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Galán sofoca la rebelión de los ingenieros de Iberdrola con la absorción de Iberinco
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Galán sofoca la rebelión de los ingenieros de Iberdrola con la absorción de Iberinco

El presidente de la eléctrica ha decidido integrar su filial de construcción e ingeniería tras los escándalos de corrupción que le han provocado una grave crisis reputacional

Foto: Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

Ignacio Sánchez Galán ha decidido apagar el fuego que Iberdrola tiene en Iberinco, la filial de construcción e ingeniería, envuelta en casos de corrupción, conflictos internacionales con clientes y fuertes pérdidas. El presidente de la compañía eléctrica ha optado por integrar esta subsidiaria que emplea a 1.500 ingenieros, a los cuales castigó recientemente con una rebaja de sueldo por incumplir los objetivos financieros. La matriz va a tratar de recolocar a gran parte de la plantilla de Iberinco, pero se da por segura una salida paulatina mediante bajas voluntarias y recolocaciones de entre 500 y 700 personas.

El presidente de Iberdrola quiere terminar de una vez por todas con la espiral en la que ha entrada esta filial y que le ha supuesto un coste muy alto en reputación. Hasta el punto de que el Banco Mundial le sancionó con la prohibición de acceder durante 12 meses a los fondos de la institución internacional por mala praxis. En concreto, por los presuntos sobornos pagados por altos ejecutivos de Iberinco para conseguir contratos en países como Albania y Letonia.

De hecho, la multa podría haber sido incluso mayor si no llega a ser porque tanto Iberdrola Ingeniería y Construcción (Iberinco) como Iberdrola colaboraron desde el primer momento en la investigación y tomaron las medidas necesarias para evitar que estos actos fraudulentos volvieran a repetirse. No obstante, la eléctrica vasca recibió lo que se denomina 'una carta de reprimenda' por fallos en la supervisión del uso del dinero que el Banco Mundial le prestó a su filial.

Sánchez Galán no quiere que estas situaciones vuelvan a repetirse, por lo que ha tomado dos decisiones. La primera es que Iberinco deje de realizar trabajos para terceros, como los que le han ocasionado graves problemas de sobrecostes en Argelia, Kenia y Estados Unidos y los posteriores arbitrajes internacionales. La segunda es la integración de la subsidiaria en el grupo, con el traspaso del negocio y de gran parte de la plantilla a la matriz.

Iberinco, que esperaba obtener un beneficio operativo de 120 millones en 2016, registró unos números rojos de casi 105 millones. Una desviación que ha derivado en una confrontación de Iberdrola con los 1.500 empleados de su filial de ingeniería. Desde la compañía explican que “al incumplirse los objetivos fijados en convenio, ligados a las posibles subidas salariales, se ha producido una congelación de sueldos”. Desde la plantilla se considera que se trata 'de facto' de una pérdida de poder adquisitivo o reducción de sueldo, debido al incremento del 1,6% que registró el índice de precios de consumo (IPC).

Los sindicatos han presentado una queja formal ante la dirección general de Iberdrola por considerar que están pagando una factura injusta derivada de la mala gestión de la alta dirección de Iberinco, que en los últimos años ha sido cambiada en distintas ocasiones por los escándalos de corrupción provocados por el pago de comisiones para la obtención de contratos en el exterior. Uno de sus directivos era Federico de la Hoz, que fue consejero delegado entre 2012 y 2015, momento en el que fue nombrado director general de la Fundación Iberdrola.

De la Hoz fue el encargado de poner en marcha un código interno de conducta para evitar nuevas irregularidades, con indicaciones muy estrictas sobre los métodos de contratación, con el fin de reducir el riesgo reputacional. Pese a su esfuerzo, el director general de la fundación fue relevado de su puesto hace apenas dos semanas de forma abrupta, al hacerle responsable, según fuentes de la eléctrica, de las pérdidas anteriores de Iberinco pese a llevar ya dos años fuera de la subsidiaria. Posteriormente, las partes han llegado a un acuerdo de salida que debe ser ratificado en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC). De la Hoz ha estado 33 años trabajando en Iberdrola en distintos puestos de alta responsabilidad.

Luz gratis y sin antigüedad

Iberdrola se reunió ayer con los sindicatos para apaciguar los ánimos y exponer las condiciones de la integración. En principio, no habrá ninguna medida forzosa de reducción de empleo, si bien fuentes próximas a la eléctrica reconocen que de forma paulatina se ofrecerá la recolocación a los ingenieros de Iberinco para cubrir las bajas voluntarias o prejubilaciones de la matriz. Además, la eléctrica les ha indicado que los 1.500 trabajadores disfrutarán de luz gratis, de un seguro de vida y de una regularización salarial para adaptarlos a los distintos tramos del convenio de Iberdrola España.

Por el contrario, la plantilla de Iberinco perderá la antigüedad que acumulaba como trabajadora de la filial, condición que ha preocupado a los sindicatos. En cualquier caso, las partes se han dado un mes de plazo para alcanzar un acuerdo que beneficie a la empresa y a los empleados con el fin de recuperar la normalidad.

Ignacio Sánchez Galán ha decidido apagar el fuego que Iberdrola tiene en Iberinco, la filial de construcción e ingeniería, envuelta en casos de corrupción, conflictos internacionales con clientes y fuertes pérdidas. El presidente de la compañía eléctrica ha optado por integrar esta subsidiaria que emplea a 1.500 ingenieros, a los cuales castigó recientemente con una rebaja de sueldo por incumplir los objetivos financieros. La matriz va a tratar de recolocar a gran parte de la plantilla de Iberinco, pero se da por segura una salida paulatina mediante bajas voluntarias y recolocaciones de entre 500 y 700 personas.

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