BBVA admite por primera vez el impacto de Trump y Cataluña en su cuenta de resultados
“Nuestro negocio podría verse negativamente afectado por los acontecimientos políticos a nivel global, particularmente en relación con las políticas estadounidenses que afectan a México”
La política se ha convertido en un elemento de riesgo para BBVA. No especialmente por el cambio que ha habido en España, con el relevo en la Moncloa de Pedro Sánchez por Mariano Rajoy, pese que a Carlos Torres, el consejero delegado, ha tirado de las orejas al nuevo presidente del Gobierno esta semana por el posible impuesto al sector. Al banco presidido por Francisco González le preocupan y mucho los acontecimientos que están sucediéndose en Estados Unidos y México, el mercado que más aporta a la cuenta de resultados del grupo financiero. Hasta el punto de que ha advertido a los inversores de que las decisiones relativas al comercio y la inmigración que está adoptando Donald Trump pueden tener un impacto en sus beneficios.
“Nuestro negocio podría verse negativamente afectado por los acontecimientos políticos a nivel global, particularmente en relación con las políticas estadounidenses que afectan a México”, señala un documento oficial remitido por BBVA a los inversores en el que se indica que las políticas del presidente de Estados Unidos “podrían tener un impacto negativo en las economía y en las finanzas de México”. En este país, donde el banco español opera a través de Bancomer, el grupo con sede en Bilbao obtuvo 1.977 millones de euros en 2017, el 40% de su resultados globales.
El porcentaje creció hasta el 43% en el primer trimestre de 2018, al aportar 571 millones, por los 437 millones de España. Es por ello que, cualquier elemento que influya en el mayor país de habla hispana, tiene repercusiones relevantes en BBVA. Y el banco se ha visto obligado a reconocerlo a los inversores al advertir de que “cualquier decisión tomada por el Gobierno estadounidense que tenga un impacto en la economía mexicana, tal como la reducción de los niveles de remesas, reducción de la actividad comercial entre ambos países o una ralentización de la inversión extranjera directa en México, podría afectar de manera adversa al negocio, la situación financiera y los resultados del grupo”.
BBVA se refiere concretamente a las negociaciones para renovar los términos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) que engloba a Estados Unidos, México y Canadá. La administración Trump ha amenazado hasta con retirarse de este mercado, ya que su objetivo es reducir el déficit comercial con México, eliminar ciertas subvenciones a empresas estatales, como Pemex, para beneficiar a las petroleras americanas y conseguir mayor protección para el comercio digital de los grandes de Silicon Valley.
La influencia del político republicano en BBVA es tal que la entidad también llama la atención sobre sus decisiones relativas a la inmigración. Unas medidas para evitar el paso por la frontera y devolver a México a todos los trabajadores ilegales que, según el banco español, pueden tener respuesta por parte del Gobierno latinoamericano, además de afectar de forma directa a la economía del país y a la entidad financiera. Un temor que se ha acrecentado tras las últimas imágenes de niños enjaulados y ante las próximas elecciones en México del próximo 1 de julio. Unos comicios que las encuestas dan como ganador a Andrés Manuel López Obrador, un político con el que, para más preocupación, Francisco González tiene unas relaciones distantes, según fuentes financieras.
Cataluña, otro problema latente
En el citado documento, BBVA no hace referencia a los recientes acontecimientos ocurridos en España, ya que el folleto informativo se emitió el 22 de mayo, una semana después de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y dos días antes de la publicación de la sentencia del caso Gürtel que dio lugar posteriormente a la moción de censura de Pedro Sánchez contra Rajoy. No obstante, sí incluye también por primera vez como advertencia la situación en Cataluña.
“A pesar de que las acciones adoptadas por el Gobierno de España han ayudado a reducir el nivel de incertidumbre resultante del movimiento independentista en la región, existe todavía una importante incertidumbre con respecto al desenlace de las tensiones políticas y sociales en Cataluña”. Un entorno que, según BBVA, “podría provocar volatilidad en los mercados de capitales y otras situaciones financieras en España que podrían afectar adversamente al negocio”. Sobre todo, en los asuntos relativos a la liquidez y a los resultados, ya que la entidad obtiene en Cataluña el 19,2% de sus beneficios del conjunto del país.
BBVA es actualmente el cuarto peor valor del Ibex 35 en lo que va de año y el segundo peor del sector bancario. Hasta la fecha se ha dejado un 15,8%, tras sufrir en mayo el peor descenso mensual -cayó un 13,24%- desde junio de 2016.
La política se ha convertido en un elemento de riesgo para BBVA. No especialmente por el cambio que ha habido en España, con el relevo en la Moncloa de Pedro Sánchez por Mariano Rajoy, pese que a Carlos Torres, el consejero delegado, ha tirado de las orejas al nuevo presidente del Gobierno esta semana por el posible impuesto al sector. Al banco presidido por Francisco González le preocupan y mucho los acontecimientos que están sucediéndose en Estados Unidos y México, el mercado que más aporta a la cuenta de resultados del grupo financiero. Hasta el punto de que ha advertido a los inversores de que las decisiones relativas al comercio y la inmigración que está adoptando Donald Trump pueden tener un impacto en sus beneficios.