"El inversor de ahora se lo juega todo a una 'startup' en lugar de apostar por varias"

Si en algo coinciden algunos de los emprendedores más exitosos de nuestro país es en que, tanto para bien como para mal, la diferencia la marcan las personas. En el camino hacia el éxito, la tecnología ha sido su herramienta de trabajo. Sin embargo, en la elección de sus equipos e inversores, ha estado la verdadera clave para destacar. Al contratar personal, valoran la motivación, la humildad y la autocrítica. Lo mismo que se exigen a sí mismos. A la hora de escoger, los inversores reivindican que confíen en la intuición. Alejarse de las modas y tomarse un tiempo para elegir les han permitido no cometer grandes errores que, en opinión unánime, son los que salen más caros.

Para debatir sobre las necesidades que tienen las 'startups' que quieren llegar a lo más alto, hemos reunido en la Antigua Fábrica Estrella Damm de Barcelona a Yolanda Pérez, directora de BStartup de Banco Sabadell; Mar Alarcón, CEO de SocialCar; Sergi Figueres, CEO de Worldcoo; Marc Elena, CEO de Adsmurai, y Xavi Beumala, CEO de Marfeel, en el foro 'Startups: el camino hacia el éxito', patrocinado por Banco Sabadell, con la colaboración de Estrella Damm, y organizado por El Confidencial.

El sector de las 'startups' en España ha crecido en solo un año casi el 25%, según el informe 'Startup Ecosystem Overview', de la Mobile World Capital Barcelona, con datos del ecosistema emprendedor a finales de 2017. Según este, en España hay 3.258 'startups'. Barcelona concentra el 34% del total y le sigue Madrid, con el 31% de las empresas de nueva creación. En opinión de Yolanda Pérez, "al mercado todavía le falta madurez, pero es cuestión de tiempo”. Coincide con Mar Alarcón en que estamos en un buen momento, ya que “España, y fundamentalmente Barcelona, está en una muy buena posición internacional a nivel de 'hub' de 'startups' tecnológicas, algo que también es extrapolable a Madrid. Aunque ya vienen muchos inversores extranjeros, con la madurez del ecosistema vendrán muchos más”.

Los inversores: mucho más que dinero

El tamaño del mercado, el modelo de negocio, la proyección internacional, la ambición de la empresa, su aceptación en el mercado o las posibilidades de salida son algunas de las cuestiones en las que se fijan los inversores. Pero en los negocios, igual que en la vida, no hay que dejar que te elijan sino que siempre es mejor que elijas tú. Mar Alarcón hace una llamada a la exigencia: “A veces solemos ir a buscar inversión tarde o con prisa, y olvidamos que para el emprendedor escoger bien quién va a ser su socio financiero es muy importante, porque no solo es dinero: es mucho más. La selección del inversor es como un casamiento. Tienes que salir con todos para quedarte con uno”.

"El éxito significa hacer algo diferente en una industria, cambiar algo. Prefiero ir al límite y nunca quedarme en la zona de confort" (Marc Elena)

Según el 'Startup Ecosystem Overviewen Europa', había 78 'hubs' tecnológicos en 2017. Barcelona ocupa la quinta posición de la lista, con casi 1.300 'startups', mientras que Madrid es la sexta. Los expertos dibujan un escenario positivo donde muchos inversores vuelven a invertir en proyectos españoles en lugar de irse a Silicon Valley. También es difícil, porque "la mayoría hace una sola apuesta y buscan 'startups' fuertes que le den cierta seguridad en lugar de hacer varias inversiones en proyectos diferentes".

El problema, según Xavi Beumala, es que “no hay tantas empresas con estas características y el dinero quiere ir a un tipo de 'startups' que solo salen dos o tres veces al año en España. Para que una empresa sea atractiva, lo primero que tiene que tener es una proyección internacional donde el mercado potencial sea muy amplio, donde el equipo emprendedor tenga un auténtico conocimiento de lo que está haciendo y que haya mostrado paso a paso que pueden ir mejorando. Además, el tener una proyección internacional también abre puertas a nuevos inversores, no solamente españoles sino del resto del mundo. Estamos en un muy buen momento para traer capital a España y no tenemos que preocuparnos de que las empresas mueran”.

Por su parte, Marc Elena lamenta que “el ecosistema se está enfocando mucho en el dinero que ha levantado la 'startup', cuando quizá podríamos empezarnos a preguntar por la facturación”. En su opinión, lo más difícil está en “consolidar la compañía con unos cimientos fuertes para que pueda seguir creciendo con una base sólida”. Para él, “el éxito significa hacer algo diferente en una industria, cambiar algo, y si fallo, lo pruebo otra vez. Prefiero ir al límite y nunca quedarme en la zona de confort. Tenemos el concepto del riesgo totalmente distorsionado”.

Equipo comprometido y complementario

El estímulo de empezar un proyecto suele filtrarse por las venas como un 'electroshock'. Lo difícil es más bien mantener ese entusiasmo en el tiempo cuando empiezan a aparecer los obstáculos. A la hora de evaluar qué 'startups' tienen mayor potencial, para Yolanda Pérez “la falta de humildad o autocrítica son determinantes. En las fases iniciales, donde está todo por hacer, no ser capaz de ver lo que falta es un elemento que determina que el proyecto no vaya a lograr lo que se propone. En estas etapas, es muy difícil que el equipo esté completo, que existan todos los perfiles necesarios para llegar a los siguientes estadios. Necesitamos equipos comprometidos, complementarios y, sobre todo, capaces de identificar sus carencias”.

Volviendo la vista al pasado, Sergi ​Figueres recuerda que “durante los primeros años nos dimos cuenta de que en la universidad nunca nos habían enseñado a hacer esto. Nos dimos muchos golpes, aprendiendo, viendo gente, etc. Ahora, lo que hicimos en los primeros tres años seguramente lo haríamos en un mes. Había gente que al principio nos decía que esto no iba a funcionar, que nos olvidásemos, y algunas de esas personas me han mandado el currículo unos años después". ​

"Para nosotros, lo importante era hacer un proyecto con impacto social. Queríamos cambiar el mundo a mejor" (Sergi Figueres)

Las 'startups' son una apuesta por las personas. Yolanda Pérez sugiere “dejarse guiar por la intuición, fijarte en la transparencia. De repente, una 'startup' se pone de moda y dejarte influir por lo que hacen los otros no es bueno, es mejor elegir a aquella persona con quien sientes que te vas a entender”, agrega. Y es que una vez puesto en marcha el proyecto, hay que hacer frente a otro reto humano: la ampliación del equipo. En esto, Mar Alarcón tiene clara su filosofía: “Contrata lento y despide rápido”. Xavi Beumala lo secunda: “No se puede fallar en contratar. Cada vez que llega alguien, tiene que mover algo. Tienen que ser personas motivadas que no tengan miedo a que lleguen compañeros mejores que ellos. Por eso, lo más difícil son las personas que no encajan, porque destacan, y la única alternativa es apartarlas”. En esta línea, Marc Elena señala el peso de “las personas que no avanzan porque contaminan al resto” y ratifica la apuesta por “fichar siempre gente mejor que tú”.

Entre las motivaciones tópicas de los emprendedores están las ganas de ser su propio jefe o hacerse rico. Sergi Figueres las desmitifica aterrizando en la realidad: "Para nosotros, lo importante era hacer un proyecto con impacto social. Queríamos cambiar el mundo a mejor y lo hemos conseguido, pero la realidad es que cobramos menos de los que cobrábamos en nuestro anterior trabajo. En salario, igual no podemos competir con otras empresas, pero ofrecemos una flexibilidad, unos objetivos claros que nos permiten ser felices y vincular mucho más al equipo". En cuanto a los jefes, remata, "no es cierto que no tengas, lo que pasa es que los jefes son distintos. Siempre hay clientes, inversores, etc. que te están supervisando y tienes que gestionarlo todo".