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BBVA presenta una oferta a la baja para comprar Deutsche Bank España
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pasa a la fase final para adquirir la filial

BBVA presenta una oferta a la baja para comprar Deutsche Bank España

El banco presidido por Francisco González ha sido preseleccionado para la fase final de la desinversión del banco alemán, que pide unos 700 millones por sus 230 oficinas

Foto: El presidente del BBVA, Francisco González. (EFE)
El presidente del BBVA, Francisco González. (EFE)

BBVA se postula como el gran candidato a la compra de Deutsche Bank España. Según aseguran fuentes financieras, la entidad presidida por Francisco González es la única que ha sido preseleccionada para la segunda ronda del proceso de venta de la filial española del banco alemán. El resto de entidades que se interesaron por comprar las 230 sucursales nacionales del que fue el primer grupo financiero de Europa, como CaixaBank, Sabadell y Bankinter, no han presentado finalmente oferta.

El plazo para pujar por Deutsche Bank España, que cuenta con 700.000 clientes en nuestro país, finalizó a últimos de julio. Pero la entidad germana, que decidió no contratar a ningún asesor externo para que supervisara la venta, guardó silencio sepulcral. Solo se conoció el desinterés de CaixaBank, Sabadell, Bankinter e ING por las propias declaraciones de sus ejecutivos, que en las presentaciones de resultados del primer semestre dejaron caer que no tenía excesivo interés en la operación.

En CaixaBank aseguraron que estaban en plena integración de su negocio en Portugal, tras la compra de BPI, por lo que no tenían recursos para acometer otra adquisición en España. Semejante explicación dio Bankinter, mientras que Sabadell se mostró desde el principio poco atraído por comprar los activos y pasivos de Deutsche Bank después de que el banco alemán dejase fuera de la venta el negocio de empresas y de gestión de patrimonios. Al reducir el perímetro, la transacción pasó de valorarse en cerca de 2.000 millones a aproximadamente 700 millones, lo que provocó un descontento entre los potenciales interesados.

Según explican fuentes financieras próximas a la operación, el único que presentó antes de las vacaciones de verano una oferta preliminar fue BBVA. El banco dirigido por Carlos Torres como consejero delegado también pujó por Popular, pero finalmente no llegó a poner una propuesta en firme al no poder contar con ayudas públicas para protegerse de los potenciales litigios por la polémica adquisición. Popular acabó finalmente en manos del Santander, que por este motivo no ha participado en la subasta por Deutsche Bank.

Por tanto, el banco alemán mantiene ahora conversaciones exclusivas con BBVA, que no obstante ha presentado una propuesta muy alejada de las pretensiones del grupo germano. Según distintas fuentes, su oferta oscila entre los 300 y los 400 millones, lejos de los 2.000 millones iniciales y de los 700 en que se valoraron los activos que finalmente se pusieron en venta. Dada la peculiaridad del proceso —la filial ha estado informalmente en venta en varias ocasiones—, no se descarta que Deutsche vuelva a abrir un periodo para recibir propuestas no vinculantes por parte de terceros que no participasen en la primera ronda.

ING, en la recámara

Las miras están puestas en ING, que se ha visto perjudicado por la adquisición del Popular por parte del Santander. El banco holandés tenía un acuerdo con el grupo intervenido por la Comisión Europea para que sus clientes pudieran sacar dinero de sus 2.700 cajeros. Pero ahora, Ana Botín no tiene intención de mantener esa colaboración en el futuro, ya que fue una de los promotores, junto a CaixaBank y BBVA, de limitar las remuneraciones elevadas por los depósitos, uno de los grandes atractivos de ING.

Además, los tres, con 23.585 puntos de venta, decidieron aplicar una comisión de dos euros a los clientes ajenos a sus redes de oficinas por usar sus terminales, una decisión con la que quisieron poner en valor su inversión en cajeros, amén de erosionar a la competencia. Ante este estrangulamiento, ING podría presentar finalmente una oferta por Deutsche Bank España, que le daría 230 oficinas físicas, una plataforma para que sus clientes pudieran acceder al servicio básico de retirar efectivo. Pero al mismo tiempo un coste que el banco holandés no está acostumbrado a asumir. Supondría, de hecho, romper con su estrategia de estar solo presente en canales móviles e internet.

Deutsche Bank, que tiene 16.000 millones en activos en España, con una plantilla de 2.500 personas, se ha visto forzada a poner a la venta sus filiales de banca minorista fuera de Alemania tras los graves problemas financieros que le obligaron a acometer una ampliación de capital de 8.000 millones de euros. El grupo también tiene en el mercado la desinversión de su red de sucursales en Polonia, que podría ser comprada por Commerzbank.

La venta de Deutsche Bank España coincide también con la de Caixa Geral, que asimismo ha contratado a Société Générale para desprenderse de sus 110 oficinas en nuestro país. Fondos como Apollo, dueño de Evo Bank, Credit Mutuel, exsocio de Popular, y Abanca podrían intentar quedarse con este negocio principalmente de pymes.

BBVA se postula como el gran candidato a la compra de Deutsche Bank España. Según aseguran fuentes financieras, la entidad presidida por Francisco González es la única que ha sido preseleccionada para la segunda ronda del proceso de venta de la filial española del banco alemán. El resto de entidades que se interesaron por comprar las 230 sucursales nacionales del que fue el primer grupo financiero de Europa, como CaixaBank, Sabadell y Bankinter, no han presentado finalmente oferta.

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