Santander AM: "La renta variable, activo a seguir en 2018"

Por primera vez desde la crisis financiera, la economía global está consiguiendo crecer a su ritmo potencial. Tanto los países desarrollados como los emergentes están contribuyendo a este crecimiento de manera sincronizada, destacando los primeros, donde los indicadores de actividad apuntan claramente a la expansión.

Este mayor crecimiento unido a una inflación que no termina de aparecer ha sido idóneo para los mercados financieros, ya que las rentabilidades de los bonos han permanecido estables, mientras que los activos de riesgo se revalorizaban. Este año la bolsa mundial sube un 25% (medido en dólares). Sin embargo, para un inversor europeo la subida ha sido del 10% debido a la fuerte apreciación del euro frente a la mayoría de divisas.

De cara a 2018, parece que va a continuar la fase 'expansiva' del ciclo y, por lo tanto, la renta variable debería tener mejor comportamiento que la renta fija, tanto soberana como corporativa. Por zonas geográficas la más atractiva parece la renta variable de la Eurozona, donde la divisa debería lastrar menos a los beneficios de las compañías. También se observa aún recorrido a la Bolsa emergente y japonesa. En cambio, la Bolsa americana debería tener un potencial más limitado, ya que parte de valoraciones más ajustadas se encuentra en una fase más madura de su ciclo económico y su Banco Central está en proceso de retirada de estímulos.

Dentro de la renta fija hay aún valor en el segmento de renta fija emergente, tanto corporativa como en moneda local, donde los bonos ofrecen un extra de rentabilidad frente al de los desarrollados. Estas economías tienen aún recorrido en su ciclo económico.

En este contexto, el factor que determinará un buen resultado de las inversiones será la correcta asignación entre activos de renta fija y de renta variable y será clave tener la combinación más eficiente en cada momento del tiempo. Los productos más adecuados para este tipo de mercados son los fondos mixtos de gestión activa, ya que combinan diversificación, flexibilidad y ofrecen la posibilidad de elegir el perfil que mejor se adapte a cada inversor.