Fertiberia critica la pasividad política con los residuos de fosfoyesos de Huelva

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Carlos Pizá. Sevilla

La reciente publicación de una nota de prensa del Consejo de Seguridad Nuclear en la que se citan seis emplazamientos en España con radiactividad constatada, y que están controlados, ha vuelto a encender la polémica que Huelva vive desde 2010, cuando la Audiencia Nacional ordenó el fin de los vertidos de fosfoyesos. Desde entonces, es esta entidad judicial la que está tutelando todo el proceso de restauración de la zona. La denuncia de WWF que dio lugar al fin de los vertidos por haber caducado la concesión para ello incluía la petición de recuperación de la zona.

Ese informe del CSN, explicó Romero, se refiere a la necesidad de hacer en España un catálogo de lugares radiactivos "que no se ha hecho. "El CSN lo que dice es que deberían de identificarse y controlarse como los seis que ya están controlados y no generan ningún problema, como las balsas de Huelva". Tampoco son radiactivos a un nivel peligroso, ya que en 2009 el mismo CSN confirmó mediante infomes encargados a la Universidad Politécnica de Madrid que su efecto es "nulo" para la población de Huelva. "Emiten 1 miliSievert al año, frente a los 7 de una radiografía o los 3,7 que en promedio recibe una persona en España en un año", precisó Miró. José Fiscal, consejero andaluz de Medio Ambiente o originario de Huelva, ya ha dicho que el proyecto de restaruación de Fertiberia "no vale" tras publicarse esa nota del CSN.

Abuso con el procedimiento de alegaciones

La ejecución del proyecto comenzará cuando el actual ministerio de Transición Ecológica conceda su visto bueno al mismo. Tiene hasta el mes de marzo para visar cómo se están tramitando las 1.345 alegaciones, de las que 1.200 son la misma repetida todas esas veces merced a campañas de recogida de firmas de ciudadanos de las asociaciones ecologistas. "Realmente sólo hay 150 alegaciones diferentes, con el resto se ha producido un abuso del procedimiento", asegura Romero.

Tras ello, deberá ser la Junta andaluza quien conceda su visto bueno a la modificación sustancial de la autorización ambiental integrada que supone acometer la restauración. Algo que no está claro, en especial tras las declaraciones del consejero Fiscal. Y, por último, que el ayuntamiento considere el proyecto ajustado a la planificación urbanísitca. "Cuando tengamos la licencia de obras será cuando la Audiencia Nacional deje de tutelar todo el proceso administrativo para garantizar que se cumple la sentencia de 2010", detalla Miró.

En el mundo hay 3.000 toneladas de fosfoyesos acumulados en balsas, al año se generan hasta 250 y, de ellas, 40 Tn en Marruecos que las tira al mar

En todo el mundo, según Romero, hay 3.000 millones de toneladas de fosfoyesos acumuladas que no generan "ningún problema". Anualmente se producen unas 250 millones de toneladas, "de las que entre 30 y 40 millones se generan en Marruecos y se arrojan al mar, algo que no hay que olvidar", subrayó el gerente de la asociación patronal. Tanto él como Miró pusieron como ejemplo las 8 balsas situadas al sur de la ciudad de Tampa (Florida), que son como las de Huelva al situarse en una marisma, y no han generado ningún problema.

Sobre las cenizas radiactivas de Acerinox, vertidas con permiso de todas las administraciones a finales de siglo sobre una superficie equivalente "a un campo de juego de balonmano" tras el incidente en la planta de la acería en Los Barrios (Cádiz), también el proyecto recoge su recuperación según ha precisado la Audiencia Nacional. Se acotará su perímetro y se controlará su evolución. El proyecto de restauración de las 720 hectáreas incluye 10 años para ponerlo en marcha y otros 30 años de control y monitorización.

En cuanto a la demanda de determinados sectores de Huelva, en especial del partido Mesa de la Ría, de que se trasladen fuera de la ciudad, los directivos lo calificaron de inviable. "La Audiencia Nacional ya lo descartó hace años y dictó que se debía de actuar sobre el terreno actual. Los fosfoyesos son un producto reutilizable, pero los potenciales clientes de los subproductos que se pueden obtener de él están lejos de Huelva y los costes logísticos hacen inviable que se reusen estos residuos", explicó Miró.