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Carcoma laboral en los 'históricos' de la industria de Sevilla: pero hay recambios
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Carcoma laboral en los 'históricos' de la industria de Sevilla: pero hay recambios

Los procesos de ajuste de empleo en pilares históricos como Abengoa, Heineken-Cruzcampo y Airbus se ven suplidos solo en parte por el nuevo polo creado en los antiguos astilleros

Foto: Planta de ensamblaje del A400M en Sevilla. (Airbus)
Planta de ensamblaje del A400M en Sevilla. (Airbus)

El año 2018, el que se presume será el quinto consecutivo de crecimiento económico en Andalucía (y España), suma dos meses con un goteo de malas noticias laborales en la mayoría de pilares históricos de la industria de Sevilla. ERE en Abengoa y Heineken-Cruzcampo, a los que se suma el ajuste anunciado esta semana de hasta 500 empleos en las dos factorías hispalenses del grupo europeo Airbus. La magnitud de esta última cifra —supone el 22,7% del empleo directo de la aeronáutica en sus dos plantas de Sevilla— ha hecho sonar las alarmas en una ciudad por lo general adormecida por la desidia en lo que al paro se refiere. Por fortuna, hay algunos recambios, aunque ninguno aún de la magnitud de los citados.

Abengoa, tras 77 años en la ciudad donde se fundó y después de ser considerada casi como un 'ministerio' por la supuesta seguridad laboral que proporcionaba, es el caso más duro. Sobre los aproximadamente 3.000 empleados con que contaba en Sevilla a cierre de 2014, dos tercios se han evaporado algo más de tres años después. Despidos vía ERE, salidas voluntarias y desvinculaciones fruto de la venta de filiales han desangrado al que fuera el mayor grupo privado de Andalucía. A nivel global, su fuerza laboral se ha reducido aún más de esos dos tercios, desde algo más de 28.000 trabajadores en 2015 hasta 12.600 a final del pasado año. El que la empresa ha definido como último ajuste, para 150 personas, se presentó en enero pasado.

Foto: El primer A400M que se entregó al Ejército español. (Airbus)

Airbus, heredera en Sevilla de las históricas factorías de aviones militares de Triana (Hispano Aviación, nacida en 1902 y cerrada en 1972) y Tablada (creada por Construcciones Aeronáuticas hace 76 años), está sufriendo como hacía décadas que no lo hacía. También porque nunca había tenido la aeronáutica un desarrollo tan potente en la ciudad. Las factorías de San Pablo y Tablada suman 2.200 empleados (1.400 y 800, respectivamente). La primera ensambla los aviones de transporte militar A400M y C295, mientras que la segunda sirve de pre-FAL (FAL, siglas en inglés de 'final assembly line').

El varapalo que supone que 500 empleados se vean afectados —aún no se sabe cuántos de ellos serán despidos como tal— deriva de la reducción de la fabricación del A400M desde las 19 unidades de 2017 hasta las ocho en 2020. Faltan nuevos clientes para alimentar la producción del avión por toda Europa, y con esa caída se garantiza que la planta de ensamblaje opere al menos hasta 2030. Pero es que llueve sobre mojado, porque ya el C295 ha visto caer su producción a la mitad, hasta 10 unidades anuales el pasado año y el actual, igualmente por falta de pedidos. UGT Andalucía cifró en casi 500 los empleos afectados dentro y fuera de Airbus por esa caída del 'hermano menor' del A400M.

Gripe en la tractora, pulmonía en la subcontrata

Y es que el verdadero impacto en el empleo por la menor producción de Airbus se verá en la industria auxiliar, entre el centenar de pymes que trabajan para el grupo en Sevilla y Cádiz. Si Airbus ajustó 150 empleos por el C295 y las auxiliares perdieron más de 300 trabajadores, serían al menos un millar las personas afectadas en las subcontratas por el ajuste de 500 dentro de Airbus por el A400M. Y eso siendo conservadores en la repercusión, que ni los sindicatos se atreven a cuantificar, aún a la espera de las negociaciones por desarrollar con la compañía en España.

El tercer golpe laboral se ha producido en la igualmente histórica Cruzcampo, hoy Heineken España, nacida en 1904 y que ha cerrado justo esta semana un acuerdo con los sindicatos del ERE para 220 empleados sobre 2.400 en España, el 9% de su plantilla, por razones organizativas. De ellos, 43 están en la fábrica de Sevilla, que emplea a 240 empleados. La cervecera tiene otros 250 empleados en sus oficinas de la capital andaluza, pero no ha precisado cuántos de los 123 despidos en las áreas comerciales y de soporte afectarán a ese personal en Sevilla. Es el segundo ERE de la firma holandesa en 14 años: en 2006 salieron del grupo en Sevilla 223 personas al mudarse la fábrica a las afueras de la ciudad.

El palo que suponen los 500 empleos que ajusta Airbus es solo el inicio: serán al menos el doble las personas afectadas en pymes que la suministran

¿Dónde están los nuevos yacimientos de empleo en el sector industrial sevillano que suplan esta sangría en los pilares tradicionales? Fundamentalmente, en el puerto marítimo de interior de Sevilla, que ante la imposibilidad de elevar significativamente su tráfico de mercancías (tope de cinco millones de toneladas al año) por falta de calado en el río Guadalquivir, ha apostado por acoger industrias que saquen sus productos por esta vía navegable. Gestamp, a través de su filial Gonvarri, y las firmas locales Tecade, Megusa y Ditecsa son sus exponentes.

El grupo vasco está creando hasta 400 empleos en su fábrica de torres eólicas para parques eólicos marinos en parte de los terrenos que ocupaba la quebrada firma pública Astilleros de Sevilla. Más de 200 trabajadores ha sumado por su parte Tecade en otra de las naves de las antiguas atarazanas para sus proyectos de grandes subconjuntos metálicos para infraestructuras en Canadá o para plataformas petrolíferas. Megusa, otro histórico del sector industrial sevillano, ha ampliado plantilla en otras varias decenas de empleados igualmente para esos mismos proyectos en Canadá. Mientras que la firma Ditecsa, que también se ha implantado en los astilleros, ha sumado 140 trabajadores para acometer grandes proyectos en Cuba o Finlandia. Esta última es además una histórica proveedora del sector minero dentro, pero también fuera, de España.

placeholder Planta de Gonvarri en los antiguos astilleros. (Puerto de Sevilla)
Planta de Gonvarri en los antiguos astilleros. (Puerto de Sevilla)

Precisamente del sector minero está pendiente de llegar, cuando acabe el proceso judicial que aclare supuestas irregularidades en su adjudicación, otra buena noticia para el empleo industrial en Sevilla. Se trata de la reapertura de la mina de Aznalcóllar, readjudicada por la Junta de Andalucía tras la catástrofe ambiental de 1998 a la multinacional americana Grupo México, uno de los mayores productores mundiales de cobre, hace ya tres años. Pero la investigación sobre el papel que jugó el socio local de Grupo México en ese proceso, la firma cordobesa Magtel, mantiene en suspenso un proyecto que crearía unos 500 empleos directos y otros 700 indirectos.

El año 2018, el que se presume será el quinto consecutivo de crecimiento económico en Andalucía (y España), suma dos meses con un goteo de malas noticias laborales en la mayoría de pilares históricos de la industria de Sevilla. ERE en Abengoa y Heineken-Cruzcampo, a los que se suma el ajuste anunciado esta semana de hasta 500 empleos en las dos factorías hispalenses del grupo europeo Airbus. La magnitud de esta última cifra —supone el 22,7% del empleo directo de la aeronáutica en sus dos plantas de Sevilla— ha hecho sonar las alarmas en una ciudad por lo general adormecida por la desidia en lo que al paro se refiere. Por fortuna, hay algunos recambios, aunque ninguno aún de la magnitud de los citados.

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