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Claves del ascenso exprés de Reynés y la retirada sorpresa de Isidro Fainé
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la jornada frenética del nuevo jefe de gnf

Claves del ascenso exprés de Reynés y la retirada sorpresa de Isidro Fainé

El nuevo presidente de Gas Natural fue designado en una jornada que empezó a las 8:15 de la mañana y acabó 12 horas más tarde para bendecir un nombramiento decidido hace meses

Foto: El nuevo presidente ejecutivo de Gas Natural Fenosa, Francisco Reynés. (EFE)
El nuevo presidente ejecutivo de Gas Natural Fenosa, Francisco Reynés. (EFE)

Trabajo. Mucho trabajo tuvieron Francisco Belil Creixell, Alejandro García-Bragado Dalmau, Cristina Garmendia, Miguel Martínez y William Alan Woodburn en la mañana del martes para determinar que Francisco Reynés era la persona adecuada para ser designada presidente ejecutivo de Gas Natural Fenosa en sustitución de Isidre Fainé, que decidió abandonar su cargo de presidente no ejecutivo del grupo apenas un año y medio después de que fuera elegido.

Con un frío helador tras la nevada del lunes, los miembros de la Comisión de Nombramientos de Gas Natural fueron citados a las 8:15 de la mañana del pasado 7 de febrero en la sede de la empresa gasista en Madrid para presentar el informe en que Belil, consejero independiente y presidente de la citada comisión, proponía a sus compañeros del órgano que vela por el buen funcionamiento del consejo de administración la nominación del exconsejero delegado de Abertis para dirigir el futuro de la multinacional energética.

Foto: El nuevo presidente ejecutivo de Gas Natural Fenosa. (EFE)

Belil, que reunió a la comisión con dos días de antelación, consiguió el visto bueno de Alejandro García-Bragado, consejero en representación de Criteria Caixa, de Miguel Martínez, en nombre de Repsol, de William Alan Woodburn, miembro por parte de Global Infraestructure Partners (GIP) y de Cristina Garmendia, la exministra que figura como independiente. Todos concluyeron que Reynés era el ejecutivo idóneo para poner en marcha el nuevo plan estratégico 2018-2022, sin que se sepa si la comisión de nombramientos evaluó a otros candidatos, potenciales ejecutivos que fueran tan buenos o mejores que el ex consejero delegado de Abertis y ex director general de Criteria Caixa entre 2007-09.

Hubo unanimidad. Ninguno preguntó por otras alternativas. Bastaba con su currículo. Desde que tomó las riendas de Abertis, la cotización había duplicado su valor. Según distintas fuentes, García-Bragado y Woodburn ya habían acordado la llegada de Reynés, a propuesta de Isidre Fainé, que desde hacía meses tenía decidido el relevo de Rafael Villaseca, pese a que lo defendió a ultranza en la junta general de accionistas del pasado año. Villaseca, al que le vencía su mandato, confiaba en elaborar personalmente el nuevo plan estratégico, según comentó públicamente a los inversores en la última presentación de los resultados del tercer trimestre de 2017.

Francisco Reynés, nuevo presidente ejecutivo de Gas Natural

Y no es que Fainé tuviera decidido solo la no renovación de Villaseca. También tenía claro que el sustituto iba a ser Reynés, pese a que Abertis, la compañía que dirigía hasta el pasado lunes, está inmersa en una guerra de opas entre Atlantia y ACS. Según aseguraban ayer directivos de varias cotizadas, no se conoce un caso en Europa en el que el primer directivo de una compañía opada dimite de su cargo en pleno cruce de ofertas. Algunos fondos de inversión londinenses invertidos en Abertis no daban crédito del cambio de cromos.

Para que Reynés pudiera ‘superar’ los criterios de selección de la comisión de nombramientos y retribuciones de Gas Natural, previamente, la semana pasada, la de Abertis se reunió para aprobar el pago del incentivo a largo plazo (ILP) por el que su ya exconsejero delegado tenía derecho a cobrar un bonus especial de algo más de ocho millones de euros a cargo del ejercicio 2017. La comisión de retribuciones de la concesionaria de autopistas dio el visto bueno al premio al ejecutivo mallorquín pese a que uno de los principales objetivos del Plan Estratégico 2015-2017 al que estaba vinculado el éxito del ILP, alcanzar un ebitda de 4.000 millones de euros, no se cumplió. Abertis anunció ayer que el beneficio operativo quedó en 3.480 millones, 520 millones por debajo del reto.

placeholder Isidre Fainé (i) y Rafael Villaseca, durante la junta de accionistas de Gas Natural. (EFE)
Isidre Fainé (i) y Rafael Villaseca, durante la junta de accionistas de Gas Natural. (EFE)

Tras lograr el aprobado de la comisión de retribuciones, la ejecutiva también asintió, con lo que el consejo de administración en pleno pudo coronar a Reynés en la reunión que mantuvo por la tarde. Gas Natural comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que había fumata blanca a las 20:15 del martes, 12 horas después del desayuno mañanero organizado por Belil y los otros cuatro consejeros.

La sorpresa fue la prisa, porque inicialmente el relevo de Villaseca no estaba previsto hasta el próximo mes de abril, cuando expiraba su mandato. El nombre de Reynés sonaba desde hacía casi 12 meses como discípulo predilecto de Fainé. El asombro fue más por la dimisión también del veterano banquero, que apenas llevaba 16 meses como presidente no ejecutivo, y que hasta hace bien poco negaba cualquier idea de retirada pese a sus 76 años. Solo aceptaba irse para facilitar la fusión con la portuguesa EDP.

Desarmar a los enemigos

Las teorías que circulan por el mercado son varias. Unas indican que Fainé ha evitado con el nombramiento exprés de Reynés que GIP y CVC, que negocia la compra del 20% de Gas Natural en manos de Repsol, pactaran la designación de Borja Prado, actual presidente de Endesa, que en los últimos años ya ha sonado para varios asientos del 'top five' del Ibex 35. En su día optó para quedarse al frente de Repsol, movimiento que no respaldó el banquero catalán. Conocido es asimismo su deseo de salir de la jaula de oro de Endesa (gana más de tres millones al año), amputada por la italiana Enel para poder crecer fuera de España.

Otra explicación tiene que ver con la posibilidad de que la antigua eléctrica pública sea comprada por fondos como el propio CVC, con el que ha mantenido numerosas reuniones. Con esta sucesión, Fainé conseguía que en Gas Natural siguiera uno de sus 'hijos' como máximo jefe antes de perder el poder del consejo en caso de que los fondos sean los accionistas de referencia.

Por otra parte, el jefe de La Caixa ha dado un golpe de efecto al sacar de Abertis a Reynés, el hombre de referencia de los italianos de Atlantia para quedarse con la concesionaria española. Sin su enlace con España, los transalpinos se debilitan para ganar la batalla contra ACS, la opción preferida por el Gobierno de España, opuesto totalmente a que Italia se haga con la principal empresa de infraestructuras del país tras vetar varias veces a empresas como la propia Abertis, Telefónica o BBVA.

Y Fainé, quien ha perdido ascendente en Moncloa por los daños colaterales de la independencia de Cataluña, ha querido enviar un mensaje a Mariano Rajoy y a Álvaro Nadal de que está haciendo lo que puede por neutralizar la vía que, curiosamente, La Caixa y Reynés habían bendecido como la más adecuada para todos los accionistas. Incluidos los minoritarios, que han asistido sin decir palabra a este juego de sillas del que no se habla en los códigos de buen gobierno corporativo.

Trabajo. Mucho trabajo tuvieron Francisco Belil Creixell, Alejandro García-Bragado Dalmau, Cristina Garmendia, Miguel Martínez y William Alan Woodburn en la mañana del martes para determinar que Francisco Reynés era la persona adecuada para ser designada presidente ejecutivo de Gas Natural Fenosa en sustitución de Isidre Fainé, que decidió abandonar su cargo de presidente no ejecutivo del grupo apenas un año y medio después de que fuera elegido.

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