El Ibex bate récords... de destituciones a falta de talento para salir del agujero

La vuelta del verano ha sido especialmente negativa para los inversores bursátiles, los pequeños, los que por lo general suelen llegar tarde a la fiesta, como a los profesionales y a los propios ejecutivos de las grandes compañías. El Ibex ha retrocedido un 4,87% desde el 1 de septiembre, periodo en el que se ha vivido el mayor número de destituciones y/o renuncias en las cúpulas directivas de las principales empresas cotizadas de España. Unos ceses con los que, según explican algunos consejeros, las sociedades buscan dar mensajes de que toman medidas ante la falta de ideas para adaptar sus planes de negocio a una realidad profundamente cambiante.

Los primeros que movieron piezas fueron los dos grandes bancos españoles. Ana Botín, presidenta del Santander, anunció el relevo de su consejero delegado, José Antonio Álvarez, para ser sustituido por Andrea Orcel, un banquero de inversión sin experiencia en la gestión de banca 'retail'. Pese a todas las especulaciones que provocó su nombramiento, Ana Botín explicó que el Santander iba a continuar con la misma estrategia, por lo que la dimensión del cambio en la cúpula del banco está por ver cómo afectará. Desde la llegada de la presidenta, la cotización de la institución financiera se ha dejado un 45%, con dos ampliaciones de capital dilutivas para el accionista por el camino por 15.000 millones.

Unos ceses con los que las sociedades buscan dar mensajes de que toman medidas ante la falta de ideas para adaptar sus negocios a la realidad

Dos días después fue Francisco González el que confirmó que formalizaba su salida de BBVA tras 18 años en el banco y una rentabilidad para el accionista del -50%. Pese a este contexto adverso, el financiero gallego ha ejercido un rol activo como influyente del Ibex ante los distintos Gobiernos que han pasado por Moncloa. Su perfil público de tipo duro escondía un caracter más afable, como demostraba la tradición de pedir a sus colaboradores un chiste antes de comenzar reuniones importantes, incluso en las citas en inglés.

Su sustituto fue el esperado Carlos Torres, un hombre forjado en McKinsey y Endesa, que deberá afrontar haber perdido 4.000 de los 6.000 millones invertidos en el banco turco Garanti, una de las grandes apuestas internacionales de su predecesor. Ambos anuncios no han tenido ninguna repercusión en los mercados. Al contrario, la cotización del Santander ha perdido un 6,77% y la de BBVA ha cedido un 3,69%, en un periodo en el que el índice selectivo ha tropezado un 6%.

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Ó. G.

Situación similar vive Siemens Gamesa, que no levanta cabeza desde que la alemana tomó el control de la empresa española con el apoyo inicial de Iberdrola y la oposición posterior del presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán. Esta semana dimitió Rosa García como presidenta, siguiendo los pasos de Ignacio Martín, consejero delegado, que dejó la compañía a mediados de 2017 tras rescatarla de un momento crítico. La compañía de aerogeneradores sigue sin un rumbo claro a tenor de su rendimiento bursátil, -15,24% en el año y un 56% por debajo del precio que alcanzó cuando la germana se hizo con la vasca en abril de 2017.

Peor ha sido el 'tsunami' de Dia, la cadena de supermercados que en agosto despidió a su consejero delegado, Ricardo Currás, y el martes suspendió de empleo y sueldo a su mano derecha, Amando Sánchez, tras advertir que reformulará las cuentas de 2017 y que este ejercicio ganará menos de lo previsto. Sus acciones se han hundido un 80% mientras que un vehículo del polémico inversor ruso Mikhail Fridman, cuyas empresas han sido sancionadas en Estados Unidos por sobornos, ha ido comprando hasta el 29% del capital. Toda una contradicción —una acción que se hunde al tiempo que un empresario no deja de comprar títulos— sobre la que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no ha dicho una palabra. Igual abre expediente como contra la cúpula del Popular, año y medio después de la quiebra.

En el consejo de Dia está como vicepresidente Richard Golding, presidente de Parques Reunidos, que el pasado 4 de octubre acordó destituir a Pedro Eiroa como consejero delegado. La compañía dueña entre otros centros de ocio del Parque de Atracciones de Madrid, donde ha tenido su sede operativa, se ha depreciado un 29% en bolsa y se ha convertido en una de las peores inversiones de la familia March, primer accionista del 'holding.

Implacable ha sido también el mercado con Guillermo Ulacia, que apenas ha durado 10 meses como presidente ejecutivo de Tubos Reunidos

Implacable ha sido también el mercado con Guillermo Ulacia, el expresidente de Siemens que apenas ha durado 10 meses como presidente ejecutivo de Tubos Reunidos. La empresa vasca participada por BBVA se ha desplomado este año un 64% al reconocer que no puede hacer frente a su deuda tras implantar un fallido plan de ajuste y después de ser golpeada por los aranceles de Donald Trump. Unos 1.500 empleos están en juego, el doble de los que Alcoa quiere despedir, mientras Ulacia tenía pactada una indemnización de casi 400.000 euros en caso de destitución. El directivo ha matizado que no la cobrará porque su dimisión ha sido voluntaria.

Una debacle parecida —se ha hundido un 75%— a la de Duro Felguera, cuyo presidente, Acacio Rodríguez, ha sido suplido extraoficialmente por un equipo de consultores externos liderado por Senén Touza, el rescatador de Pescanova en nombre de Deloitte, y José María Orihuela, el ex número dos de OHL. Solo lo quieren para que firme las cuentas y acarree con la responsabilidad de haber dado información inexacta al mercado.

Otro enfermo crítico es la constructora OHL, formalmente dirigida por Juan Villar Mir, hijo del fundador, Juan Miguel Villar Mir, pero que vuelve a estar tutelada por el octogenario empresario al ver como su cotización se ha desplomado un 77% desde enero y tras cambiar de consejero delegado tres veces en apenas dos años. Todo un récord, como las destituciones otoñales.