienen ya los días totalmente contados. Según han confirmado fuentes del sector, la eléctrica española propiedad del grupo italiano Enel ya ha comunicado oficialmente al Ministerio de Transición Ecológica su decisión de no invertir ni en euro más en estas dos plantas de carbón para adaptarlas a los nuevos estándares medioambiantes exigidos por la Unión Europea. El anuncio formal lo hará la propia Endesa la próxima semana en la presentación de su nuevo plan estratégico.

Dicho plan acaba de ser aprobado por el consejo de administración de la compañía eléctrica, controlada en un 70% por Enel, y será comunicado a los inversores el próximo 21 de noviembre. Un día antes hará lo propio la multinacional italiana, que ya ha incluido en su hoja de ruta el cierre de estas dos centrales de carbón. Por tanto, José Bogas, consejero delegado de Endesa, ha trasmitido ya a Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, la decisión definitiva para proceder al cierre efectivo el 30 de junio de 2020.

Endesa se lo ha comunicado ya porque apagar las dos centrales requiere de un periodo de tiempo que oscila entre los 12 y los 18 meses. Por ello, la eléctrica contaba con hasta el 31 de diciembre de plazo máximo para dar la orden. Pero Bogas se lo ha adelantado ya a la ministra, porque el cierre de Compostilla, como se conoce a la planta de León, y de Andorra iba a ser una pregunta que se daba por descontada por parte de los inversores durante la presentación del plan estratégico. El consejo de la compañía ha considerado que no es rentable destinar los cerca de 400 millones que necesitarían ambas plantas para adecuarse a las nuevas exigencias de Europa.

Según las mismas fuentes, Ribera ha entendido la decisión de Enel, pero no así los barones regionales del PSOE. La transalpina adelantó en mayo de 2017 sus intenciones en la junta general que mantuvo en Roma (Italia). Aquel anuncio provocó un gran malestar en el Gobierno del Partido Popular y, en particular, de Álvaro Nadal, ministro de Energía. Nadal llegó a atacar a Endesa por “hacer política para los italianos a costa de consumidores y trabajadores de España”.

Nadal aseguró que el carbón seguiría formando parte del 'mix' energético, por lo que haría lo posible por evitar el cierre de estas centrales más contaminantes. Pero el punto de vista de Ribera es muy diferente y ha reconocido varias veces que “el carbón tiene poco futuro”, amén de admitir que este combustible tiene “un coste antieconómico para los titulares de las instalaciones y del país en su conjunto”. Por ello, según las mismas fuentes, la ministra ha dado por buenos los planes de Endesa, a la que, no obstante, le ha pedido un plan de recolocación para los miles de trabajos afectados, tanto directos como indirectos. El impacto en las plantillas será a partir del 1 de enero de 2019.

Planes de recolocación

La eléctrica presidida por Borja Prado va a ofrecer alternativas para los empleados fijos de ambas centrales, que suman cerca de 1.000 personas, pero las empresas auxiliares que son proveedoras de Compostilla y Andorra suman otras 4.000, según fuentes sindicales. La compañía también tiene intención de negociar con los ayuntamientos de las poblaciones afectados un programa de desarrollo local, ya que las administraciones locales temen efectos colaterales en la población y en la economía de la región.

Foto: Los trabajadores de la Compañía Minera Asturleonesa durante la protesta que llevaron a cabo en agosto ante las puertas de la central térmica de Compostilla. (EFE)

Endesa ya ha enviado cartas a algunos trabajadores de la central de León para proponerles un cambio de lugar de trabajo, en concreto, el traspaso a la planta de As Pontes, en A Coruña. Un indicio que los sindicatos han traducido en el cierre inminente de las centrales, lo que ha provocado los primeros despidos en las empresas auxiliares y las consecuentes movilizaciones de protesta.

La eléctrica obtuvo un beneficio neto de 1.193 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa un incremento del 10% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, un rendimiento que la compañía ha achacado al buen comportamiento del mercado liberalizado, la estable evolución del mercado regulado y la recuperación del margen del negocio de gas. Los ingresos de la energética en el periodo de enero a septiembre ascendieron a 15.353 millones de euros, un 4% más.

Las centrales térmicas de Andorra (Teruel) y de Cubillos del Sil (León), propiedad de Endesa, tienen ya los días totalmente contados. Según han confirmado fuentes del sector, la eléctrica española propiedad del grupo italiano Enel ya ha comunicado oficialmente al Ministerio de Transición Ecológica su decisión de no invertir ni en euro más en estas dos plantas de carbón para adaptarlas a los nuevos estándares medioambiantes exigidos por la Unión Europea. El anuncio formal lo hará la propia Endesa la próxima semana en la presentación de su nuevo plan estratégico.

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