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Airbus tiene 2.600 millones de colchón para el nuevo agujero del avión militar A400M
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habrá nueva provisión "significativa" en 2017

Airbus tiene 2.600 millones de colchón para el nuevo agujero del avión militar A400M

Pacta un nuevo calendario de entregas con los países clientes, tras anunciar su presidente en España que la producción del avión se reducirá a la mitad en 2019 hasta los 11 aparatos

Foto: Un avión A400M, en la planta de Sevilla. (Airbus)
Un avión A400M, en la planta de Sevilla. (Airbus)

Airbus va a volver a tener en el avión de transporte militar A400M, que se produce por toda Europa y se ensambla en la fábrica de San Pablo en Sevilla, el principal borrón en sus cuentas anuales. En este caso, de 2017. La compañía que preside el alemán Tom Enders, que dejará el cargo en 2019, avanzó ayer que introducirá en los resultados del año pasado una nueva provisión “significativa” derivada del principio de acuerdo alcanzado con los siete países clientes de la aeronave para espaciar las entregas más allá de lo inicialmente estipulado.

La compañía dotó 5.000 millones de euros a final de 2015 para afrontar sobrecostes derivados de problemas en sus programas A350 (civil) y A400M. En 2016, debido fundamentalmente a problemas ya solucionados en la caja de cambios de sus motores turbohélice, tuvo que consumir 2.200 millones. Tras ello, el colchón con el que cuenta el grupo para afrontar el nuevo agujero del programa asciende como máximo a 2.800 millones. Aunque 150 millones ya se han empleado en los nueve primeros meses del año pasado, lo que reduciría la cifra a los 2.600 millones.

Foto: Primer A380 que salió de la línea de montaje de Airbus en 2004. (Airbus)

El programa se lanzó en 2003, aunque se venía trabajando en él desde 1996, con un presupuesto inicial de 22.000 millones, pero los sobrecostes acumulados ascienden ya a unos 7.500 millones sin contar la nueva provisión que Airbus comunicará oficialmente la semana que viene al presentar sus resultados anuales en Toulouse. En esos 7.500 millones extra se incluyen 3.500 millones que los gobiernos de los estados clientes aportaron en 2010 para rescatar al avión más moderno del mundo en su rango.

Los países clientes son Alemania, Francia, Reino Unido, España, Bélgica, Luxemburgo y Turquía. En total, han pedido 174 aparatos de los que ya se han entregado 57, a los que se suma el accidentado en mayo de 2015 que iba destinado a Turquía. Airbus venía produciendo unos 20 aparatos al año, y Fernando Alonso explicó en diciembre pasado en la comida anual con la prensa que esa cadencia se reduciría a 11 en 2019.

La exportación, única salida

El principio de pacto con los países clientes, agrupados en el organismo Occar, incluye no solo reprogramar las entregas, sino también establecer por fin un calendario cierto para que los aviones vayan equipados con todas las capacidades militares contratadas por cada país (son diferentes en cada caso, lo que añade complejidad al ya de por sí complicadísimo programa). Entre las capacidades pendientes están el repostaje en vuelo a aviones y helicópteros, el lanzamiento de paracaidistas o determinadas configuraciones de carga de material.

La única vía que tiene Airbus para lograr superar los sobrecostes que rondan el 50% del presupuesto inicial, y rentabilizar el programa, es lograr vender al menos otros 175-200 aviones a nuevos países. Las ofertas ya presentadas incluyen a Egipto, Arabia Saudí y México, y el precio por aparato ronda los 150 millones. Todos ellos ya operan con el otro avión de transporte militar que Airbus ensambla también en Sevilla, el C295. A ello se suma el preacuerdo alcanzado con Indonesia en 2017 para vender cinco aparatos A400M. Egipto negocia hacerse con otros 12, mientras que Arabia Saudí y México se interesan por menos de 10 aeronaves en cada caso.

Airbus va a volver a tener en el avión de transporte militar A400M, que se produce por toda Europa y se ensambla en la fábrica de San Pablo en Sevilla, el principal borrón en sus cuentas anuales. En este caso, de 2017. La compañía que preside el alemán Tom Enders, que dejará el cargo en 2019, avanzó ayer que introducirá en los resultados del año pasado una nueva provisión “significativa” derivada del principio de acuerdo alcanzado con los siete países clientes de la aeronave para espaciar las entregas más allá de lo inicialmente estipulado.

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