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Así lucha España contra el cambio climático: la receta para cumplir con París en 2020
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Así lucha España contra el cambio climático: la receta para cumplir con París en 2020

España tiene una fecha en el horizonte: 2020, el año en que deberá haber cumplido con el Acuerdo de París contra el cambio climático. Esta es la fórmula que ya está aplicando nuestro país

Foto: De izquierda a derecha: Jorge Fabra, Óscar Arnedillo, José López-Tafall, Valvanera Ulargui, Juan Cruz y Fernando Ferrando. (Fotos: Carmen Castellón)
De izquierda a derecha: Jorge Fabra, Óscar Arnedillo, José López-Tafall, Valvanera Ulargui, Juan Cruz y Fernando Ferrando. (Fotos: Carmen Castellón)

Justo hoy se cumplen dos años desde que España se uniese a los 195 países que redactaron el Acuerdo de París, el tratado que compromete a la mayoría de países desarrollados a luchar contra el cambio climático en todo el mundo. Pero, ¿de qué manera va a ejercer nuestro país esa lucha? ¿Qué mecanismos y medidas se van a llevar a cabo para que España cumpla con París?

A esas y otras preguntas se ha dado respuesta en la mesa redonda 'Hacia un nuevo modelo económico: la Ley de Cambio Climático y Transición Energética', organizada por El Confidencial, que ha contado con la participación de Valvanera Ulargui, directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, Fernando Ferrando, presidente de la Fundación Renovables, Óscar Arnedillo, director gerente de Nera Economic Consulting, Jorge Fabra, presidente de Economistas frente a la Crisis, y José López-Tafall, director de Regulación de Acciona.

Seis medidas para el éxito climático

Nuestro país ya está inmerso en la lucha contra el cambio climático, y el Gobierno está trabajando en la hoja de ruta de las próximas décadas en materia energética y medioambiental. La futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética, por tanto, ha de servir para cumplir con los objetivos de la Unión Europea en materia de sostenibilidad, así como los recogidos en el Acuerdo de París.

Todo esto responde, en definitiva, a la necesidad de definir un marco a medio y largo plazo para garantizar una transición ordenada de nuestra economía hacia un modelo bajo en carbono y que se adapte a los retos del clima.

Para conseguir estos objetivos, no obstante, es necesaria una estrategia clara y definida. Estas son seis de las medidas básicas para conseguir este objetivo.

1) Temperatura y emisiones

Los países desarrollados representan apenas el 20% de la población, pero son responsables del 80% de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Además, según la Agencia Internacional de Energía, las emisiones aumentarán en nada menos que un 130% de aquí a 2050. En total, entre todos somos responsables de haber elevado la cifra hacia un cuestionable récord: actualmente nuestra atmósfera tiene el mayor contenido de CO2 desde hace 2,1 millones de años.

En España "podemos cumplir los compromisos incluso sin un marco legal", asegura Valvanera Ulargui. "De hecho, ya lo estamos haciendo. La ley busca una respuesta para facilitar el cumplimiento de los objetivos de París, pero los compromisos ya se están cumpliendo; como mucho se podrán revisar al alza".

"Estamos cumpliendo los objetivos; como mucho se revisarán al alza" (Valvanera Ulargui)

Sin embargo, asegura, "tenemos que ver si la suma de esfuerzos de los países son comparables, ya que a día de hoy no llegamos a todos los objetivos. En cuanto a temperatura todavía tenemos una brecha de 1 o 1,5 grados para llegar a esos 2 grados, que son el objetivo de reducción final".

En cualquier caso, la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático considera que España está avanzando sin problema en la consecución de todos estos objetivos: "La Unión Europea nos puso un compromiso de reducción del 40% de emisiones, y eso en se va a cumplir con diferentes reglamentos, además de la reducción de los 2 grados de temperatura".

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2) Descarbonización

La descarbonización de la economía es uno de los aspectos esenciales para combatir el cambio climático desde todos los sectores, pero hay uno especialmente sensible. Se trata del energético, que emite el 76% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España.

Para Óscar Arnedillo, de Nera Economic Consulting, "es un momento idóneo para cerrar las centrales de carbón. Teniendo (como tenemos) un exceso de centrales de este tipo en España, estamos en el mejor momento para cerrarlas". Además, "las minas dejarán de cobrar subvenciones el 1 de enero de 2019, y la logística de traer carbón importado es muy complicada, así que España no puede optar por esa alternativa".

"Hay que cerrar las centrales de carbón, el precio solo subiría un 0,1%" (Óscar Arnedillo)

Por otro lado, "hay una serie de inversiones que la Unión Europea pide a las centrales de carbón cada cierto tiempo. Las centrales que no hagan esas inversiones cerrarán en 2020, queramos o no, así que no tiene sentido protegerlas".

En su opinión, además, "si se cerrasen todas las centrales de carbón, el impacto sobre el precio sería de apenas un 0,1%. En España estamos en sequía extrema y el precio no se ha disparado, así que no hay motivos para pensar que vaya a subir", asegura.

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3) Energías renovables

Es en este punto donde llega la madre de todos los debates. Todos en España estamos convencidos de la necesidad de apostar por las energías renovables, pero, ¿de qué manera? ¿Cómo se va a pagar esa apuesta? ¿Afectará a otros tipos de energía?

Para José López-Tafall, no hay tiempo que perder: "España tiene que apostar por un modelo idóneo, y tanto la innovación tecnológica como las energías renovables juegan a nuestro favor, "asegura el director de Regulación de Acciona.

Fernando Ferrando, de la Fundación Renovables, se muestra escéptico y tajante con este asunto: "España está en contra de las energías renovables. Nadie puede decir que este país tenga una política energética a favor de las renovables". Además, asegura, "la Unión Europea considera el autoconsumo un derecho, pero aquí lo vemos un acto pernicioso, tenemos la legislación más restrictiva en cuanto a autoconsumo".

"Hay que sustituir los combustibles fósiles por energías renovables" (Jorge Fabra)

En definitiva, no confía demasiado en las posibilidades de España en este sentido: "No creo que cumplamos los objetivos de 2020. Lo que necesita España es apostar por la eficiencia y por las energías renovables. Tenemos recursos energéticos propios suficientes y la tecnología en estos momentos es más competitiva que cualquier otra fuente".

Tampoco se muestra demasiado entusiasmado Jorge Fabra, de Economistas frente a la Crisis: "Hay que actuar contra las emisiones de efecto invernadero provocadas por la acción humana, sustituyendo los combustibles fósiles por energías renovables. El gran problema es que, aun habiendo un gran consenso sobre este tema, no lo hay en los instrumentos necesarios, que son de naturaleza regulatoria, para seguir avanzando por este camino".

Para Arnedillo, el problema de las renovables vendrá con su modo de financiación: "Prácticamente todo su coste lo está pagando la electricidad, cuando el coste de las energías renovables viene determinado por el consumo de todas las energías. Lo que hay que hacer es una reforma fiscal medioambiental para que, efectivamente, se promueva el consumo de electricidad sustituyendo otros consumos de energías finales como puede ser el gas, gasolina o gasóleo".

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4) ¿Gasto? No, inversión

A la hora de financiar un cambio de modelo energético siempre surgen dudas sobre el dinero necesario para ello. Un gasto que, para José López-Tafall, no es tal: "Esta política es una enorme oportunidad de crecimiento económico, inversión y creación de empleo".

Y es que "en muchos países esta filosofía está clarísima, pero aquí lo vemos como un coste económico que tenemos que asumir, cuando es una oportunidad. Hay estudios que aseguran que, con el nuevo modelo, el sector privado invertirá cerca de 10.000 millones de euros".

"Habrá crecimiento económico, inversión y empleo: el sector privado invertirá 10.000 millones" (José López-Tafall)

En su opinión, "la financiación existe, lo que necesitamos es a inversores que quieran entrar en este país. Esta actividad exige muchas inversiones y a largo plazo: ¿queremos que vengan los inversores a España? ¿O vamos a dejar que se vayan a otros países?

Para el director de Regulación de Acciona, en definitiva, hay un error de base: "El problema es que identifiquemos los costes de transición como si fueran costes absolutos, cuando no lo son. Es un dinero que generará mucha riqueza, y España no puede dejar pasar esto".

5) Marco regulatorio

Y si la oportunidad es tan clara y solo necesitamos que el capital llegue a España, ¿cómo lo conseguimos? "Necesitamos que la ley sea suficientemente amplia para reactivar la inversión", asegura López-Tafall, "ya que las inversiones deben ser a largo plazo y cualquier incertidumbre haría que las empresas acaben valorando más las oportunidades fuera de España si el riesgo es menor. Si esa viable no la incorporamos al debate, no estaremos movilizando la inversión".

En esta apuesta coincide Fernando Ferrando: "Lo importante es que, si apostamos por tecnologías intensivas en capital, los inversores deben tener unas reglas de juego claras y unos plazos claros. No quiero llegar a 2050 y que me sigan diciendo que 'las renovables son el futuro'. No me creo la promesa del futuro de la política española, necesitamos que esto sea el presente".

"No quiero que en 2050 me digan que las renovables son el futuro, necesitamos que sean el presente" (Fernando Ferrando)

En su opinión, por tanto, "hay que poner en marcha una política energética que esté a favor de la introducción de las energías renovables y que solvente el parón y la falta de celeridad y solvencia financiera por cambios regulatorios que hemos tenido en el pasado". La estrategia es también certera para Valvanera Ulargui: "La ley tiene dará esa seguridad jurídica para que las administraciones públicas y los inversores acompasen esa descarbonización de la economía, y tenemos que activar las palancas para esa descarbonización con un ritmo adecuado".

El problema, según Jorge Fabra, quizá llegue en la alineación de intereses: "Tenemos grandes oportunidades económicas, pero no estoy seguro de que haya consenso en cuanto a los instrumentos para alcanzar estos objetivos. Debemos debatir eso, que es donde los intereses económicos de cada uno entran en conflicto".

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6) Partidos políticos: todos a una

Para la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático hay un punto esencial y meritorio en todo este asunto: "Al margen de las prioridades de cada cual, todos los partidos políticos del Congreso están involucrados en esto, hay un sentir común de cumplimiento y de vocación de permanencia".

Para Ulargui, por tanto, "la señal que daremos al exterior será buena: la sensibilidad está en la calle y todos los sectores de la sociedad han contribuido a respaldar este compromiso. Hay una unión total para cumplir con los objetivos".

"Es el momento: el coste de no actuar será mayor que el de actuar" (José López-Tafall)

De todos modos, "necesitamos el apoyo de todos los ciudadanos", asegura. "Necesitamos que los ciudadanos cambien sus hábitos, tenemos que cambiar nuestro modelo productivo y nuestros hábitos cotidianos. Tenemos que empezar a cambiar nuestros consumos energéticos y debemos ser capaces de, entre todos, alcanzar esa mención ambiental que nos llevará a una mejor competitividad y que nos llevará a un mejor país y más competitivo".

Para José López-Tafall, en definitiva, se trata de una oportunidad histórica: "Es el momento, lo que hoy llamamos costes de transición, si no hacemos nada, acabarán siendo del doble. El coste de no actuar será mayor que el de actuar".

Justo hoy se cumplen dos años desde que España se uniese a los 195 países que redactaron el Acuerdo de París, el tratado que compromete a la mayoría de países desarrollados a luchar contra el cambio climático en todo el mundo. Pero, ¿de qué manera va a ejercer nuestro país esa lucha? ¿Qué mecanismos y medidas se van a llevar a cabo para que España cumpla con París?

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