Sun Capital encarga a Lazard la venta de las muñecas de Famosa pese a la amenaza china

Famosa, la emblemática empresa alicantina de juguetes, busca nuevo dueño. Sun Capital, el fondo estadounidense que la compró en 2010 por el simbólico precio de un euro al desaprecido Vista Capital (Banco Santander y Royal Bank of Scotland), ha encargado al banco de inversión Lazard la venta de la compañía con sede en Onil. Una operación por la que el ‘private equity’ pretende ingresar algo más de 120 millones de euros tras haber sacado al fabricante de muñecas como Barriguitas, Nancy y Nenuco de las pérdidas y de la quiebra.

Lazard ya ha elaborado el cuaderno de venta en el que se afirma que Famosa Holding tiene asegurada la generación de beneficio operativo positivo los tres próximos años después de que Sun Capital aplicase un estricto plan de ahorro de coste, con ERE incluido. “El Grupo ha adoptado un plan de medidas de gestión en materia de nombramientos, aprovisionamientos ('stock'), condiciones comerciales, personal, control de costes, etc. encaminadas a devolver al Grupo a la senda de beneficios de los últimos años a la mayor brevedad”, señala la propia compañía en su último informe anual.

Unas medidas que “de acuerdo con las proyecciones realizadas” permitirán al grupo "generar ebitdas por importes positivos en los próximos tres años”. El 'private equity' afirma que en el último ejercicio fiscal obtuvo un beneficio operativo positivo de 6,5 millones, pero sus cuentas muestran una cifra negativa de 1,7 millones. La compañía facturó 172,3 millones, frente a los 161,2 de 2015. El 43% de las ventas las obtiene en España, y el 53% restante son exportaciones.

Los potenciales compradores que han analizado ya la compra no se sienten muy atraídos por la operación. Sostienen que, pese a la mejora de los números -la compañía ha estado varios años en pérdidas-, las amenazas de los competidores chinos y los juguetes digitales siembran muchas dudas sobre la estabilidad de la cuenta de resultados a medio y largo plazo.

No es la primera vez que Sun Capital trata de vender Famosa. Ya lo intentó sin suerte en 2013 cuando contrató al banco de negocios Willian Blair. Pero la falta de oferta de compra frustró la desinversión. Al contrario, el fondo estadounidense tuvo que aportar nuevos fondos debido a la acumulación de números rojos, que en 2015 llegaron a ser de 30,8 millones de euros. El propietario se vio obligado a inyectar 10 millones de euros mediante un préstamo a devolver en 2021 para poder mantener la compañía en funcionamiento y nombró a Marie-Eve Rougeot como consejera delegada en sustitución de José de Gándara. Su deuda actual supera ligeramente los 100 millones.

Un juguete roto

Como consecuencia de las pérdidas del ejercicio, el grupo no cumplió a 31 de mayo de 2015 con determinados ratios financieros a los que estaba obligado con los acreedores que en el año 2010, cuando se hizo con Famosa, aceptaron una fuerte quita para evitar quedarse con la compañía. La deuda, que originalmente era próxima a los 200 millones y que estaba en manos de BBVA, Banesto, Rabobank y HBOS, se redujo a cerca de 75 millones, pero que el grupo tampoco podía pagar hace apenas 24 meses.

Sun capital convenció a los bancos para que le dieran una prórroga y lo que se llama un ‘holyday period’ o tiempo -entre agosto de 2015 y febrero de 2017- durante el cual Famosa apenas tenía que cumplir una de sus obligaciones financieras. El 23 de noviembre de 2016 la juguetera alicantina, controlada por Sun Capital desde una sociedad en Luxemburgo para minimizar el pago de impuestos, firmó un nuevo acuerdo con los acreedores para solo tener que hacer frente a dos de los ratios exigidos iniciales: el de deuda sobre ebitda y el de capex o inversión. En conclusión, la empresa sigue fiscalizada por la banca.

La operación puede ser un gran negocio para Sun Capital, que se hizo con Famosa por un euro y con una quita por más de la mitad de la deuda. Todo lo contrario que le pasó a Vista Capital, que adquirió Famosa en 2006 por 130 millones a Torreal (Juan Abelló), Ahorro Corporación Financiera y la desaparecida Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Posteriormente, el fondo de 'private equity' del Santander y de The Royal Bank of Scotland tuvo que inyectarle unos 45 millones en una ampliación de capital mediante la aportación de fondos propios y la capitalización de la deuda para evitar la suspensión de pagos. El antiguo socio se dejó por el camino cerca de 120 millones de inversión que no pudo recuperar.