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Bruselas pone a Google, Apple, Facebook y Amazon en el foco con un impuesto del 3%
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pagan menos impuestos que otros sectores

Bruselas pone a Google, Apple, Facebook y Amazon en el foco con un impuesto del 3%

Calcula que las grandes tecnológicas pagan proporcionalmente menos de la mitad de impuestos que las empresas de otros sectores tradicionales

Foto: Pancarta en las protestas antiglobalización de Francia (Reuters)
Pancarta en las protestas antiglobalización de Francia (Reuters)

Más de cien años. Ese es el momento en que nacieron las normas que regulan los impuestos de sociedades. Quizás en clave de tango veinte años no son nada, que decía Carlos Gardel, pero en materia fiscal un siglo es una eternidad y las reglas se han quedado viejas. No solo porque la economía se ha globalizado, que también, sino porque no están preparadas para el boom digital. “Tenemos que traer urgentemente nuestras reglas fiscales al siglo XXI”, ha recalcado el vicepresidente de la CE Valdis Dombrovskis.

La Comisión Europea calcula que a día de hoy, las grandes tecnológicas -y muy especialmente las “GAFA”: Google, Facebook, Amazon, Apple- pagan proporcionalmente menos de la mitad de impuestos que las empresas de otros sectores tradicionales, una media del 9,5 % frente al 23,2 % habitual. “Y, a menudo, pagan muchos menos”, advierte. Una situación que España, Alemania, Francia e Italia ya pidieron conjuntamente atajar con un impuesto digital.

Foto: Tienda Apple (Reuters)

La Comisión ha recogido el guante y ha presentado hoy dos propuestas que prometen generar controversia. La primera, plantea introducir un impuesto “temporal” del 3% a las grandes compañías digitales: aquellas cuyos ingresos generados en la UE superen los 50 millones y que a escala global se embolsen más de 750 millones. La idea es que poner en marcha cuanto antes esta tasa, para que las grandes compañías de internet contribuyan más, evitando lastrar a las start-ups. Eso sí, para ello necesitará contar con el apoyo unánime de todos los Estados miembros, algo difícil ante la reticencia que la propuesta genera en los sospechosos habituales: Luxemburgo, Holanda, Irlanda y Malta.

La segunda propuesta busca arreglar el problema a medio y largo plazo, con una reforma más profunda de las normas europeas que rigen los impuestos de sociedades. La Comisión propone que los beneficios sean registrados y gravados allí donde sean producidos, en el caso de las digitales, “donde haya una interacción significativa con los usuarios”, independientemente de si la empresa tiene o no una sede física en ese país. Esto afectará a todas aquellos negocios que cumplan con una de estas condiciones: más de 7 millones anuales de ingresos, más de 100.000 usuarios en un país concreto durante un año fiscal, o más de 3.000 contratos para proveer servicios digitales.

“Nuestras normas, previas a Internet, no permiten a los Estados miembros tasar a las compañías digitales que operan en Europa cuando no tienen presencia física, o tienen muy poca, aquí. Esto representa un gran agujero negro para los países, porque la base imponible se está erosionando”, afirma el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, precursor de la medida.

Otro posible choque con Trump

La propuesta afecta principalmente a las gigantes americanas, con lo que promete enrarecer aún más las relaciones con las administración de Donald Trump en un momento especialmente delicado. La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, se encuentra estos días en EEUU con el objetivo de aclarar si el país aplicará aranceles al acero y el aluminio comunitarios, bajo la amenaza de que la UE responderá con represalias. Es de esperar que Trump, que considera que la UE trata de manera injusta a los productos y empresas americanos, se tome este anuncio como una agresión. También está allí la titular de Justicia, Vera Jourová, que abordará las implicaciones sobre la protección de datos del escándalo desatado en torno a Facebook, tras conocerse que una filtración de datos de usuarios se utilizó con fines electorales.

Foto: Foto: Reuters. Opinión
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Desde la UE, sin embargo, se recalca que la situación actual es injusta y supone una ventaja comparativa sobre el resto de empresas. “Las actuales reglas fiscales no logran reconocer los nuevos modos que hay de crear beneficios en el mundo digital”, recalca la Comisión. Además, advierte de que con el crecimiento y desarrollo del sector digital frente a los tradicionales (con un aumento medio del 14 % de sus ingresos al año frente al 3 % de las telecoms y el 0,2 % de otras multinacionales) éste no está contribuyendo a las arcas públicas como debería, lo que supone un riesgo para la sostenibilidad de los sistemas europeos. Y es que solo con la tasa del 3 %, Bruselas calcula que se podrían recaudar 5.000 millones al año.

Más de cien años. Ese es el momento en que nacieron las normas que regulan los impuestos de sociedades. Quizás en clave de tango veinte años no son nada, que decía Carlos Gardel, pero en materia fiscal un siglo es una eternidad y las reglas se han quedado viejas. No solo porque la economía se ha globalizado, que también, sino porque no están preparadas para el boom digital. “Tenemos que traer urgentemente nuestras reglas fiscales al siglo XXI”, ha recalcado el vicepresidente de la CE Valdis Dombrovskis.