La banca y los March premian con una quita millonaria al mayor vendedor de coches

El motor de Grupo Bergé y Cía, el mayor vendedor de coches de España, vuelve a ir sobre ruedas. La compañía vasca, presidida por Jaime Gorbeña, ha conseguido estabilizar su salud financiera después de estar en verdaderos apuros tras una fallida inversión en energías renovables. El 'holding', que el pasado año facturó 3.200 millones de euros y tiene 4.500 empleados, ha amortizado 222,58 millones de euros a la banca y a la familia March, que le han premiado con una quita del 23% por buen pagador, según han confirmado fuentes próximas a la corporación industrial.

Las mismas fuentes explican que Bergé ha utilizado los fondos conseguidos con la venta de su negocio de remolcadores, comprado por una empresa de Dubái por unos 180 millones, para cumplir con sus obligaciones con los acreedores. Un grupo de bancos, liderados por Santander, Bankia y BBVA, más Corporación Financiera Alba, que en 2016 le refinanciaron una deuda superior a los 800 millones, derivada en gran parte de la quiebra de Isofotón.

Esta compañía llegó a ser la mayor empresa fotovoltaica de España, financiada parcialmente por la Junta de Andalucía y presidida por un corto periodo de tiempo por Carlos Torres, actual consejero delegado de BBVA. Los March, a través de su vehículo de inversión Deyà Capital, compraron un 26% de Isofotón por 150 millones de euros en 2007, pero al poco tiempo detectaron un agujero contable tras pedir una auditoría de la sociedad. La familia mallorquina exigió la devolución de su aportación, obligación que los Gorbeña han cumplido a rajatabla.

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Así, Bergé ha amortizado 222,58 millones de euros, pero en realidad solo ha pagado 184,54 millones. La diferencia entre ambas cifras se explica porque, cuando se firmó la refinanciación de 2016, los acreedores pactaron que, en el caso de haber algún evento de liquidez, como es la venta de un activo o una ampliación de capital, la banca cobraría de forma anticipada y al mismo tiempo le premiaría con una quita. Por eso, el grupo ha conseguido que Bankia, BBVA, Santander y los Mach le perdonen 38 de esos 222,58 millones, es decir, un 17% de la deuda cancelada.

Esta amortización adelantada permitirá a Bergé ahorrar costes financieros, ya que la financiación pactada con la banca supone pagos de intereses de entre 125 y 325 puntos básicos más euríbor. El acuerdo de 2016 se dividió en cuatro tramos, A, B, C y D, de 124,62, 279,25, 373,67 y 45,6 millones de euros, respectivamente, si bien el último no llegó a ser utilizado. El A se amortiza por pagos semestrales hasta junio de 2022, con un interés de mercado de euríbor + 265 puntos, mientras que el B, de tipo 'bullet' a cinco años (se repaga al vencimiento), devenga euríbor + 125 puntos los tres primeros años; 225 puntos el cuarto, y 325 puntos el quinto y último.

Litigio con Hacienda

Lo que ha hecho Bergé ha sido amorizar 144,58 millones de euros del citado tramo B con Bankia, BBVA y Santander, y liquidar 78 de los 150 millones que adeuda a la familia March. Así las cosas, el grupo se ha quedado con un pasivo total de 622,06 millones, 388 de los cuales corresponden al negocio ordinario de la compraventa de coches. No obstante, aún representa casi tres veces su beneficio de explotación, una proporción que los Gorbeña quieren rebajar en los próximos meses.

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El 'holding', que gestiona la venta de las grandes marcas de automóviles en España y Latinoamérica, obtuvo el pasado año un ebitda de 225 millones, superior al que tenía antes del estallido de la crisis, cuando en España se llegaron a comprar 1,2 millones de vehículos al año. La cifra se derrumbó a la mitad en los años duros de la recesión, lo que redujo el ebitda de Bergé a 138,5 millones en 2010. De los 222,5 millones actuales, el negocio de la automoción aporta 130 millones, mientras que los 95,5 millones restantes los aporta la división portuaria.

La familia, que fundó la compañía en 1870 como oficina consignataria de buques y estibadores, también ha resuelto un problema con Hacienda que arrastraba por el impuesto de sociedades de los ejercicios 2003 a 2006. Tras numerosos recursos, el pasado año, Bergé acordó pagar 12,57 millones a la Agencia Tributaria, 8,23 millones de los cuales se correspondían a la cuota y 4,13 millones, a intereses de demora.