"Tenemos el AVE sensorizado para que los viajeros lleguen siempre a su hora”

Los beneficios de la tecnología son, en ocasiones, imperceptibles a primera vista. En otras, se plasman en tareas de la vida diaria de la que dependen muchas vidas. Eso lo sabe bien Rosa García, presidenta de Siemens en España, que se ha animado a participar en Cocinando la innovación, el ciclo de entrevistas en el que directivos de grandes empresas españolas acuden al Accenture Digital Hub para cocinar y charlar sobre cómo están innovando en el mundo digital con Juan Pedro Moreno, presidente de Accenture en España.

“Vivimos en un mundo cada vez más conectado”, asegura Juan Pedro Moreno: “La industria ya cuenta con 6.500 millones de objetos conectados y para 2020 se calcula que habrá 20.000 millones”. Y todos ellos “generarán datos que pueden ser usados por empresas e industrias de todo tipo”.

En Siemens tienen un ejemplo más que ilustrativo: “El tren de alta velocidad (AVE) lo tenemos totalmente sensorizado para que los viajeros lleguen siempre a su hora", asegura Rosa García. De este modo, “en vez de solucionar los problemas en mitad de la vía podemos arreglarlo de forma preventiva para que no falle”.

No es el único caso: “Con la tecnología podemos hacer el diseño de los productos sin prototipado o hacer un ‘gemelo digital’ de una fábrica, de modo que, antes de ponerla en marcha, tenemos claro cómo vamos a producir, de forma que sepamos que el precio de producción va a ser el adecuado y que vamos a poder hacer el mantenimiento de una forma sencilla”, nos cuenta.

García pone un ejemplo: “Imagínate que tienes que hacer la supervisión de una central que tienes flotando en medio del Mar del Norte. Normalmente cuando tienes mala mar no puedes hacerlo, pero si tuvieras un gemelo digital de esa central te pondrías tus gafas de realidad virtual y desde cualquier lugar, en tierra firme, estarías viendo exactamente todo: los sensores, los flujos de agua o de petróleo, dónde tienes localizada a la gente, etc.”.

La innovación acaba siendo un punto clave para cualquier empresa y Siemens no es una excepción: “Somos una de las principales empresas innovadoras de Europa, en el último año hemos gastado 5.600 millones de euros solamente en I+D y tenemos cientos de miles de inventores en nuestra compañía”.

Pero todos estos cambios, como recuerda Juan Pedro Moreno, “exigen un nuevo tipo de trabajador que está acostumbrado a manejar unas gafas de realidad aumentada hasta aprender cómo funciona un gemelo digital o ser consciente de los temas de ciberseguridad”.

En ese sentido, la industria se enfrenta a un doble reto: por una parte, ser capaz de reconocer y fichar a los nuevos tipos de talentos que necesita cada industria; y por otro, reciclar a los trabajadores actuales para inculcarles destrezas, habilidades y competencias digitales.

Para Rosa García, de hecho, “más que un nuevo trabajador, lo que necesitamos es una nueva cultura empresarial. Hay mucho que hacer para que todos los trabajadores sientan que pueden aportar valor, que pueden llevarles la contraria a los ejecutivos, que en ese cambio cultural tienen que actuar con mucha autonomía, como si la compañía fuera suya. Es uno de los principales cambios”, asegura.