Indra elimina al presidente de Tecnocom con otro bonus millonario bajo el brazo

Fernando Abril-Martorell se ha quedado voluntariamente solo al frente de Indra. A la salida pactada del consejero delegado de la compañía, Javier de Andrés, que dejó el grupo dos días antes de Nochebuena, se ha sumado ahora la marcha de Javier Martín, el directivo que ejercía de presidente de Tecnocom, la empresa comprada en 2017. Su dimisión se produjo el pasado 31 de diciembre para beneficiarse de una cláusula que le permitía cobrar un bonus millonario bajo el brazo.

Fuentes próximas a Indra han confirmado la salida de Javier Martín, que tras la fusión entre las dos compañías mantenía su cargo de presidente de Tecnocom. Otras fuentes explican que Martín, el ejecutivo que sacó a esta empresa de las pérdidas, se había postulado para el cargo de consejero delegado una vez acordada la salida de Javier de Andrés. Sin embargo, Abril-Martorell optó por amortizar esta función, asumir todo el poder ejecutivo y designar a Cristina Ruiz como máxima responsable del negocio de Tecnologías de la Información, además de consejera.

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Estas decisiones no fueron del agrado de Martín, que entendió que el presidente de Indra le estaba realmente invitando a marcharse. Por ello, se decantó por activar una de las cláusulas del contrato que tenía como presidente de Tecnocom: poder irse del grupo en caso de cambio de control accionarial con una indemnización significativa. Según su contrato, el homólogo de Abril-Martorell en Indra podía “percibir una retribución diferida equivalente a una anualidad de su remuneración, computándose, a tal efecto, la retribución fija o básica a la fecha, más la media de la retribución variable de los dos últimos años y el salario en especie imputado”. Otras fuentes indican que asimismo contaba con una indemnización de un año por no irse a ninguna empresa de la competencia.

Martín cobró 568.000 euros en concepto de sueldo y bonus en el ejercicio 2016, que para el pasado año se incrementó en 60.000 euros por la parte variable. Pero debido a la opa de Indra sobre Tecnocom, en febrero de 2017, el consejo de administración le concedió una retribución adicional en acciones por la consecución anticipada de los objetivos 2016-2018 de 266.667 acciones. Dado que la adquisición de la segunda por la primera se hizo a un precio por acción de 11,89 euros, el presidente de Tecnocom percibió 3,17 millones de euros.

La marcha de Martín supone una nueva baja de directivos procedentes de Tecnocom, cuyos miembros del comité de dirección previo a la compra por parte de Indra han ido abandonando el nuevo grupo. De hecho, Indra ya se desprendió de Carlos Marino, director financiero; de Vicente Díaz Sagredo, director de operaciones; Ignacio Mut Pasos, director de personal, y Luis Miguel Molina, director de telecomunicaciones y energía. Tan solo siguen, y en puestos de menor relevancia, Javier Rey, al que han hecho responsable de medios de pago, y Luis Figueroa, jefe de redes, así como Juan Rodríguez Manzaneque, que era director de administraciones públicas e industria.

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Con estas salidas, especialmente la de Javier de Andrés y la de Javier Martín, Abril-Martorell ha completado una reestructuración del equipo directivo de Indra que ha tenido hasta cinco fases, teniendo en cuenta las cuatro anteriores. Unos despidos que, en algunos casos, han supuesto indemnizaciones millonarias de entre tres y cuatro millones por cabeza por parte de una empresa que tiene como principal accionista al Estado —dueño del 18% del capital— y que previamente había hecho un ERE para cerca de 3.000 personas.

Indra ha destinado unos 50 millones a reconstruir su línea directiva, tirando de profesionales como Antonio Mora Morando (Telefónica), Javier Lázaro (Prisa) y Ezequiel Nieto (Telefónica), responsables de control de gestión, financiero y de relaciones con inversores, respectivamente.