Gamesa ajusta plantilla en todas sus oficinas y centros de servicio (las fábricas se libran)

Siemens Gamesa meterá la tijera en todas las oficinas y centros de servicio que tiene distribuidos por España. Así, el ajuste laboral, del que se librarán los 1.800 empleados que tiene la compañía en las plantas de producción repartidos por la geografía española, afectará a sus sedes centrales de Zamudio (Vizcaya), Pamplona y Madrid, así como a todos los centros de servicios distribuidos por Albacete, Medina del Campo (Valladolid), Burgos, Santiago de Compostela, Arnedo (La Rioja), Torremolinos (Málaga), Paterna (Valencia) y Zaragoza.

De esta forma, la compañía reducirá su plantilla en 328 trabajadores hasta el próximo septiembre de 2018, ya que 13 trabajadores han salido desde el pasado mes de septiembre, ha comunicado la compañía a los sindicatos. Los 62 empleados restantes saldrán entre 2019 y 2020. Estos 408 trabajadores son algo menos del 20% de los que están en oficinas y centros logísticos de la firma (en torno a 2.700).

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Siemens Gamesa no ha comunicado por ahora cuántos empleos desaparecerán en cada centro, ni la forma en que saldrán. Se rumorea que un alto porcentaje serán contratos temporales, parte bajas voluntarias y parte un ERE.

Los sindicatos han estado reunidos este jueves en la mesa de empleo para poder negociar antes de que el próximo jueves 23 de noviembre se empiecen a concretar las salidas. Los propios representantes de los trabajadores habían solicitado a la compañía que se abriera un plazo de un mes para discutir un ajuste lo menos traumático para los afectados y que se pudiera hacer el recorte a base de bajas voluntarias incentivadas y prejubilaciones, sin tener que acudir a los despidos. Los portavoces sindicales entienden que la compañía ya arrastra ajustes desde 2010 y las cuentas anuales aún no dan pérdidas, por lo que habría que replantearse los despidos forzosos.

Sin embargo, Siemens Gamesa ha desechado la posibilidad de extender los plazos de negociación de esta mesa, y empezarán a tramitarse con los sindicatos las condiciones de salida en una semana. Otra de las peticiones que hicieron los sindicatos era incluir en la mesa de empleo a los representantes de los trabajadores de los centros de servicios, que no se rigen por el convenio de oficina. También esta posibilidad ha sido desestimada, ya que según la compañía la mesa de empleo está hecha solo para el convenio de oficinas.

CCOO, que con 90 representantes es el sindicato mayoritario en Siemens Gamesa, entiende que los centros logísticos debían estar presentes en los encuentros con la empresa por estar afectados por el ajuste. Ante esta discrepancia, CCOO está barajando con sus servicios jurídicos llevar este asunto a los tribunales, lo cual, entienden, podría provocar la nulidad del ajuste de empleo por la vía judicial. En esta cuestión, UGT, que tiene 80 representantes, no se ha sumado a su postura. Este sindicato cree que se debe crear un espacio más amplio para negociar fuera de la mesa de empleo que contempla el convenio de oficinas, donde puedan estar todos presentes.

Las fábricas se libran

Los que pueden respirar aliviados son los trabajadores de las fábricas. Siemens Gamesa cuenta con 16 plantas en Jaén, Asturias, Cantabria, Cuenca, A Coruña (2), Navarra (2), Burgos, Lerma, Miranda de Ebro, Soria, Madrid, Guipúzcoa, Vizcaya y Valencia que no se verán afectadas.

Peor suerte están corriendo los trabajadores que la empresa tiene en Dinamarca, donde se producirán alrededor de 2.500 despidos de los 6.000 que en total quiere ajustar la constructora de aerogeneradores en los próximos tres años. Tanto en el país nórdico como en Canadá, ya ha anunciado el cierre de fábricas.

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María Igartua

Siemens Gamesa está sufriendo un duro ajuste en bolsa después de que la compañía lanzara dos 'profit warning' en los últimos meses y se apuntara unas pérdidas por 135 millones en los seis primeros meses de su año fiscal. Un parón de su mercado indio, ajustes contables en la división de Estados Unidos y un fuerte ajuste de los márgenes, por la tendencia del mercado, están provocando los cambios solo un año después de que Gamesa se fusionara con Siemens.

El recorte de empleo se produjo tras la presentación de resultados, y solo unos días después de que trascendiera que Iberdrola, propietaria de un 8% del capital social de la compañía, había mostrado preocupación por la marcha de la empresa. Tras las quejas, se produjeron cambios en el consejo de administración de la firma.

Expertos del sector explican que la tendencia a realizar subastas para adjudicar potencia eólica en todo el mundo está provocando que los desarrolladores busquen costes más bajos para los aerogeneradores, lo que está obligando a la compañía a buscar una estructura de costes más liviana. De ahí que esté cerrando fábricas en sus mercados más caros y abra otras en mercados más baratos como Marruecos, donde recientemente estrenó una fábrica de palas.

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J. C. P.

Este nuevo panorama le ha llevado a retrasar su plan estratégico, que presentará en febrero en lugar de en noviembre, como en un principio tenía previsto.

La crisis que vive Siemens Gamesa es estructural en el sector. Otras compañías como Vestas y Nordex también se están desinflando en bolsa en los últimos días. La propia Vestas, líder mundial, también tuvo que incluir un 'profit warning' en sus previsiones de margen de ebit. Entre los motivos de preocupación común, está la reforma fiscal del presidente de los EEUU, Donald Trump, que pretende acabar con algunas de las ventajas establecidas para las tecnologías de generación de energía limpia.