Sareb acelerará el ritmo de ejecución de deudas en los próximos cinco años

Una de cal y otra de arena. Sareb consiguió cerrar el pasado ejercicio con beneficio operativo de siete millones de euros, frente a los 105 millones de números rojos que se anotó en la misma línea de la cuenta de resultados un año antes.

Sin embargo, los elevados costes financieros (541 millones) a los que continúa haciendo frente el banco malo, por su disparado nivel de deuda, han llevado a la sociedad a cerrar el ejercicio con unas pérdidas de 565 millones, un resultado negativo que, no obstante, es un 15% inferior al registrado en 2016.

“Estamos contentos porque hemos tenido 100 millones de pérdidas menos que el año pasado”, ha señalado el presidente de la compañía, Jaime Echegoyen, quien ha recordado que Sareb emitió 50.781 millones de deuda en su constitución, hace cinco años, y que ha pagado ya el 25%.

TE PUEDE INTERESAR

Sareb prepara la venta de una megacartera de 10.000 millones para acelerar el desagüe

Ruth Ugalde

De cara al futuro, con la vista puesta en cumplir su mandato de liquidar todos los activos que le fueron transmitidos dentro del tiempo previsto, la entidad ha decidido acelerar la conversión de préstamos morosos en inmuebles, lo que popularmente se conoce como ejecución de deudas.

Detrás de esta posición está el hecho de que 12.000 millones de los 26.000 millones de deuda de valor contable que tiene la entidad son procesos que ya están judicializados, fundamentalmente por la vía concursal (80% de los casos). Esto hace que entre 2021 y 2022, por la propia evolución de estos procesos, el grueso de estos préstamos pasarán en forma de activos al balance de Sareb.

No obstante, el presidente de la Sareb, Jaime Echegoyen, prevé que este endurecimiento de su postura colabore a llegar a acuerdo antes de la resolución judicial. "Hemos decidido acelerarlo, y esto anima a algunos de los que pueden y no quieren, animarse a pagar", ha señalado.

Durante 2017, la entidad ha saldado en intereses de la deuda 4.200 millones, y otros 800 millones en impuestos derivados de la tenencia de sus activos, ya que al estar en pérdidas no tributa por Impuesto de Sociedades.

En esta misma línea, tras haber conseguido beneficio operativo, la entidad ha decidido revertir ahora impuestos diferidos en el pasado, lo que ha significado el pago de 31 millones a las arcas públicas.

De cara a este ejercicio, el banco malo se ha marcado como uno de sus principales retos encontrar un socio para crear una sociedad promotora, a la que Sareb aportaría suelos valorados en 800 millones de euros.

Asociarse por terrenos

“Nos gustaría tenerlo medianamente perfilado de aquí al verano”, ha señalado Echegoyen, quien para esas fechas prevé tener una lista de finalistas con los que negociar el acuerdo final. La idea del presidente de Sareb pasa por asociarse con un industrial que también aporte terrenos a la nueva sociedad.

La cartera total de la entidad a cierre de 2017 se ha situado en 37.179 millones, con 25.025 millones en activos financieros, fundamentalmente préstamo promotor, y 12.154 millones en activos inmobiliarios, datos que reflejan el progresivo aumento de peso de los inmuebles frente a los créditos, que han pasado de representar el 80% de la cartera al 68%.

Los ingresos cayeron un 2% durante el ejercicio, hasta 3.833 millones, recorte que la compañía justifica por el menor tamaño de su cartera. En términos de rentabilidad, el margen bruto mejoró un 16%, con una mejora de los márgenes de gestión de la cartera de activos financieros del 11% y del 35% en los activos inmobiliarios.

Otra de las vías de desinversión que ha puesto en marcha Sareb es el lanzamiento de la socimi Témpore, que saltará al mercado el próximo 3 de abril con 1.553 viviendas en alquiler, y que el banco malo quiere seguir alimentando con el traspaso de más activos en el futuro.