CaixaBank se quejó al Gobierno por el "juego sucio" de sus rivales en la crisis catalana

CaixaBank sufrió no solo una importante huida de depósitos minoristas en los días de miedo y furia posteriores al referéndum independentista del 1 de octubre. Algunas de las mayores empresas del país también cancelaron sus posiciones, no por motivos políticos, sino por temor a la inestabilidad en un movimiento parecido al que sufrió el Banco Popular a finales de mayo. La cúpula de la entidad vio en esta salida, (que a la postre provocó el cambio de sede a Valencia) una actuación desleal de sus principales competidores, que aprovecharon el río revuelto para pescar clientes. Y por ello, trasladaron su malestar al Ministerio de Economía, según fuentes conocedoras de la situación.

A juicio de los máximos responsables, sus principales rivales practicaron el "juego sucio" al exacerbar los miedos de los grandes clientes de CaixaBank para hacerse con sus depósitos. Como ha informado El Confidencial, algunos de los principales beneficiarios de esa fuga minorista fueron el Banco Santander y Bankia. En el caso de los clientes corporativos, los argumentos fueron distintos: "Los gestores de la tesorería de las grandes empresas no son ancianitas asustadas, son profesionales que toman decisiones por criterios técnicos. No se llevan el dinero porque llegue un banco y trate de meterles el miedo en el cuerpo", explica un directivo del área financiera.

La retirada de fondos de grandes empresas fue determinante para que el banco de La Caixa decidiera trasladar su sede a Valencia

Siempre según estas fuentes, esta protesta no tuvo mayores consecuencias puesto que el Ministerio poco podía hacer para reparar el daño. Pero la retirada de fondos de grandes empresas (en total perdió unos 6.000 millones en depósitos) sí fue determinante para que el banco de La Caixa decidiera trasladar su sede a Valencia el 6 de octubre, siguiendo el camino abierto por el Banco Sabadell con su traslado a Alicante un día antes. Fueron las dos primeras empresas catalanas en cambiar su domicilio social ante el intento de golpe independentista y después las han imitado otras 1.800 aproximadamente. El movimiento tuvo éxito, puesto que con el cambio de sede y las famosas 'cuentas espejo', las dos entidades consiguieron frenar la sangría.

Las empresas del Ibex, sin cuenta en Cataluña

En todo caso, este 'robo' de clientes y estas supuestas malas artes han dejado secuelas en las siempre complicadas relaciones entre los grandes bancos españoles. Pero lo más importante es que, según algunas de las fuentes consultadas, ninguna de las grandes empresas del Ibex 35 mantiene cuentas residenciadas en Cataluña; ni siquiera las de origen catalán. O bien han salido de CaixaBank y Sabadell hacia otras entidades, o bien han redomiciliado sus fondos en estas entidades pero fuera de esta comunidad autónoma.

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"Las empresas huyen de la incertidumbre. La aplicación del artículo 155 había tranquilizado las cosas pero se ha visto que ha durado muy poco: las detenciones de los 'exconsellers' han devuelto la inestabilidad. Y las elecciones de diciembre son impredecibles y seguramente no resuelvan el conflicto. Con este panorama, es lógico que nadie quiera tener ahí el dinero, por lo que pueda pasar", explica otra de estas fuentes.

Esto significa que será muy complicado que las grandes compañías (energéticas, constructoras, textiles, telecomunicaciones, autopistas, tecnología, etc.) redomicilien sus depósitos en Cataluña en un futuro previsible. Es más, lo normal es que otras empresas más pequeñas sigan su ejemplo, si es que no lo han hecho ya. Una más de las consecuencias negativas para la economía catalana de la inestabilidad generada por los independentistas, que el Banco de España considera que puede entrar en recesión, con un impacto de hasta 2,5 puntos en el PIB del conjunto del país.