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La ola de calor aniquila a los conejos: “En las granjas, vamos a perder el 40%"
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deja temblando una industria ya muy tocada

La ola de calor aniquila a los conejos: “En las granjas, vamos a perder el 40%"

Los productores calculan que este año disminuirá la producción en torno al 40% y subirán los precios a causa de la ola de calor y la mala aclimatación de las granjas

Foto: Una granja de conejos. (EFE)
Una granja de conejos. (EFE)

"Cuando hace calor, las vacas dan menos leche, los cerdos engordan más despacio, pero los conejos directamente se mueren. Los pobres llevan un abrigo de piel siempre encima", dice José Orra, ganadero de la provincia de Barcelona, representante del sector de Asaja y uno de los productores que han puesto esta semana el grito en el cielo por los "efectos salvajes" que están teniendo las altas temperaturas en una industria que da trabajo a más de 100.000 personas y que anda ya muy tocada por las condiciones impuestas por las grandes superficies y la pérdida de apetito de los españoles.

La mayoría de los productores tienen pequeñas explotaciones como la de Orra, que da de comer a su familia y a la de su único empleado. Con eso basta para atender a 1.000 madres, que llegan a producir unos 900 conejos a la semana. "Cuando el calor y las temperaturas pasan de los 40 grados como este año, afecta mucho a todas las conejas. El ciclo entero te lo desbarata. Afecta a las cubriciones, a los partos, a los destetes... Hay abortos del calor, y muchos se mueren. Todas las fases de la producción notan los efectos de una ola de calor así y dura más de seis meses. Es una catástrofe", dice.

Asaja, junto a organizaciones agrarias como COAG, UPA y la Confederación Nacional de Asociaciones de Cunicultores (Conacun), calcula que la producción se desplomará por encima del 40%. Las zonas más afectadas están siendo aquellas donde las temperaturas tan altas no son comunes y, por lo tanto, las granjas no disponen de medidas para paliar el calor. La peor parte se la llevan Cataluña, la costa levantina y la cornisa norte. "Hay maneras de mitigar el calor, pero son medidas muy caras que no se pueden poner en marcha de la noche a la mañana: hacen falta ventiladores especiales, agua, un estudio de vientos, etcétera. En algunas granjas del interior del país ya están más preparados, porque han pasado años horribles de calor, pero en Galicia, por ejemplo, no lo tiene casi nadie", dice Orra.

placeholder Un plato de conejo al ajillo. (EFE)
Un plato de conejo al ajillo. (EFE)

Comemos poco conejo

Según los ganaderos consultados, algunas granjas podrían llegar a perder entre el 80 y el 90% de la producción este año. "Venimos de tres o cuatro temporadas muy malas y mucha gente no ha podido hacer las inversiones de acondicionamiento. Yo creo que para algunos productores esto puede ser la puntilla", dicen. Curiosamente, a los conejos de campo la ola de calor no les afecta de la misma manera y en los cotos de caza no se espera una reducción significativa de la población.

Los cunicultores llevan años protestando por la caída de los precios que, dicen, les está conduciendo a la ruina. Según un informe reciente de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), llevan años perdiendo en torno a 30 céntimos por kilo de conejo, ya que las grandes superficies compran por debajo de coste. "Se invierten entre 1,85 y dos euros en producir un kilo de conejo, mientras que el precio medio que pagan ronda los 1,5 euros y luego se vende a 1,85 el kilo a la gente", denunciaban el año pasado. Por si fuera poco, la carne de conejo cada vez se come menos en España y apenas hay mercados de exportación. "El consumo actual es de 1,4 kilos por habitante y año. Es lamentablemente muy poco si comparas con cualquier otro tipo de carne".

Según la organización interprofesional cunícula (Intercun), España produce cada año 52 millones de conejos, que se distribuyen a través de tiendas y mercados tradicionales. Suponen además una de las últimas barreras de la despoblación en muchos pequeños pueblos. De hecho, el 94% de las granjas se encuentran en municipios de menos de 30.000 habitantes y casi la mitad en pueblos con menos de 1.500 personas censadas. Intercun calcula que la industria genera unos 10.000 empleos en granjas y otros 1.600 en las industrias asociadas. Es, además, una actividad que tradicionalmente ha estado en manos de mujeres. Valencia, Cataluña, Castilla y León, Aragón y Galicia concentran el 80% de la producción.

"Cuando hace calor, las vacas dan menos leche, los cerdos engordan más despacio, pero los conejos directamente se mueren. Los pobres llevan un abrigo de piel siempre encima", dice José Orra, ganadero de la provincia de Barcelona, representante del sector de Asaja y uno de los productores que han puesto esta semana el grito en el cielo por los "efectos salvajes" que están teniendo las altas temperaturas en una industria que da trabajo a más de 100.000 personas y que anda ya muy tocada por las condiciones impuestas por las grandes superficies y la pérdida de apetito de los españoles.

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