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El Congreso se olvida de citar al hombre que repartió el rescate y privatizó las cajas
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ANTONIO CARRASCOSA, EXDIRECTOR GENERAL DEL FROB

El Congreso se olvida de citar al hombre que repartió el rescate y privatizó las cajas

Aparte de las ausencias de Aznar y Zapatero, la lista de la comisión del Congreso sobre la crisis financiera olvida al hombre que gestionó el rescate y subastó las cajas nacionalizadas

Foto: El exdirector general del FROB Antonio Carrascosa. (EFE)
El exdirector general del FROB Antonio Carrascosa. (EFE)

El hombre clave en la gestión de la crisis financiera española no es Mariano Rajoy, ni Luis de Guindos, ni los gobernadores del Banco de España Fernández Ordóñez o Linde. Es Antonio Carrascosa, director general del FROB entre 2012 y 2014, quien gestionó el reparto de los 41.000 millones de rescate europeo entre las cajas insolventes y las subastas de entidades nacionalizadas como CatalunyaCaixa, Novacaixagalicia o Banco de Valencia. Hoy es el representante español en la famosa JUR que decidió la intervención del Popular. Pero la comisión que investiga la crisis financiera en el Congreso se ha olvidado de citarle, pese a que en su lista hay muchísimos personajes de menor relevancia.

Entre las comparecencias solicitadas al menos por cuatro grupos parlamentarios sí se encuentra el que fue presidente del FROB, Fernando Restoy, junto a MAFO, Linde, los expresidentes de cajas Rodrigo Rato (Caja Madrid y Bankia), José Luis Olivas (Bancaja y Bankia), Juan Pedro Hernández Moltó (CCM) y Narcís Serra (Caixa Catalunya), más José Ignacio Goirigolzarri; los exministros Pedro Solbes y Elena Salgado, además del propio Guindos y el exsecretario de Estado José Manuel Campa, y el exdirectivo de Caja Madrid condenado por las tarjetas 'black' Ildefonso Sánchez-Barcoj. Los distintos partidos también han pedido la presencia de inspectores del Banco de España, consejeros autonómicos, auditores, expertos, sindicalistas e incluso del sucesor de Carrascosa, Jaime Ponce. Pero no del gran responsable de la reestructuración bancaria.

placeholder Mesa y portavoces de la comisión de investigación sobre la crisis financiera. (EFE)
Mesa y portavoces de la comisión de investigación sobre la crisis financiera. (EFE)

El grueso de la carrera de Carrascosa se ha desarrollado en la Administración, y paradójicamente fue el socialista Manuel Conthe quien le promocionó a ocupar varios puestos en la Dirección general del Tesoro en los años noventa y después en la CNMV bajo su presidencia en 2005. Cuando Conthe dimitió por el escándalo de la opa de Endesa, el bando de Carlos Arenillas también exigió su cabeza. Se incorporó entonces a PwC para su rama de consultoría en el sector financiero, donde también se refugió Luis de Guindos tras la quiebra de Lehman Brothers en 2008. Ahí surgió su amistad, que se trasladó al Gobierno: cuando Guindos fue nombrado ministro en 2011, se lo llevó como director general de Política Económica.

Foto: Los ex presidentes José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero

Pero cuando las cosas se pusieron verdaderamente feas en 2012, Guindos se dio cuenta de que el instrumento clave para salvar de la quiebra a buena parte del sistema financiero era el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), hasta entonces controlado por el Banco de España; su presidente era el subgobernador del supervisor. Necesitaba manejarlo él, para lo que creó un nuevo cargo de director general que acapararía todo el poder ejecutivo en detrimento de Restoy, y nombró para el mismo a alguien de su total confianza: su fiel escudero Carrascosa. Entre 2012 y 2014 fue el encargado de tomar y ejecutar las decisiones clave para resolver la mayor crisis financiera de la Historia de España.

Fuertes pérdidas en las ventas de cajas

Cuando se hizo inevitable el rescate europeo para evitar el impago de España, Carrascosa tuvo que poner en marcha el procedimiento para determinar su cuantía y su reparto, como los famosos test de estrés de Oliver Wyman y la aceptación del plan de recapitalización de Goirigolzarri para Bankia, la mayor inyección de dinero público en un banco jamás vista. También se encargó de monitorizar el diseño de Sareb, el banco malo exigido por Bruselas a cambio del rescate.

placeholder Antonio Carrascosa (i) y Juan Carlos Escotet, en la firma de la venta de NCG Banco. (EFE)
Antonio Carrascosa (i) y Juan Carlos Escotet, en la firma de la venta de NCG Banco. (EFE)

Una vez ejecutado el manguerazo, el FROB pasó a tener el control de una enorme cantidad de entidades insolventes, a las que hubo que dar salida. Y ahí es donde aparecen las mayores sombras en la gestión de Carrascosa, por no seguir un procedimiento preestablecido sino hacer cada venta con unas reglas distintas. Y eso se tradujo en un despilfarro de recursos públicos, según criticó el Tribunal de Cuentas (es decir, que se podía haber recuperado una proporción mayor del rescate en estas privatizaciones).

Así, vendió el Banco de Valencia a CaixaBank en una subasta exprés con unas ingentes garantías públicas (19.019 millones) superiores a lo que habría costado liquidar la entidad (en el sector se entendió como una compensación a Fainé por haberse quedado anteriormente con Banca Cívica 'a pulmón'). También tomó la polémica decisión de entregar Novacaixagalicia al venezolano Banesco con una pérdida de 9.159 millones, aunque posteriormente le impidió pagarse dividendo hasta haber abonado con sus propios recursos el primer plazo de los 1.000 millones recuperados (400 millones).

Se quedó corto en la venta de Bankia

A diferencia de las cajas gallegas, decidió suspender la subasta de CatalunyaCaixa por la baja cuantía de las ofertas y retomarla en el verano de 2014, cuando la ganó BBVA. Aun así, la pérdida para el Estado fue de 12.676 millones. También se quedó corto en la venta del primer paquete de Bankia en bolsa en febrero de ese año por 1.304 millones, ya que solo colocó un 7,5%. La prevista venta de un nuevo paquete el mes pasado —aplazada por la inestabilidad en Cataluña— tendrá que hacerse a un precio muy inferior al de entonces.

placeholder Luis de Guindos (i), acompañado por Antonio Carrascosa. (EFE)
Luis de Guindos (i), acompañado por Antonio Carrascosa. (EFE)

Finalmente, Carrascosa tuvo que asumir la participación del 45% del FROB en el capital Sareb y el diseño del banco malo, que finalmente fue desarrollado por KPMG y quedó muy lejos del ambicioso proyecto de Alvarez & Marsal. Participación que, como es sabido, se ha perdido por completo, lo que ha llevado al fondo de rescate a tener patrimonio negativo y a requerir una recapitalización con otros 3.000 millones de dinero público. Ese mal trago le ha tocado a Ponce. La última actuación de Carrascosa ha sido su participación en la decisión de resolver el Popular y venderlo al Santander por un euro, como miembro del consejo de la JUR que preside la lenguaraz Elke König.

El hombre clave en la gestión de la crisis financiera española no es Mariano Rajoy, ni Luis de Guindos, ni los gobernadores del Banco de España Fernández Ordóñez o Linde. Es Antonio Carrascosa, director general del FROB entre 2012 y 2014, quien gestionó el reparto de los 41.000 millones de rescate europeo entre las cajas insolventes y las subastas de entidades nacionalizadas como CatalunyaCaixa, Novacaixagalicia o Banco de Valencia. Hoy es el representante español en la famosa JUR que decidió la intervención del Popular. Pero la comisión que investiga la crisis financiera en el Congreso se ha olvidado de citarle, pese a que en su lista hay muchísimos personajes de menor relevancia.

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