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Grupo IFA y Mercadona abren la puerta a los contratos de energía renovable a largo plazo
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Se transforma la negociación de costes de empresa

Grupo IFA y Mercadona abren la puerta a los contratos de energía renovable a largo plazo

La gran distribución y otros sectores intensivos en consumo eléctrico empiezan a plantearse la adquisición de PPA (contratos a largo plazo de compraventa de energía a un precio predeterminado)

Foto: Interior de un supermercado de Alimerka. (Grupo IFA)
Interior de un supermercado de Alimerka. (Grupo IFA)

Empiezan a aflorar las consecuencias de la masiva instalación de renovables en la que ya está inmersa España. El incipiente mercado de PPA (contratos de compraventa de energía a largo plazo a un precio predeterminado) llama a la puerta tanto de generadores de energía limpia como de grandes consumidores. Por ejemplo, la gran distribución.

Mientras Mercadona reconoce que ya tiene propuestas de adquisición de PPA (Power Purchase Agreement, por sus siglas en inglés) sobre la mesa, Grupo IFA, número uno en superficie comercial en España con más de 6.784 establecimientos de sus asociados (AhorraMás, Alimerka, E.Leclerc, etc.), convocó una subasta entre productores fotovoltaicos el pasado mes de diciembre para que presentaran ofertas concretas de cara a cerrar un contrato de compra de energía 100% renovable a largo plazo, según explican fuentes familiarizadas con el proceso.

El gasto energético de las principales cadenas de gran distribución es uno de sus costes variables más importantes. La firma presidida por Juan Roig ya anunció a finales de 2016 que llevaría a cabo inversiones para el rediseño de sus superficies con el objetivo de mejorar la eficiencia. Al menor gasto eléctrico que irá experimentando fruto de la implantación de luces LED y otras mejoras instauradas en sus supermercados se suman ahora las propuestas de compra de energía 100% verde, a largo plazo y a un precio predeterminado. Sin embargo, por el momento no hay ninguna decisión tomada. La compañía ya tiene el contrato de suministro eléctrico cerrado para 2018.

Foto: La tienda que acaba de abrir Mercadona en Peligros (Granada).

Un desatascador de financiación de parques

Este tipo de acuerdos bilaterales entre generadores y consumidores aún está en pañales en España. El primer contrato de compraventa de este tipo lo firmaron el grupo EDP y Calidad Pascual en verano de 2017. No obstante, el desarrollo de renovables está acelerando su implantación. Para los generadores se trata de un instrumento muy apropiado para lograr la financiación de sus parques generadores cuando no se dispone de recurso propio. Ahora que los proyectos van a competir sin subvenciones, los bancos y fondos dispuestos a aportar los fondos para levantar las infraestructuras aceptan de mejor grado en la medida en que los promotores cuenten con contratos de este tipo, que sirven de garantía de que la energía a producir en el futuro está vendida de antemano a un precio cerrado. Esto permite a los financieros descontar los flujos de caja entrantes durante los años que rige el PPA.

Con más de 8.000 megavatios de potencia fotovoltaica y eólica adjudicados en la subasta y otros tantos proyectos fuera de la misma, los promotores sin recursos propios pueden acceder a firmar precios de energía muy competitivos a fin de lograr la financiación necesaria para seguir adelante. Algo así es lo que ha sucedido con Forestalia, que está ultimando un PPA de venta de energía a Engie con un descuento fijo sobre precio de mercado y un suelo de 38 euros el MW/h a doce años para los 300MW que logró en la subasta eólica de enero de 2016. Según explican fuentes del mercado, este contrato le ha facilitado el acceso a los recursos para construir los nueve parques del Proyecto Goya.

Foto: Foto de recurso de un parque eólico. (EFE)

Más empresas en busca de PPA

Este no es el único caso. El fondo de infraestructuras Foresight, que está desarrollando parques solares en Murcia y Albacete, ha cerrado un PPA a 10 años con Energya-VM, la comercializadora eléctrica del Grupo Villar Mir. Esta operación se cerró gracias al asesoramiento del despacho Watson Farley & Williams, según un comunicado de la compañía.

Además de comercializadoras o de la gran distribución, otras empresas intensivas en consumo eléctrico, como Aernnova o Arcelormittal, están empezando a preguntar por estos contratos a largo, explican fuentes del mercado. También algunas refinerías de petróleo. Telefónica informó en junio de que el 44% de su electricidad es renovable y los PPA son la vía de actuación preferente en Latinoamérica, donde destaca el contrato firmado en México. Además, la compañía pretende seguir por el mismo camino este 2018 en Chile, Argentina y Colombia.

EDP y Pascual abrieron la veda del PPA en España. Telefónica lo utiliza en Latam. Arcelormittal se ha interesado. Iberdrola ha firmado con Nike y Google

Fuera de España este mercado está más maduro. Grandes empresas de Estados Unidos han anunciado la compra de estos productos. Iberdrola informó en 2016 que suministraría energía verde a la sede de la firma de ropa deportiva Nike. Un año después, en noviembre de 2017, repitió la operación con Google, con quien firmó otro PPA.

Los expertos sostienen que además de garantizarse electricidad a un determinado precio por un largo periodo, la compra de energía de origen renovable posiciona a las compañías como comprometidas con el medioambiente, de ahí que estos acuerdos suelen ser anunciados por las empresas una vez que han sido cerrados.

¿Menos tarta para Endesa y Gas Natural?

Por otro lado, el desarrollo de este tipo de contratos contribuye a la proliferación de generadores al margen de las grandes 'utilities'. De hecho, la aparición de nuevos actores en este terreno está complicando el futuro de algunas grandes compañías. A diferencia de Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa son conscientes de que necesitan más megavatios de generación verde para compensar el menguante negocio de sus plantas de carbón y gas, cuyo futuro está cada vez más en entredicho.

Sin embargo, la llegada de grandes fondos con capital extranjero les está complicando las adquisiciones, dadas las menores rentabilidades que están dispuestos a asumir estos últimos.

Empiezan a aflorar las consecuencias de la masiva instalación de renovables en la que ya está inmersa España. El incipiente mercado de PPA (contratos de compraventa de energía a largo plazo a un precio predeterminado) llama a la puerta tanto de generadores de energía limpia como de grandes consumidores. Por ejemplo, la gran distribución.

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