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El precio de la fruta ya sufre la guerra de horarios de Mercamadrid
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LA EMPRESA PÚBLICA HA RECORTADO LOS HORARIOS DE APERTURA

El precio de la fruta ya sufre la guerra de horarios de Mercamadrid

Desde el 1 de marzo los fruteros no pueden comprar fruta antes de las cinco de la mañana. Un horario imposible para los minoristas que se apelotonan para poder abrir a tiempo sus tiendas

Foto:  Vendedores de fruta en Mercamadrid. (D.B.)
Vendedores de fruta en Mercamadrid. (D.B.)

Juan antes se levantaba cada día a las dos de la mañana. A las tres iba a Mercamadrid y pasaba un par de horas eligiendo las frutas y verduras que vendería ese día en su pequeña tienda de Aluche. Regateaba. Probaba la mercancía, se pateaba los 65.000 metros cuadrados del Mercado Central de Frutas y Hortalizas y llegaba a tiempo a las nueve para abrir la tienda. Ahora ya no puede. Desde el 1 de marzo Mercamadrid ha limitado los horarios y el mercado solo abre de cinco de la mañana a dos de la tarde. Y la consecuencia más inmediata son las aglomeraciones y la subida de los precios. Todos los fruteros de Madrid se apiñan cada día a esa hora para intentar comprar lo antes posible y abrir sus tiendas a una hora normal. Ya no hay tiempo para comparar precios y la libre competencia hace aguas.

"Los nuevos horarios crean prisas, inseguridad y mayores precios, porque coincidimos", explica Alejandro González, gerente de Adefrutas, la asociación de fruteros minoristas. "La mayoría, casi el 80% de los minoristas, no tiene otros trabajadores", explica González, "este horario favorece a los mayoristas y a los supermercados que tienen empleados". En realidad, antes la limitación de horarios también existía pero "en la práctica no se cumplía" y a las tres de la mañana ya estaban todos los compradores allí. Ahora Mercamadrid "ha puesto guardias y cadenas que impiden el acceso a las naves" y "amenaza" a los comerciantes que compren y vendan fuera de horario con impedirles la entrada al recinto en el futuro, según denuncian desde la asociación.

Foto: Un palé con pescado en la zona de pescadería de Mercamadrid. (EFE)

Mercamadrid, mientras, se escuda en que no puede adelantar los horarios porque es incapaz de "garantizar la seguridad" de los vendedores y compradores al mismo tiempo que los camiones descargan la fruta de madrugada. Una "excusa" que no convence a los minoristas. "Los compradores entran a pie en el recito y los camiones están descargando en los muelles. Nosotros no queremos poder entrar a los muelles, sino al mercado. No tenemos que confluir", asegura González.

8 millones de beneficio en 2017

Además, la entidad pública, que está en un 51% participada por el Ayuntamiento de Madrid y en el 49% restante por Mercasa, terminó el último ejercicio de 2017 con un beneficio de 8,1 millones de euros. Un dinero que, según las asociaciones, podría utilizarse para ampliar los horarios y aumentar la seguridad para que no haya problemas entre las zonas de descarga y los puntos de venta.

La empresa, sin embargo, explica a este diario que todo funciona "con normalidad" y remite a una nota de prensa en la que explican que es una cuestión meramente "operativa" y que su intención es "adaptarse a las necesidades de las empresas". "De las empresas mayoristas", aseguran desde la asociación de fruteros. "Para ellos lo ideal sería que el mercado abriese de nueve de la mañana a cinco de la tarde, pero nosotros no podemos estar en dos sitios a la vez", dicen los minoristas.

placeholder Vendedores en Mercamadrid. (EFE)
Vendedores en Mercamadrid. (EFE)

Aunque las quejas se han comunicado, la empresa no tiene intención de revisar los horarios. "Se da respuesta a los nuevos retos del sector y clientes con otras necesidades, como el canal Horeco, distribuidores, cadenas especializadas o la exportación, clientes cada vez más diversos que precisan de un mercado más flexible", explican en una nota. Mientras, los fruteros convocan manifestaciones a las puertas de las naves y han elevado sus demandas al Ayuntamiento, que por ahora no se ha pronunciado.

Las naves de alrededor hacen el agosto

Y es que las prisas y las aglomeraciones son el compañero perfecto de las subidas de precios. Los minoristas creen que a las empresas distribuidoras "les interesa que el mercado sea nervioso, porque así no regateas, los precios suben y sus márgenes aumentan". El precio de la fruta sube y la capacidad de control sobre los costos aumenta.

Las naves que rodean la lonja están haciendo su agosto con la desesperación de los fruteros. "Si no puedes comprar en el mercado central tienes que comprar en las naves de los lados", explican, ya que están abiertas las 24 horas. Naves privadas en las que las empresas controlan precios y cantidades, limitando el ecosistema idílico que permitía a los madrileños tener fruta fresca y barata. Mercamadrid era, según los fruteros, "un núcleo en el que había una competencia casi perfecta y si el mercado central pierde fuerza los que están alrededor se van a llevar mucha cuota de ese mercado y vamos a llegar a un oligopolio".

Los nuevos horarios, creen los minoristas, rompen el equilibrio del que es uno de los mercados centrales de frutas y hortalizas más importantes de Europa, en el que operan diariamente 153 empresas, con casi 2.600 puestos de trabajo directos, y que comercia con 2 millones de toneladas de producto anualmente. La empresa, por su parte, justifica el cambio en un informe realizado el año pasado y que, las asociaciones denuncian que no se les ha permitido ver. "Los resultados arrojan la necesidad de atender nuevas demandas y nuevos clientes, como fórmula de mejora de la competitividad y crecimiento, lo que exigía a su vez una adaptación de la actual operativa de la Unidad Alimentaria", dicen en un comunicado.

Juan antes se levantaba cada día a las dos de la mañana. A las tres iba a Mercamadrid y pasaba un par de horas eligiendo las frutas y verduras que vendería ese día en su pequeña tienda de Aluche. Regateaba. Probaba la mercancía, se pateaba los 65.000 metros cuadrados del Mercado Central de Frutas y Hortalizas y llegaba a tiempo a las nueve para abrir la tienda. Ahora ya no puede. Desde el 1 de marzo Mercamadrid ha limitado los horarios y el mercado solo abre de cinco de la mañana a dos de la tarde. Y la consecuencia más inmediata son las aglomeraciones y la subida de los precios. Todos los fruteros de Madrid se apiñan cada día a esa hora para intentar comprar lo antes posible y abrir sus tiendas a una hora normal. Ya no hay tiempo para comparar precios y la libre competencia hace aguas.

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