Insur separa su inmobiliaria del negocio de alquiler y descarta por ahora una socimi

Grupo Insur está ejecutando, para adaptarse a las preferencias de los inversores, una separación entre sus dos principales ramas de actividad: la inmobiliaria y la patrimonial, que aglutina los inmuebles en alquiler. Una segregación que puede calificarse de histórica, ya que la firma que cotiza en el Continuo y preside Ricardo Pumar ha esgrimido como seña de identidad la combinación de ambos negocios como su mejor antídoto contra las crisis cíclicas del sector del ladrillo. Ahora seguirán colgando de la matriz y consolidando en ella, pero con cuentas de resultados independientes que pertenecerán a filiales diferentes.

Según fuentes cercanas a la compañía sevillana, el primer paso en este sentido ha sido ampliar capital en Insur Promoción Integral, la cabecera inmobiliaria, para que alcance activos valorados en 80 millones de euros. La firma ha vivido un frenético 2017 en cuanto a venta de viviendas, con los dos últimos trimestres disparándose un 41%, hasta alcanzar los 37,4 millones entre junio y septiembre pasado (incluyendo la venta de promociones con terceros socios, por lo que todo ese importe no se lo anota Insur).

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En total, la actividad de promoción ha generado ventas de 60 millones de enero a septiembre —un 82% más—, de las que 28 millones proceden de los ingresos por la construcción de las promociones de viviendas tanto propias como para iniciativas con socios como BBVA, Santander o el banco malo (Sareb). Insur tenía previsto tener en construcción un millar de viviendas distribuidas en 18 promociones en Andalucía y Madrid a cierre del pasado año.

Frente a ello, la actividad patrimonial sigue disminuyendo su aportación, como ha venido ocurriendo los últimos años. Insur tiene unos 116.000 metros cuadrados en edificios destinados al alquiler, prácticamente todos en Andalucía, aunque actualmente construye un parque empresarial en Madrid. Su tasa de desocupación ha bajado 10 puntos en los últimos meses, hasta el 23% a septiembre, y las rentas obtenidas en los tres primeros trimestres se situaron en 7,5 millones frente a ocho millones en 2016.

La Junta de Andalucía, de la que Insur ha sido uno de los tradicionales caseros, especialmente en Sevilla, le desocupó 12.000 metros en mayo de 2016 y elevó así a 33.000 los metros que ha dejado de arrendarle en los últimos años de crisis. La compañía detalla en sus cuentas a septiembre que la renta anualizada de los inquilinos con los que ya tiene contrato (no todos ellos están aún instalados, a la espera de adaptar las oficinas) es de 12,7 millones. La imagen de esta área de negocio se completa si se atiende al requerimiento de información adicional sobre las cuentas de 2016 que Insur envió a la CNMV en octubre pasado, en el que detalla que se gasta anualmente 6,8 millones en ese patrimonio en alquiler, incluyendo la dotación para amortizarlo por 2,5 millones.

Cobertura de Sabadell

Por todo ello, y según las mismas fuentes, los gestores de Insur descartan en este momento la creación de una socimi que sirva para aglutinar la rama patrimonial ante la necesidad de mejorar sus resultados y tener una mejor visibilidad sobre su evolución futura. Tampoco es necesaria para dar liquidez a accionistas, ya que Insur tiene un 'free-float' del 43%. Los 15 consejeros de la compañía controlan el 37,5% del capital.

Los títulos de Insur se han revalorizado más de un 50% en los últimos 12 meses, hasta el entorno de los 12,5 euros. La acción va a pasar además a ser cubierta por los analistas de Banco Sabadell, que se suma a las firmas más especializadas que seguían el valor hasta ahora: Arcano, Kepler y Fidentiis.