Abanca hace un agujero al Estado de 425 millones para pagarle las cláusulas suelo

La apresurada subasta de las cajas gallegas (Novagalicia) tras su nacionalización sigue provocando agujeros al Estado que debemos pagar todos los españoles. Entre las prebendas que el FROB concedió al venezolano Banesco para hacer más atractiva la operación, se encontraba asumir el 85% de las reclamaciones por cláusulas suelo. Tras la retroactividad total impuesta por Europa, el fondo público de rescate bancario cuantifica en 531 millones lo que los contribuyentes pagaremos a la entidad presidida por Juan Carlos Escotet, de los que 425 millones ya han sido abonados (más otros 39,4 millones adicionales a cargo del Fondo de Garantía de Depósitos), según su memoria de 2016.

TE PUEDE INTERESAR

El Estado rescata al FROB con 3.000 millones tras entrar en patrimonio negativo

Eduardo Segovia / Agencias

Como se recordará, la fusión de CaixaGalicia y Caixanova tuvo que ser rescatada con 9.159 millones de dinero público (según el Tribunal de Cuentas) y posteriormente fue vendida a Banesco por 1.003 millones. Por tanto, estos 531 millones suponen que el Estado pagará a su comprador más de la mitad de lo que le ha costado la entidad; o dicho de otro modo, que el Estado recuperará menos de la mitad de lo que calculaba con la privatización. Una garantía que fue concedida en la subasta de 2013 por el entonces director general, Antonio Carrascosas, y que el FROB justifica, paradójicamente, para "maximizar el precio de venta y, por tanto, minimizar el uso de recursos públicos".

Inicialmente, el FROB calculaba que este coste sería como mucho de 247 millones, sobre la base de que la primera condena de cláusulas suelo (aplicada a BBVA, Cajamar y Abanca) imponía solo la retroactividad hasta mayo de 2013. Pero la famosa sentencia del Tribunal de la UE de diciembre que determinaba que aquel fallo se oponía a la legislación comunitaria y que había que aplicar la retroactividad total ha disparado ese importe. Abanca recurrió ante el Supremo esa retroactividad por el principio de cosa juzgada, pero la torpeza de sus abogados —según la propia sentencia— provocó la desestimación de la apelación y la confirmación de la nulidad de las cláusulas de la actual Abanca.

El comunicado del FROB sobre sus cuentas de 2016 —publicadas el viernes y que incluyen nuevas pérdidas de 1.693 millones y la necesidad de que el Estado ponga otros 3.000 millones— solo refleja un cargo de 97 millones el año pasado por este concepto. Pero si se bucea en la memoria de un organismo público que no destaca por su transparencia (sigue sin hacer públicos los informes en que se basó la resolución del Popular), resulta que la entidad que preside Escotet se embolsó el año pasado 136,1 millones de euros, si bien 39,4 corren a cargo del Fondo de Garantía de Depósitos (el FROB se lo resta del precio que debe pagarle por su parte del capital en Novagalicia, procedente de las preferentes).

Otros 327 millones pagados en febrero

Y ahí no acaba la cosa. El FROB no solo ha realizado este primer pago a Abanca, sino que en febrero de este año se produjo un segundo desembolso de 327 millones más del que no había informado hasta ahora, según reconoce la citada memoria en el apartado "Hechos posteriores al cierre" del ejercicio. El fondo, que hoy preside Jaime Ponce, liga este pago a que Escotet desembolsó la última 'letra' que le quedaba de la compra de Novagalicia: "Con fecha 3 de febrero de 2017, Abanca Holding Financiero ha procedido a abonar la totalidad de importe pendiente del precio aplazado de NCG Banco (299.911 miles de euros), por lo que no queda importe alguno pendiente de satisfacer por parte del comprador por la compra de la entidad".

Y continúa: "En consecuencia, conforme a lo establecido en el contrato de compraventa de la entidad, el FROB, durante el mes de febrero de 2017, ha abonado al comprador parte de las garantías concedidas en el proceso de venta por importe de 326.872 miles de euros". Sumando este importe a los 97 millones pagados en 2016, Escotet ha recibido ya 425 millones del erario público español. Y, según este documento, le quedan por cobrar otros 106 millones hasta los 531 comprometidos.

Pagar la entidad con su propio dividendo

Los pagos de Banesco de los diferentes plazos en que se dividieron los 1.003 millones de su puja por Novagalicia también han sido objeto de un tira y afloja con el FROB desde 2015. Inicialmente, el banquero venezolano pretendía pagar todo el importe con los dividendos que le abonara la propia entidad, para lo cual forzó la contabilidad para dar el máximo beneficio que le permitía la ley en 2014: 2.751 millones, más que BBVA. Sin embargo, el FROB le impidió hacer esta jugada hasta que no adelantara dinero propio para la operación.

Esta prohibición, como informó en su día El Confidencial, estuvo avalada por la fuerte caída de márgenes de Abanca en 2014 (del 67%) a pesar de su estratosférico beneficio contable, que motivó que el supervisor pidiera guardar el beneficio para reforzar la solvencia de la entidad. Así que Banesco tuvo que poner 403 millones de su bolsillo. Sin embargo, gracias a la mejora del beneficio real en 2015 y 2016 (en buena parte gracias a que es la única entidad a la que el supervisor permite liberar provisiones), el FROB levantó su veto. De esta forma, Escotet abonó 300 millones en 2016 y otros 300 en febrero de este año a costa de los dividendos de Abanca, con lo que la deuda quedó saldada.