Avisa a tus familiares: así están estafando a ancianos los falsos técnicos de la luz

Una supuesta compañía eléctrica llama a un usuario para decirle que han detectado un pico en el consumo y que tienen que mandar a un técnico a su casa. Normalmente, la llamada va dirigida a una persona mayor que vive sola. ¿Por qué? Porque ni llama la empresa, ni quienes llegan equipados con monos de empresa son técnicos. Se dedican a estafar y no solo cobrarán por un supuesto servicio que obviamente la víctima no necesita, sino que además aprovecharán para robar las joyas de la casa y los objetos de valor que estén a su alcance.

“El otro día llamó Endesa a mi madre”, denuncia por ejemplo un usuario de Twitter. Su madre se llama Petra, vive en Bilbao, tiene 76 años y se enfrentó a una experiencia así el 20 de septiembre. “Llegaron un hombre y una mujer con monos de Endesa y se pusieron a mirar enchufes. Al cabo de un rato le preguntaron por el cuadro de la luz. Le dijeron que tenían que instalar un sistema de seguridad para evitar sobrecargas y que costaría 160 euros”. Así es su forma de proceder. No solo en este caso, sino en varios ocurridos en Bilbao que han sido denunciados a la Ertzaintza en los últimos días.

“Lo hacen muy bien, llevan un uniforme y unos guantes muy bonitos en los que pone Endesa. También una placa”, cuenta Petra a El Confidencial. Fue a las tres de la tarde cuando los dos falsos técnicos llamaron a su puerta. “Yo me iba al médico y tenía prisa. Me pillaron en horas bajas”. Petra había hablado con ellos por teléfono 10 minutos antes, así que cuando tocaron el timbre y se presentaron como “los técnicos de Endesa”, les abrió la puerta. “Seguro que habían llamado ellos mismos desde el parque de enfrente, pero bueno”, se lamenta Petra recordando la situación.

Entraron en la casa un hombre y una mujer de unos 40 años, españoles y “sin ningún acento reconocible”. Se organizaron de forma que, mientras uno la entretenía, el otro se hacía con los objetos de valor. “Me mandaban a comprobar que funcionaba la televisión o el microondas y, mientras, el otro tipo estaba mirando cerca de la mesita de noche. Yo tenía ahí mis joyas al alcance, en una cajita. No demasiadas, pero las suficientes como para que las metan en el bolso y no se noten”, dice Petra. Luego, se lo toma con humor y asegura no estar triste: “A quienes han robado es a mis sobrinas, que son las que iban a heredar”.

Me mandaban a comprobar que funcionaba la televisión y, mientras, me robaban las joyas

Pero tiene miedo. El miedo que conlleva haber descubierto que el desconocido que ha entrado en tu casa es un ladrón. “No creo que me hubieran dado un estacazo, porque entonces sí que van a la cárcel. Pero si llego a reaccionar y a encontrarlos con las manos en la masa, igual sí que me lo hubiera llevado”. Fue cuando los falsos técnicos anunciaron que habían terminado de instalar el supuesto aparato necesario cuando Petra se empezó a oler que algo estaba mal. “Iba a pagar con tarjeta y no llevaban el datáfono, no me dieron nada para firmar, un albarán… Nada”.

Cuando se dieron cuenta de que su careta estaba empezando a caerse, se marcharon con prisa y le dijeron que la factura le llegaría en el próximo recibo. Pero para entonces ya se habían llevado un pellizco.

¿Qué hacer?

Las víctimas de estos delitos suelen ser personas mayores que en el momento del robo se encuentran solas en su hogar. “Mi madre está extraordinariamente bien del cuerpo y la cabeza y no suele caer en estas cosas. No quiero imaginar los estragos que causará esta banda de delincuentes con jubilados mayores y más incapacitados”, comenta su hijo.

Estas estafas pueden evitarse. Sobre todo, es necesario tener precaución a la hora de dejar entrar en casa a desconocidos, aunque digan venir de parte de una empresa que nos suministra un servicio. Petra no pidió acreditación a los dos estafadores que entraron en su casa porque creía haber hablado con la eléctrica previamente, pero aunque lo hubiera hecho, una documentación no garantiza seguridad. “También mi carné puede ser falso”, le dijo el policía que la atendió poco después. Estos son algunos puntos a tener en cuenta.

• No dejar entrar a nadie en el domicilio. Desde Facua, la organización en defensa de los derechos de los consumidores, aconsejan no dejar entrar en casa a ninguna persona que diga venir de una eléctrica. “Nadie tiene por qué entrar a revisar nada y si es un comercial, la mayoría de las veces le hará una oferta engañosa”, aseguran.
• Verificar con la empresa el envío de operarios. Para verificar su autenticidad, la Ertzaintza aconseja llamar a la empresa para asegurar que, efectivamente, los operarios proceden de la misma.
• Posponer la visita. La policía del País Vasco también propone que, ante la duda, el usuario retrase la visita de los supuestos operarios hasta que pueda haber otra persona en el domicilio.
• Denunciar. En caso de que la persona haya sido víctima de la estafa, Facua remarca que hay que denunciar en la policía y, si es posible, facilitar una descripción del estafador.