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Santander sigue ordeñando al Popular: ingresa 700 millones con la venta de WiZink
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Santander sigue ordeñando al Popular: ingresa 700 millones con la venta de WiZink

La ruptura de la alianza del Popular con Värde en el negocio de tarjetas se consumó ayer mediante un acuerdo que perimtirá al Santander apuntarse 700 millones

Foto: El Jaén Paraíso Interior celebra la obtención de la Copa de España de Fútbol Sala, en partido celebrado en el WiZink Center, en Madrid. (EFE)
El Jaén Paraíso Interior celebra la obtención de la Copa de España de Fútbol Sala, en partido celebrado en el WiZink Center, en Madrid. (EFE)

El Banco Santander sigue rentabilizando la compra del Banco Popular: ha ingresado en torno a 700 millones con la ruptura de la alianza en el negocio de tarjetas que tenía a medias esta entidad con el fondo Värde Partners, WiZink, según fuentes cercanas a la operación que se anunció ayer. Esta cifra se sitúa en la parte alta de la horquilla que había adelantado El Confidencial y supone un beneficio para el banco que preside Ana Botín de unos 500 millones, si bien la entidad explica que este impacto ya se había recogido al poner a valor razonable todos los activos y pasivos del Popular tras su resolución.

placeholder Nueva sede del Banco Popular, que pasará a Santander España.
Nueva sede del Banco Popular, que pasará a Santander España.

Como también adelantó El Confidencial, en vez de vender WiZink entero, como intentó Emilio Saracho, Santander ha vuelto a segregar las tarjetas procedentes del Popular para quedarse con ellas. De esta forma, fusionará este negocio con las tarjetas del propio Santander, puesto que se trata de una de las principales vías de fidelización de los clientes (y de ingresos: las comisiones de las tarjetas son el principal beneficio para la entidad de la Cuenta 1, 2, 3). Por el contrario, las tarjetas 'revolving' procedentes de Citi y Barclays tienen mucho menos interés para el banco, y son la parte que se ha quedado Värde en WiZink.

Según las fuentes citadas, el negocio que quiere quedarse Santander, las tarjetas del Popular, se ha valorado en 400 millones. En el otro lado, la parte de 'revolving' que se lleva Värde tiene un valor de 1.800 millones. Si se netean ambas cantidades, el saldo a favor del Santander sería de 1.400 millones; como WiZink era una sociedad al 51/49% entre Popular y Värde, el Santander ingresará la mitad, es decir, 700 millones.

Foto: Reciente concierto de Metallica en el WiZink Center de Madrid. (EFE)

Dicho de otro modo: Santander debe comprar algo que vale 400 millones (las tarjetas de red), pero como ya posee el 49%, solo paga 200. Y lo mismo ocurre con Värde, que, al ser dueño de la mitad del negocio de 'revolving', solo tiene que comprar la mitad del negocio que vale 1.800, es decir, tiene que poner 900. La diferencia son los 700 citados a favor del Santander.

Beneficio de 500 millones ya apuntado

Respecto a la plusvalía, es preciso recordar el origen de WiZink. Las alianzas del Popular (WiZink, los cajeros y otra de seguros y gestión de activos con Allianz) provienen de la era de Ángel Ron, que vendió el 50% de todos estos negocios como vía para obtener ingresos, aunque conservaba el otro 50% para mantener esa parte de sus beneficios futuros. En concreto, WiZink fue la consecuencia de fusionar el negocio de tarjetas del propio Popular (unos tres millones de unidades) con las que adquirió de Citi, primero, y de Barclays, después (que son las de 'revolving'). Posteriormente, vendió el 51% de la nueva firma a Värde, que era su socio en la inmobiliaria Aliseda.

Fuentes del antiguo Banco Popular explican que la valoración de WiZink en libros era de 400 millones. Las tarjetas de Citi estaban valoradas a cero, ya que se vendieron por el mismo precio al que se compraron a la sociedad conjunta con Värde, y el 50% que mantenía el Popular se compensó con la cesión de sus propias tarjetas. En cuando al negocio de Citi, no se adquirió una entidad sino un conjunto de activos y pasivos cuyo desfase patrimonial era de 400 millones que tuvo que poner el banco presidido entonces por Ron.

placeholder George Hicks, consejero delegado de Värde Partners. (Reuters)
George Hicks, consejero delegado de Värde Partners. (Reuters)

En consecuencia, la plusvalía generada por la operación de ayer sería de 500 millones: los 700 menos 200 (la mitad de esos 400 en que estaba valorado WiZink). O bien el 50% de la diferencia entre 1.400 y 400; esto es, 500. Ahora bien, fuentes del Santander explican que esta plusvalía ya se utilizó para compensar parte de las minusvalías afloradas en la adquisición del Popular tras la resolución, ya que en estos casos deben ponerse a valor razonable todos los activos. De ahí que ahora no tenga impacto en beneficios. Sí tiene un ligero efecto en capital (10 puntos básicos) debido a que WiZink tiene un importante fondo de comercio que ahora deberá amortizar en solitario Värde.

Allianz, el fleco pendiente

Con la ruptura de la alianza, Santander logra recuperar un negocio que considera estratégico (también anunció ayer que recupera el uso de los cajeros del Popular, si bien seguirán siendo propiedad de una sociedad conjunta con Crédit Mutuel) y deshacerse de otro que no le encaja ,el 'revolving', y que le permitirá liberar capital. Ahora, la siguiente operación que tiene prevista relacionada con el Popular es la ruptura de la 'joint venture' con Allianz, en la que están en juego 1.300 millones.

En cuanto a Värde, su intención es sacar a bolsa WiZink de aquí a unos años, cuando el mercado acompañe. Si en ese proceso aparece alguna oferta lo suficientemente atractiva, podría venderlo en vez de colocarlo entre el público. Algunos medios han publicado el interés de varios fondos por comprar la parte con que se ha quedado.

El Banco Santander sigue rentabilizando la compra del Banco Popular: ha ingresado en torno a 700 millones con la ruptura de la alianza en el negocio de tarjetas que tenía a medias esta entidad con el fondo Värde Partners, WiZink, según fuentes cercanas a la operación que se anunció ayer. Esta cifra se sitúa en la parte alta de la horquilla que había adelantado El Confidencial y supone un beneficio para el banco que preside Ana Botín de unos 500 millones, si bien la entidad explica que este impacto ya se había recogido al poner a valor razonable todos los activos y pasivos del Popular tras su resolución.

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