"Cortamos el agua a Florentino" Greenpeace denuncia el proyecto en el río Cahabón

Los trabajadores de ACS se están encontrando este viernes con una desagradable sorpresa esta mañana: los activistas de Greenpeace han decidido cortar el agua del edificio de su sede en Madrid para denunciar que una de sus filiales está impidiendo el acceso al agua de más de 29.000 indígenas quekchí en Guatemala. Bajo el lema "cortamos el agua a Florentino" y "ACS destruye los ríos de Guatemala" han querido poner el acento sobre los problemas que está ocasionando el proyecto hidroeléctrico que Grupo Cobra está provocando en la región.

En este sentido, desde Greenpeace denuncian que la filial de ACS "ha destruido el curso de un río y ha ejecutado sin la consulta ni el consentimiento de los pueblos indígenas afectados". Se trata de una subcontrata en varias fases del complejo Renace, una infraestructura que estaría alterando el río Cahabón a lo largo de 30 kilómetros, provocando un daño medioambiental significativo.

"También ha acarreado la reducción drástica del caudal del río que ha supuesto la merma del derecho al acceso al agua potable para las comunidades indígenas que viven en esta cuenca fluvial", aseguran desde la ONG. Además denuncian la detención del líder del pueblo Quekchí por oponerse al megaproyecto "por unos cargos basados en testimonios de trabajadores asociados a las empresas constructoras de estas infraestructuras, entre las que se encuentra ACS.

El Confidencial ha intentado ponerse en contacto con ACS sin haberlo logrado hasta el momento.