Nubarrones en el paraíso: Brasil y México amenazan los resultados del Santander
El año récord que espera Santander gracias al Popular y a la recuperación económica puede verse empañado por sus problemas en Brasil y México, que pueden perder fuelle
El Banco Santander se apresta a vivir su mejor año desde el estallido de la crisis y tal vez el mejor de su historia al incluir los 5.100 millones de la venta del 51% del ladrillo del Popular. La recuperación económica, el descenso de las provisiones y el tirón de Latinoamérica compensan el impacto de los bajos tipos de interés en Europa. Pero este horizonte paradisíaco no está tan despejado como parece: los dos grandes motores del banco que preside Ana Botín, Brasil y México, empiezan a dar señales de pérdida de potencia.
Así lo asegura un informe de la 'boutique' especializada en el sector financiero Renaissance Research. Las filiales del Santander en Brasil y México aportan el 35% de los ingresos del banco y son los mercados con mayor potencial de crecimiento futuro. Ahora bien, la situación del banco español es diferente en ambos, según esta firma: en Brasil, si bien ha mejorado sus cifras significativamente, todavía tiene una rentabilidad por debajo de la media, bajo crecimiento y bajos niveles de cobertura de la morosidad, mientras que México es una franquicia sólida con ingresos estables y una elevada eficiencia. Pero, en ambos casos, hay nubarrones en el horizonte.
Brasil: menores tipos y bajas provisiones
En el caso de Brasil, los resultados del primer semestre fueron espectaculares, en especial su margen de intereses; pero Renaissance cree que no es sostenible en un entorno de bajada de los tipos de interés. De hecho, ese margen se ha beneficiado de la repreciación al alza de los préstamos gracias a los "anormalmente elevados" tipos en 2015 y 2016, por lo que, cuando se produzca el mismo movimiento a la baja fruto de los recortes adoptados por el Banco de Brasil (desde el 14,25% hasta el 9,25%), el margen de la entidad se resentirá.
Para amortiguar este impacto, el Santander se ha centrado en el crédito al consumo, que es el que tiene mayores diferenciales respecto a los tipos oficiales: este segmento creció un 16% interanual hasta junio, mientras que los préstamos a grandes empresas bajaron el 1%. El problema es que, a cambio de esta mayor rentabilidad, estos préstamos tienen más riesgo. "Creemos que esa es la razón por la que Santander Brasil no ha mantenido sus expectativas de provisiones" en los resultados del primer semestre, señalan estos analistas. Y esto les preocupa mucho, puesto que consideran que el Santander tiene falta de provisiones en comparación con sus principales rivales, Bradesco e Itaú (eso es lo que provocó el derrumbe del Popular en España, no lo olvidemos).
México: el crédito se resiente
En cuanto a México, su situación de partida es mucho mejor, y hasta ahora ha resistido bastante bien la incertidumbre económica derivada de la elección de Donald Trump en EEUU: hasta junio, su margen de intereses creció el 15% gracias a las alzas de tipos adoptadas por el banco central hasta llevar el nivel oficial al 7%; y su ratio de eficiencia se situó en el 42% (necesita gastar 42 euros para ingresar 100), mejor que en España. La amenaza aquí es que el crédito solo crece al 3,2%, por debajo de las expectativas del mercado.
Es decir, el volumen de préstamos se está deacelerando junto con la economía en general; y esta ralentización de la actividad ha elevado las probabilidades de que comiencen las bajadas de tipos este mismo año. Lo cual, al igual que en el caso de Brasil, debe tener un impacto negativo en los márgenes de la entidad española. La combinación de ambos efectos –menos crédito y tipos más bajos– supondrá inevitablemente un descenso de la rentabilidad de la filial (actualmente su ROE es del 16%), a juicio de este informe.
El Banco Santander se apresta a vivir su mejor año desde el estallido de la crisis y tal vez el mejor de su historia al incluir los 5.100 millones de la venta del 51% del ladrillo del Popular. La recuperación económica, el descenso de las provisiones y el tirón de Latinoamérica compensan el impacto de los bajos tipos de interés en Europa. Pero este horizonte paradisíaco no está tan despejado como parece: los dos grandes motores del banco que preside Ana Botín, Brasil y México, empiezan a dar señales de pérdida de potencia.
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