T. Reunidas asume el pago de impuestos que investigaba Hacienda tras fracasar en la AN
La compañía ha procedido al registro contable de las actas de inspección relacionadas con los impuestos de 2004 a 2007 una vez que la Audiencia Nacional ha rechazado sus recursos
La sombra de Montoro es alargada y no escapa a Técnicas Reunidas. La compañía ha procedido a apuntarse en las cuentas de 2017 unas reclamaciones que perseguía Hacienda desde hace más de 10 años. Concretamente, se trata de actas de inspección abiertas sobre los tributos que pagó la empresa durante el periodo 2004 a 2007.
Desde entonces, la firma de ingeniería e infraestructuras petroleras había intentado eludir este pago apelando a la Justicia. Sin embargo, la propia empresa de la familia Lladó sostiene que el pasado año recibió notificación de la Audiencia Nacional rechazando sus recursos sobre las actas relacionadas con los impuestos del periodo mencionado.
No obstante, pese a que ha acabado por reconocer este pago de impuestos en sus cuentas, Técnicas Reunidas no se da por vencida y advierte de que "la dirección de la sociedad ha planteado un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional", último resquicio legal al que puede agarrarse.
A la cantidad reclamada, que no se detalla, habrá que sumar los intereses por una demora que ya es superior a los 10 años.
Otras costosas investigaciones
Este no es el único pulso que Técnicas Reunidas mantiene con el fisco. La Agencia Tributaria inició en 2014 actuaciones inspectoras por el impuesto de sociedades de los ejercicios 2008, 2009, 2010 y 2011, por los que le reclama casi 165 millones de euros (136,2 millones de cuota más 28,6 de intereses de demora), cantidad sobre la que la compañía ha presentado avales pero aún mantiene sin provisionar.
La multinacional recurrió la liquidación ante la Agencia Tributaria, pero tras obtener un resultado desfavorable decidió presentar un recurso en vía contencioso administrativa, que aún está pendiente de resolución. La investigación se centra en la responsabilidad tributaria de las UTE con que opera en el extranjero así como los modelos de precios de transferencia utilizados por Técnicas Reunidas en las transacciones intragrupo.
Según los asesores fiscales de la compañía, "no es probable" que el importe de las actas actualmente en el Tribunal Económico Administrativo Central se tenga que satisfacer. Lo contrario supondría un duro golpe para la firma de ingeniería, ya que los 165 millones a pagar a Hacienda son más del doble que los 59 millones de beneficio obtenidos este año.
No obstante, 2017 ha sido un periodo muy negativo en su cuenta de resultados, ya que la compañía venía obteniendo ganancias superiores a los 100 millones de euros en los ejercicios precedentes. Aun así, pese a la caída de más del 50% del beneficio en el último ejercicio, el presidente de la compañía, José Lladó, y su hijo y consejero delegado, Juan Lladó, se subieron el bonus al máximo de lo que permite la empresa para las retribuciones variables de sus consejeros ejecutivos.
La sombra de Montoro es alargada y no escapa a Técnicas Reunidas. La compañía ha procedido a apuntarse en las cuentas de 2017 unas reclamaciones que perseguía Hacienda desde hace más de 10 años. Concretamente, se trata de actas de inspección abiertas sobre los tributos que pagó la empresa durante el periodo 2004 a 2007.