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Aernnova quiere aterrizar en EEUU (junto a Boeing) antes de despegar en bolsa
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descarta estar en bolsa en al menos dos años

Aernnova quiere aterrizar en EEUU (junto a Boeing) antes de despegar en bolsa

Las grandes prioridades para la compañía aeronáutica a corto plazo son incrementar la progresiva presencia en Norteamérica y reforzar la relación con el gigante estadounidense

Foto: Iñaki López Gandasegui, presidente de Aernnova, durante su intervención en Deusto Businnes Alumni. (EC)
Iñaki López Gandasegui, presidente de Aernnova, durante su intervención en Deusto Businnes Alumni. (EC)

Salir a bolsa no entra en las previsiones a corto plazo de Aernnova. Tras el intento frustrado en 2016, cuando la compañía aeronáutica paralizó el proceso para priorizar la entrada de socios financieros, los planes no contemplan esta posibilidad antes de, al menos, los dos próximos años, según confirma su presidente, Iñaki López Gandasegui. La prioridad pasa por la implantación en Estados Unidos y establecer una relación estable con Boeing antes de pensar en acometer un proceso de salida a bolsa.

En estos momentos, la empresa vasca tiene que “digerir todavía” la reciente reestructuración del accionariado tras la salida del fondo de capital riesgo suizo Springwater, que controlaba el 47% de la firma, y que ha derivado en la entrada de tres fondos de capital riesgo —TowerBrook (38%), Torreal (13%) y Península (10)— y otro fondo de inversión que coordina TowerBrook, ANV, con el 13%. El equipo directivo ha vendido parte de su participación (llegó a controlar el 47% en 2015) y a día de hoy conserva un 26%, con la mayoría (el 20%) en manos del propio Gandasegui, que no oculta su decepción por la no entrada de capital público en la compañía en la renovación accionarial.

Foto: Primer A380 que salió de la línea de montaje de Airbus en 2004. (Airbus)

No está cerrada la salida a bolsa, algo que Gandasegui considera que “podría ser conveniente”, pero ahora es momento de integrar a los nuevos accionistas. “Las cosas tiene que ir de forma ordenada y ahora lo que estamos es integrándonos con el nuevo accionariado y consejo de administración, por lo que ahora no toca hablar de eso”, zanja el presidente de esta empresa especializada en el diseño y fabricación de estructuras aeronáuticas.

La compañía apuesta de forma estratégica por implantarse en Estados Unidos. "Estamos obligados a ser más americanos", dice Gandasegui

Por encima de todo existe una “gran prioridad” para Aernnova. Tener presencia física en Norteamérica, el otro gran mercado mundial aeronáutico junto al europeo. China está llamando fuerte, está acometiendo fuertes desembolsos económicos para entrar en el club de fabricantes de grandes aviones comerciales, pero su presencia en el mercado no tendrá peso hasta dentro de un plazo de 20-30 años, según vaticina Gandasegui. En este escenario, la compañía apuesta de forma estratégica por implantarse en Estados Unidos. "Estamos obligados a ser más americanos", asevera su presidente. De momento, el pasado año ya se dio un pequeño paso en esta estrategia de incremento progresivo de la presencia en Norteamérica con la adquisición del fabricante de componentes para la industrial espacial californiana Brek, lo que se suma a la inicial implantación industrial acometida en México.

En este aterrizaje en Estados Unidos, Aernnova confía en ir de la mano de Boeing, con quien espera poder incrementar la relación en los próximos años. Establecer una colaboración más fuerte con el gigante estadounidense es, a día de hoy, la “asignatura pendiente”. De momento, están puestos los primeros mimbres, ya que la compañía aeronáutica ha empezado a fabricar una "estructura importante" del 787, la competencia del A350 de Airbus, que en la actualidad es el principal cliente de la firma vasca. La compañía con sede en Álava estima que este nuevo programa les va a abrir “puertas adicionales” con Boeing, hasta el punto de que Gandasegui asegura con contundencia que la colaboración se va a reforzar en un plazo de “seis u ocho años”.

Aernnova ha empezado a fabricar una "estructura importante" del 787 de Boeing como paso a una relación que se va a reforzar en "seis u ocho años"

El presidente de Aernnova dibuja un panorama esperanzador de cara al futuro en un encuentro este jueves en Bilbao organizado por Deusto Business Alumni, los antiguos alumnos de la universidad. La compañía tiene “garantía de crecimiento” para los próximos años, dada la cartera de pedidos que acumula. Esta “buena posición” de cara a la próxima década se fundamenta, en esencia, en la relación con Airbus, para quien trabaja en prácticamente todos los aviones que fabrica en diferentes grados de responsabilidad, ya sea en componentes, ingeniería o estructuras integrales. El “gran contrato” para el A350 de la compañía francesa les garantiza un “porcentaje elevado” de ventas y, además, con “gran estabilidad comercial” hasta finales de la próxima década. Sobre la base de este fuerte posicionamiento, Gandasegui augura “importantes ritmos de crecimiento” en el sector de la aviación comercial, donde se prevé que se duplicarán para 2035 el número de aviones volando (se estima que será necesario construir 35.000 nuevas unidades en los próximos 20 años, según un estudio de Airbus).

La antigua Gamesa Aeronáutica facturó 310 millones en ventas en 2005, justo antes de que la entrada de capital de Caja Castilla-La Mancha y otros bancos salvara la división de una muerte que muchos vaticinaban. En 2017 facturó 700 millones de euros, un 6% más que en 2016, según los datos correspondientes al pasado ejercicio, cuando la empresa incrementó un 6% su ebitda (resultado bruto de explotación). La previsión es superar los 700 millones de facturación a lo largo de este año (“debería, si todo va bien”, señala Gandasegui) e incrementar la facturación en la línea del mercado aéreo en general del orden del 7-8%.

Foto: Martin Gruschka, fundador de Springwater.

La “mayor capacidad financiera” de los nuevos accionistas y el incremento de la fortaleza en las unidades de fabricación de componentes en 'composites' o ingeniería contribuirán tanto al crecimiento orgánico como al desarrollo inorgánico de Aernnova. El fondo americano TowerBrook tiene una presencia importante en Europa y maneja un volumen importante de dinero. En el nuevo accionariado también están la familia Abelló con Torreal, así como Borja Prado, presidente de Endesa, y Javier de la Rica, ex número dos de Mediobanca en España, a través de Península. Con este músculo económico como sostén, Gandasegui no descarta acometer adquisiciones que “complementen nuestras capacidades adquiridas”, aunque lo dice como algo “conceptual”, sin tener en mente ningún objetivo. El aeronáutico es un sector en el que, por norma general, “no se puede elegir”, por lo que hay que estar detrás de las oportunidades de negocio.

“Si pudiéramos elegir, es importante crecer más en Estados Unidos”, remarca, para dejar claro por dónde pasa la estrategia de Aernnova, que, en todo caso, mantiene su apuesta por mantener su arraigo en el País Vasco, donde trabajan 1.500 personas —un tercio de su plantilla— con “alto valor añadido”. A este respecto, la compañía prevé acometer un centro de excelencia en mecanizado en el Parque Tecnológico de Miñano, en Álava, donde están ubicadas la sede e instalaciones principales, si bien su gran centro de excelencia de estructuras aeronáuticas se encuentra en la localidad alavesa de Berantevilla.

Gandasegui solo tiene buenas palabras para el fondo Springwater: "La relación ha sido buena, nos han apoyado y no puedo decir nada negativo"

Al aludir a las cifras de negocio, el presidente de Aernnnova pone en valor que el ratio de endeudamiento actual es “adecuado”. La deuda en 2016 ascendía a 349 millones, una cifra inferior a la acumulada al cierre del pasado ejercicio. Gandasegui rehúsa aportar la cantidad, pero alude a los motivos de este incremento: la compra de Beck y el dividendo especial que se pagó a los accionistas tras la reordenación del capital que conllevó la salida de Springwater. No hay ninguna palabra malsonante para este fondo de inversión suizo que está acostumbrado al escándalo en España. “Sé que ha tenido experiencias negativas en otras participaciones, pero en nuestro caso no puedo hablar mal. La relación ha sido buena, nos han apoyado y no puedo decir nada negativo”, zanja sobre una firma que está detrás de empresas como Unipapelo Nautalia.

Salir a bolsa no entra en las previsiones a corto plazo de Aernnova. Tras el intento frustrado en 2016, cuando la compañía aeronáutica paralizó el proceso para priorizar la entrada de socios financieros, los planes no contemplan esta posibilidad antes de, al menos, los dos próximos años, según confirma su presidente, Iñaki López Gandasegui. La prioridad pasa por la implantación en Estados Unidos y establecer una relación estable con Boeing antes de pensar en acometer un proceso de salida a bolsa.

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